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Opinión

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Impactos nutricionales y económicos del atún

Como lo mencioné en la primera parte, debido al embargo comercial impuesto por EU al atún mexicano de 1980 a 1986, las empresas atuneras nacionales se vieron afectadas en su dinámica de comercialización, lo cual les determinó establecer medidas inmediatas para enfrentar la inercia de producción que en 1980 fue de 20,417 toneladas de captura, con las consabidas pérdidas económicas en las exportaciones y disminución de empleos en la industria.

Toda adversidad representa siempre el reto de encontrar nuevos caminos para una solución; por ello, las empresas y productores de atún buscaron nuevos mercados para desplazar su producción, orientándola principalmente a países europeos y asiáticos, lo que llevó a EU a imponer un embargo secundario que consistió en dejar de consumir el atún de aquellas naciones que compraban atún a México.

Ante este escenario, el mercado nacional tomó la decisión de absorber la producción que se había venido exportando y, en forma coordinada con las dependencias de gobierno de ese entonces, se definieron las estrategias para fomentar el consumo de atún por parte de la población mexicana.

Hace 15 años el consumo nacional anual de atún era de 20,000 toneladas; luego de la campaña publicitaria de Tachún tachún tachún vamos a comer atún , con una importante difusión de ésta en los diferentes medios de comunicación, se logró con gran éxito incrementar el consumo a 158,000 toneladas anuales, a tal grado que nuestra flota atunera resultó insuficiente para abastecer la demanda, inclusive ahora, estamos importando el preciado pescado, razón por la cual en nuestro país recientemente se han construido 6 nuevas embarcaciones atuneras de 1,100 toneladas.

Finalmente, en el pasado 20 de noviembre del 2015, el Órgano de Apelación de la Organización Mundial del Comercio falló en contra de Estados Unidos en una disputa con México sobre el etiquetado del atún, ratificando su decisión de abril del mismo año acerca del uso estadounidense de reglas discriminatorias, al mostrar un trato menos favorable para el atún mexicano que para el de otros países.

La especie de atún que se comercializa mayormente en México es el atún aleta amarilla, capturada en el litoral mexicano; éste es muy apreciado por su calidad, además de ser un alimento muy apetecido por su delicioso sabor, sus propiedades nutritivas, su precio y sus beneficios para la salud, que hacen de éste un alimento estrella y de fácil acceso para la población. En el 2013 el consumo de atún llegó a ser 10% del consumo de pescados y mariscos con 1.34 kilos per cápita.

Por cierto, pareciera que el atún en lata podría ser cosa del pasado, pues está en auge su envasado en empaque plástico o bolsa retortable (retort pouch, en inglés), ya que ofrecen un mayor nivel de frescura e higiene, sin conservadores en el proceso, mayor practicidad y conveniencia.

Esta innovadora idea, iniciada por la empresa Procesa Chiapas, ha permitido incrementar la demanda; hoy casi todas las marcas la producen.

*Juan Alberto González Sánchez es especialista de la Subdirección de Pesca, Forestal y Medio Ambiente en FIRA.

jagonzalez@correo.fira.gob.mx

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