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García Luna y Una novela criminal
El 31 de enero el escritor mexicano Jorge Volpi fue declarado ganador del Premio Alfaguara de novela 2018. En el mes de marzo, la afamada casa editorial, creadora del galardón que otorga desde 1965, puso a la venta la novela triunfadora. En el primer fin de semana de abril, el que escribe esta columna adquirió el libro victorioso y comenzó a leerlo. En la segunda quincena del mismo mes, reapareció en México el ingeniero Genaro García Luna quien, durante el gobierno de Vicente Fox, fuera fundador y director general de la, hoy desaparecida, Agencia de Investigaciones (AFI) y en el sexenio de Felipe Calderón, secretario de Seguridad Pública.
El 19 de abril, tres días antes de que los cinco aspirantes a la presidencia de la República confrontaran, en el primer debate, sus ideas sobre seguridad, el ingeniero presentó, a través de una entrevista, en el canal de televisión restringida El Financiero-Bloomberg, una publicación, en versión electrónica, de su autoría: “Seguridad con bienestar. Un nuevo modelo integral de seguridad”. En ella, apoyado por gráficas y estadísticas, acredita y elogia su gestión al frente de la lucha contra el crimen organizado; critica al régimen actual por el retroceso (él lo califica de involución) en la estrategia de seguridad nacional a partir de que la secretaría de Seguridad Pública pasó a ser la Comisión Nacional de Seguridad, una dependencia más de la secretaría de Gobernación, lo que provocó, a su entender, que el año 2017 haya sido el más violento desde que diez años antes el presidente Calderón declarara la guerra al narco. Asimismo, en su libro electrónico, tan política y oportunamente puesto a la disposición pública, García Luna —el policía de cabecera de Felipe Calderón— pugna por un nuevo modelo de seguridad apegado al estado de derecho.
El concepto estado de derecho hace sonar la alarma cínica que hay en mí, misma que me remite a la publicación de Jorge Volpi, titulada Una novela criminal, cuya lectura ya terminé. El escritor galardonado define su obra como una “novela documental o novela sin ficción”, en ella —como lo definió el jurado del premio— “no hay respuestas, sólo la perplejidad de lo real”.
La trama novelesca, ideada por la realidad, es antecedida por la transmisión, a temprana hora del 9 de diciembre del 2005, en dos noticieros matutinos: Hechos y Primero Noticias, de la “captura en vivo de dos peligrosos secuestradores” y la “liberación de tres de sus víctimas” gracias a la heroica intervención de los agentes de la AFI en el rancho Las Chinitas. Unas líneas adelante el autor aclara: “la madrugada del 9 de diciembre la AFI no capturó a nadie y no liberó a nadie, sino que según la confesión posterior del propio director de la corporación, Genaro García Luna, la policía recreó —es decir: escenificó, manipuló, inventó— una captura y una liberación que nadie sabe cómo y cuándo se llevaron a cabo”.
Los dos secuestradores fueron Israel Vallarta y la francesa Florence Cassez, quienes fueron detenidos un día antes a las 10.30 AM. La confesión posterior de García Luna, la hizo al “verse contra las cuerdas” por la inquisitiva periodista Denise Maerker en su programa Punto de Partida. “En cadena nacional —escribió Volpi— el director de la Policía Federal confiesa que la detención de Israel y Florence, tal como se vio en los dos noticieros matutinos del país, fue una ‘recreación’ a petición de esos mismos medios”.
A lo largo de su novela sin ficción, Volpi lleva a los lectores a un paseo por el caso, a las contradicciones de policías y secuestrados, a la saña y malos tratos con los que fueron tratados los, presuntos, secuestradores; a la falta del auxilio consular inmediato para la francesa, lo que causó “una ácida disputa entre los presidentes de México y Francia; la captura —o la invención— de la banda del Zodiaco” (compuesta en su mayoría por parientes de Israel confesos por los tormentos a los que fueron sometidos); “y a la violenta polémica entre los defensores de las víctimas y quienes denunciaron las infinitas irregularidades del caso”. Antes de concluir su obra, Volpi, reflexiona: “no tengo dudas de que, la madrugada del 9 de diciembre de 2005, Israel no tenía tres personas secuestradas en su rancho. También sé qué (...) fue sometido a una tortura brutal”.
Israel Vallarta sigue preso. El 23 de enero del 2013, los Ministros de la Suprema Corte de Justicia decidieron liberar a Florence Cassez después de siete años de prisión. “Pido que se castigue a los mandos medios y superiores de la extinta Agencia Federal de Investigaciones”, exige la senadora María Verónica Martínez, “así como al exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, por su intervención en el montaje televisivo”.
De las redes
Ésta es una nueva mini-sección en la columna. En ella consignaré, cuando amerite la ocasión y el espacio alcance, un buen chiste, una buena frase, o un buen aforismo encontrado en las redes sociales o recibido a través de éstas. A ver qué les parece éste: “Felicitar a un político por hacer obras con dinero público, es como aplaudir a un cajero automático por entregarte tu propio dinero”.