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Opinión

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Hasta Pronto

La edición de Sin Fronteras del día de hoy no estará enfocada en el análisis de las últimas tendencias del mercado ni para ofrecerles mi perspectiva sobre los asuntos de interés en el mundo de la economía y las finanzas, sino para compartir una noticia personal que marca el fin de una era muy significativa para mí.

Después de quince años de reflexiones, análisis y debates a través de esta columna, he tomado la difícil decisión de despedirme de este espacio que tan generosamente me ha sido confiado.

Este adiós se da en el contexto de nuevos compromisos profesionales que me exigen dedicación plena y, aunque es una transición emocionante, no puedo evitar sentir una profunda nostalgia por este capítulo que estoy cerrando.

Han sido 15 años en los que, dos veces por semana, he tenido el privilegio de llegar a ustedes con mis textos, compartiendo una visión analítica sobre asuntos económicos y financieros.

A mis queridos lectores, quiero agradecerles profundamente su fidelidad, su interés y su participación activa. Sus comentarios, sus preguntas y hasta sus críticas han sido esenciales para mí.

Ustedes no solo han sido receptores de mi trabajo, sino participantes activos en un diálogo continuo que siempre he valorado enormemente.

La idea de que esta columna haya podido generar claridad en algunos temas, provocar un pensamiento crítico o incluso contribuir a ciertas decisiones financieras personales es una recompensa que supera con creces el esfuerzo invertido en cada artículo.

Al personal editorial y a los directivos El Economista, en especial a Jorge Nacer, Alberto Vega y Luis Miguel González que me invitaron a colaborar en este espacio, mi gratitud es inmensa.

Gracias por creer en mí, por darme esta plataforma y por su apoyo incondicional a lo largo de los años. Este espacio no solo ha sido un medio para expresar mis ideas, sino también una fuente de crecimiento personal y profesional. La libertad que me han concedido para explorar temas complejos y a veces controvertidos es algo que siempre apreciaré.

Aunque me despido de mi columna, no me despido de mi pasión por las finanzas y la economía, ni de mi compromiso con la labor y profundidad de análisis requerida para dar algo de claridad en este campo tan dinámico y vital.

Seguiré cerca, trabajando desde otro frente, quizás con la misma intensidad y curiosidad que siempre me han caracterizado.

Finalmente, mientras avanzo hacia nuevos desafíos, me llevo conmigo los recuerdos de estos años, las lecciones aprendidas y las muchas conversaciones que hemos compartido.

Este no es un adiós definitivo, sino un hasta luego, pues espero que nuestros caminos se crucen nuevamente de alguna manera en el futuro.

Con gratitud y aprecio.

Aunque me despido de mi columna, no me despido de mi pasión por las finanzas y la economía, ni de mi compromiso con la labor y profundidad de análisis requerida para dar algo de claridad en este campo tan dinámico y vital.

joaquinld@eleconomista.mx

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Joaquín López-Dóriga Ostolaza es Socio Director de EP Capital, S.C., una consultoría especializada en fusiones y adquisiciones fundada en 2009.

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