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Opinión

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Finanzas conductuales y su efecto en las decisiones de inversión

El término finanzas conductuales se refiere a una rama de la economía que estudia cómo se comporta el cerebro al momento de tomar decisiones financieras. Si bien se podría pensar que la mente se enfoca en un tema lógico o matemático, cuando se trata de alguna compra o inversión es todo lo contrario.

El psicólogo israelí-estadounidense Daniel Kahneman lo explica en su libro “Thinking, Fast and Slow” publicado en 2011, en el que destaca que los seres humanos cuentan con dos esquemas de pensamiento. El primero es rápido, instintivo y emocional y el segundo es lógico, lento y más racional. 

Muchas de las decisiones que se toman, se efectúan con base en los sentimientos, lo que se refiere al esquema de pensamiento uno; es ahí en donde entra un término llamado sesgos inconscientes. Por ejemplo, uno de los más comunes en el mundo de las inversiones es el de la aversión a la pérdida y se puede ver cuando una persona prefiere conservar su dinero debajo del colchón, pensando que de esta manera se encuentra a salvo.

Esta creencia está lejos de la realidad, dado que el dinero pierde su valor en el tiempo si no se genera alguna acción de inversión, por ejemplo, adquirir un bien o comprar acciones, por mencionar algunas. Esta postura puede llevar a la pérdida de oportunidades de inversión, dado que con las estrategias adecuadas es posible incrementar las ganancias en el corto, mediano o largo plazo.

Por otro lado, existe un sesgo que puede llevar a una situación contraria: el de exceso de confianza. En este caso, una persona puede ser demasiado optimista en la toma de decisiones sin considerar los riesgos que puede conllevar, para ello es recomendable diversificar la cartera de inversión ampliando el abanico de posibilidades.

También existe el llamado sesgo del presente, en el cual las personas se centran en los beneficios inmediatos e infravaloran los beneficios futuros. Por ejemplo, se podría optar por conservar 200 pesos en la cartera antes que arriesgarse a recibir el doble por una inversión de largo plazo. Es probable que con este sesgo la persona se enfoque en hábitos de consumo con pocos ahorros de dinero y gastos excesivos. 

Es importante ser consciente de estos procesos mentales que lleva a cabo el cerebro al momento de tomar decisiones que impactan directamente en el bolsillo de las personas. 

Las inversiones a largo plazo son una opción viable para incrementar las ganancias, existen en el mercado diversas gestoras de fondos de inversión que ofrecen oportunidades con poca cantidad de dinero para los que se inician en el mundo de las inversiones.

Es importante marcar bien los objetivos de inversión para aplicar la estrategia que mejor se adapte a las necesidades; algunas gestoras cuentan con simuladores que permiten centrar las metas y sugerir el fondo que mejor se adapte a cada perfil de inversión.

*Mariana Concepción Cuenca, Associate Client Servicing, Asset Management México.

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