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La deuda de los totaleros que viven un mes por detrás
Los “totaleros” son las personas que usan su tarjeta de crédito pero liquidan el total de sus compras o al menos el “pago para no generar intereses” –antes de la fecha límite de pago. De esta manera, aprovechan todos los beneficios que les otorga este instrumento financiero:
- Obtienen un financiamiento gratuito de hasta 50 días en el saldo revolvente, o más si utilizan promociones a meses sin intereses.
- Reciben seguros gratuitos, como garantía extendida, compra protegida, accidentes en viajes, protección de precio, entre otros (dependiendo desde luego de la tarjeta).
- Acceden a programas de recompensas (puntos o millas) y promociones exclusivas.
- Generan un buen historial crediticio, que les puede abrir muchas otras puertas en el futuro.
Entre otros.
Sin embargo, por lo general, los clientes “totaleros” viven permanentemente endeudados, aunque no lo perciban. ¿Por qué? La enorme mayoría de ellos paga las compras del mes anterior, con el dinero que ganan este mes. Es decir, viven un mes por detrás.
Esto puede convertirse en un problema si pierden su principal fuente de ingresos, o si éste se reduce significativamente en poco tiempo. Perderían la capacidad de pagar el total, como solían hacerlo y esto generaría un fuerte desbalance en sus finanzas personales.
Muchos no lo tienen claro y por eso he querido escribir esta columna. Son pocos los clientes totaleros que realmente están utilizando su tarjeta como un medio de pago, gastando con ella dinero que ya tienen, que ya ganaron.
Esto es especialmente importante cuando hacemos nuestro plan de gastos. Aquí siempre decimos que el proceso empieza cada vez que recibimos un ingreso. Nos sentamos y nos hacemos una simple pregunta: ¿Qué es lo que necesito que este dinero haga por mí, antes de que me vuelvan a pagar?
Si tengo que usar parte de ese dinero para pagar mi tarjeta, entonces estoy endeudado. El dinero que gané hoy, lo estoy utilizando para pagar cosas que compré el mes pasado. Entonces no tengo para vivir este mes. ¿La solución? Usar mi tarjeta para financiarlas y pagarlas con el dinero que gane el mes siguiente. Así sucesivamente, hasta que algo suceda y pierda el control.
Esto se va convirtiendo en una forma de vida. Lo que compro hoy es dinero que estoy tomando “prestado” al ingreso del siguiente mes.
Hace muchos años me di cuenta que estaba en esta situación y me costó mucho trabajo salir. Fueron meses de apretarme el cinturón para irme poniendo al corriente conmigo mismo. Para controlar mi flujo de efectivo de tal manera que ahora, lo que gasto con mi tarjeta de crédito es dinero que ya gané, que ya me pagaron, que ya tengo en la mano.
Cuando al fin lo logré, decidí seguir por ese camino. Me puse a pensar: ya supe lo que es vivir un mes por detrás. ¿Qué pasa si intento vivir un mes por delante? Es decir, llegar al punto en el que el dinero que gano este mes, lo utilice para mis gastos del mes siguiente, porque este ya lo tengo totalmente cubierto con el dinero que ya gané en el pasado. Darle la vuelta completamente a la situación.
Eso hice y lo que sentí fue una sensación de tranquilidad financiera y emocional que cuesta mucho trabajo describir. Uno la tiene que experimentar. No es fácil, requiere esfuerzo y tiempo, pero vale la pena. Te invito a hacerlo y a descubrir lo que se siente.