La cumbre de la OTAN celebrada hace algunos días en los Estados Unidos manifestó una vez más la necesidad de los lideres Occidentales de apoyar a Ucrania en el conflicto armado. Al parecer Ucrania no ingresará a la alianza atlantista en el corto plazo. Porque los líderes de Estados Unidos y Alemania no consideran que sea oportuno para la OTAN que Ucrania ingrese en este momento, puesto que le temen a una mayor escalada en el conflicto armando. No obstante, la parte Ucrania obtuvo la promesa de un nuevo paquete de ayuda de más de 40 mil millones de dólares. Frente a esta situación vale la pena observar la respuesta rusa ante las acciones de Occidente. Es necesario advertir que Rusia lleva algunos años buscando establecer una Estructura de seguridad Eurasiática que responda a sus necesidades geopolíticas y a la defensa de sus intereses nacionales, ante el fracaso de mantener su influencia en el antiguo espacio soviético y la implementación una perspectiva de política exterior liberal. La posibilidad de contar con un Espacio de seguridad euroasiático le permitiría a Rusia lograr un balance geopolítico en contra de los retos que representa la OTAN y otras amenazas externas como el terrorismo, mantener su integridad territorial e impulsar la construcción de un mundo multipolar. Recordemos que Rusia funciona como una potencia multirregional que ayuda a evitar los desequilibrios regionales. La dimensión territorial de ese país presupone una perspectiva global más que regional. Rusia tiene presencia en Europa del Este y septentrional, el subcontinente indio, Medio Oriente y la región de la Cuenca del Pacífico. Además, a través del Océano Pacífico tiene conexión con Norteamérica y puede establecer contactos con los países de América Latina. Históricamente la expansión rusa al Este, la exploración de Siberia, el Lejano oriente ruso y Alaska permitieron los primeros acercamientos de Rusia con el continente americano. La proyección de fuerza de Rusia en Europa del Este atrae la atención de los gobiernos, círculos académicos y medios de comunicación de todo el mundo y encubre el proyecto ruso de construir un Esquema de seguridad euroasiático, que le permita incrementar su presencia en Europa y el Océano Pacífico. La lucha anticolonial, la búsqueda de respuestas a los problemas producidos en Occidente y de un futuro más justo son una herencia del pasado soviético ruso. En ese sentido el avance hacia una figura euroasiática implica una reconfiguración de categorías de análisis que puedan permitir repensar las relaciones de Rusia con el mundo. Para alcanzar esos objetivos, Rusia debe afianzar su presencia en el Océano Pacífico a través del desarrollo de Siberia y el Lejano oriente ruso y tiene que conectarse con las economías del Pacífico para que la figura euroasiática este completa. Las reuniones entre Vladimir Putin y los líderes de China, Corea del Norte, Vietnam y la India apuntan en la dirección de construcción de un Esquema de seguridad euroasiático. *El autor es subcoordinador del Centro de Estudios de Eurasia. Miembro de la Unidad de Estudio y Reflexión de la Guerra Rusia-Ucrania, COMEXI mauricio.estevez.daniel@gmail.com http://dcsh.xoc.uam.mx/ceenv/
