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Inversión temática ¿Moda o tendencia irreversible?
Cada vez es más común leer o escuchar sobre lanzamientos de instrumentos de inversión relacionados a diversos temas como sostenibilidad, energías limpias, sociales o tecnológicas. Se trata de una “megatendencia” que podría cambiar el futuro de muchas industrias y de la forma en cómo se vive y se interactúa en la actualidad. Sin duda, algunos de estos temas pueden llegar a sonar algo futuristas o de moda, sin embargo, muchos de ellos son una realidad y se encuentran en pleno desarrollo o transición.
A este tipo de inversiones se les conocen como “temáticas”, refiriéndose a la forma de invertir, en donde se centra el capital en instrumentos financieros focalizados en tendencias internacionales de futuro con potencial de transformar estructural y coyunturalmente todo un sector y así, modificar los catalizadores de ingresos de las empresas.
Determinar una decisión de inversión sobre una megatendencia no es una tarea sencilla de realizar, ni para un inversionista institucional mucho menos para uno individual. No obstante, se ha convertido en una necesidad para obtener “Alfa” en los portafolios de inversión, a lo que los técnicos llaman a la rentabilidad adicional sobre un índice de referencia o benchmark, sobre todo en escenarios como el actual de bajas tasas de interés y de mercados de renta variable tan volátiles y con valuaciones exigentes en muchas geografías.
Es por ello que la industria financiera ha volcado sus esfuerzos en estudiar estas tendencias, detectar qué patrones de comportamiento suponen oportunidades de inversión y sus riesgos y en cómo desarrollar vehículos de inversión adecuados para sus diferentes tipos de clientes, tales como fondos de inversión, ETF’s, productos estructurados, entre otros; al grado de crear departamentos enteros dentro del organigrama tan robusto que tienen este tipo de organizaciones para realizar todos estos nuevos procesos y soluciones de inversión.
Una inversión temática, principalmente en instrumentos de renta variable, no es para cualquier tipo de inversionista, pues debe de tener una mayor tolerancia al riesgo y un horizonte de inversión de más largo plazo que las inversiones tradicionales de renta variable, ya que este tipo de estrategias de inversión están centradas en tendencias disruptivas que se encuentran en desarrollo y pudieran tener retornos inferiores durante periodos de tiempo, sin embargo, su potencial de rendimiento a largo plazo podría ser mucho mayor que el invertir pasivamente en renta variable.
Ciertamente invertir en una tendencia o empresa disruptiva no es algo nuevo, vale la pena recordar que muchas de las empresas de internet que debutaron en bolsa hace más de 20 años revolucionaron industrias y la manera de hacer negocios. Hoy en día son empresas consolidadas que han otorgado rendimientos extraordinarios a sus inversionistas más pacientes y disciplinados. Sin embargo, también hay que recordar que en el transcurso del tiempo hubo empresas con altas expectativas que resultaron fallidas, quebrando y dejando de operar, lo que se conoció como la burbuja de las puntocom.
Es por ello que la profesionalización de la inversión temática en la industria de la gestión de activos, es un paso hacia adelante para todo el ecosistema bursátil: emisores, intermediarios y público inversionista, que debe de permanecer a largo plazo y no quedar en una moda, dado que provee mayor certidumbre para el inversionista sobre el estudio y potencial de una megatendencia y de los jugadores más importantes de ella, ofreciendo así soluciones de inversión que puedan capitalizar dicha tendencia global en los portafolios de inversión de los clientes, de una forma estructurada y estratégica de acuerdo al perfil de riesgo de cada uno de ellos.
*El autor es Investment Counselor – BBVA Banca Patrimonial y Privada.