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La industria del tomate procesado (II)
En la primera parte comentaba la importancia de la producción de tomate rojo en México, por el alto valor por las exportaciones, especialmente dirigidas a Estados Unidos y el desarrollo de la industria de productos procesados del tomate a nivel internacional
Retomando la importancia de la industria de tomate procesado, pongo como ejemplo el caso de Estados Unidos, que en el 2015 12.4% de la producción primaria de tomate rojo fue para consumo en fresco, el cual requiere ser cubierto con importaciones, de las cuáles las mexicanas implican un cuarto del consumo total. El 87.6% restante de la producción de tomate tuvo un destino industrial, según datos del USDA (United States Department of Agriculture), por lo que la mayor parte de la producción nacional se destina a la industria de procesamiento de productos de tomate como salsas, purés o preparados demandados por la población.
A nivel internacional, la industria del procesamiento del tomate rojo tiene un valor de 4,401.4 millones de dólares.
Esta industria para Estados Unidos significó una balanza comercial positiva de 442,000 toneladas o para Italia de 1,221.4 miles de toneladas.
A nivel mundial, el volumen de ventas de los productos procesados representa un mercado que incrementa su valor en el tiempo, debido a los gustos y necesidades de consumo de la población.
En México, la industria manufacturera de conservación de frutas y verduras, en la cual se ubica la elaboración de purés, es menos desarrollada que en otros países, pero también se ha expandido en los últimos años por el incremento de alimentos preparados congelados que utilizan salsas tipo caseras.
En el 2014, la industria registró un valor de la producción por 35,396 millones de pesos y que genera un valor agregado de 15,664 millones de pesos, que en los últimos cinco años se incrementó en casi 10 por ciento.
Mientras que el valor de sus materias primas consumidas entre ellas el tomate se incrementó en 5.6 por ciento.
De acuerdo con estándares técnicos para la transformación, se requieren de 1.5 toneladas de tomate fresco para producir 1 tonelada de puré e incluso de 7 toneladas por 1 tonelada de concentrado o pasta de tomate.
De esta manera, la industria nacional también requiere de volúmenes de producción primaria, pero bajo condiciones de cultivo distintas a la producción del tomate para consumo fresco que es destinado a la exportación.
Asimismo, la producción nacional de tomate rojo también ofrece productos que requiere la industria, cuyos requisitos de calidad, aspecto o valor son menos estrictos que las del producto destinado a la exportación o al consumo en fresco.
Estas necesidades de producción podrían adquirir mayor valor al formalizarse los vínculos entre los miembros de la red de valor y al estandarizar las necesidades de la industria por parte de los productores nacionales, ambos dirigidos por las demandas de los consumidores finales.
*Angélica Fermoso Gómez es especialista en la Subdirección Técnica y de Redes de Valor de FIRA.