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Huachicoleo de gas releva al de gasolina
Los distribuidores de gas LP –el que consumimos la mayoría de los mexicanos– elevaron la voz de alerta.
El millonario robo de gasolina fue sustituido por el robo de gas LP.
Es decir, los grupos delincuenciales dejaron la gasolina y se enfocaron en el robo del gas que mayor demanda tiene en el país.
El robo de gas LP se disparó 1,100% durante el actual gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Así lo denunció la Asociación Mexicana de Distribuidores de Gas Licuados y Empresas Conexas (Amexgas).
El diagnóstico es claro y contundente: los huachicoleros de gasolina encontraron en el gas LP una alternativa, para seguir robando.
Las cifras son terroríficas: en el año 2018 se identificaron 215 tomas clandestinas de gas LP, a la fecha se tienen detectadas 2,187 tomas.
El presidente de la Amexgas, Carlos Serrano, dice que el problema lo tienen claro y las autoridades también.
De hecho, hasta el año pasado fueron recibidos y escuchados por las autoridades sectoriales que mostraron enorme interés por resolver el problema.
Pero en lo que va de este año, no se han reunido con los representantes gubernamentales.
En el tema del robo de energéticos hay dos noticias, la buena y la mala. La buena es que con el combate al robo de gasolina, se logró abatir esa práctica.
No se ha logrado erradicarla por completo, pero sí se ha reducido notablemente.
La mala noticia es que el robo de gas LP se ha incrementado considerable y peligrosamente.
Roban 60,000 toneladas mensuales
México es el séptimo país de mayor consumo de gas LP en el mundo. A nivel nacional se consumen 660 mil toneladas mensuales en promedio.
De esa cantidad entre el 8 y el 10%, es decir alrededor de 60 mil toneladas mensuales son extraídas, distribuidas y comercializadas ilícitamente.
Y dentro de lo malo, hay un aspecto positivo. Que el robo, distribución y comercialización de gas LP está muy concentrado.
Se extrae, se distribuye y se vende ilícitamente en sólo cuatro entidades de la República Mexicana: Estado de México, Puebla, Tlaxcala y Veracruz.
En esos estados se realiza el 94% del ilícito. En suma son 18 municipios. El hecho de estar tan concentrada esta ilegal actividad permite que se identifique y se controle más rápidamente.
Un dato adicional de la concentración es que de los 60 mil toneladas que mensualmente se roban alrededor de 44 mil toneladas son distribuidas en la zona metropolitana de la ciudad de México, es decir en el Estado de México y la Ciudad de México.
El robo de gas LP está creciendo en sus dimensiones volumétricas. Y en paralelo, crece la amenaza de algún fatídico accidente.
Hay que recordar que la explosión de un ducto en Tlahuelilpan dejó en evidencia el grave problema relacionado con el robo de gasolina.
Ojalá que no se llegue a registrar un accidente similar en la extracción ilegal de gas para que las autoridades decidan enfrentar el problema.
El interés que dicen los de Amexgas han mostrado las autoridades, debe concretarse en acciones concretas que detengan a éste riesgoso mercado negro en México. Al tiempo.