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La reunión no musical de Talking Heads
El festival de Cine de Toronto fue testigo de la primera aparición pública de los Talking Heads en más de dos décadas. Aunque no fue una reunión musical, la cita se dio a propósito del estreno de la remasterización de la película de concierto Stop Making Sense del director Jonathan Demme. Para los fanáticos de la banda, la foto de David Byrne, Tina Weymouth, Jerry Harrison y Chris Frantz juntos se parece a la imagen de conciliación de Stalin, Churchill y Roosevelt en la Conferencia de Yalta. Tras décadas de frívolos intercambios y distanciamientos, los Talking Heads finalmente volvieron a aparecer juntos por un par de noches.
Acompañados por el director Spike Lee, quien filmó el espectáculo de Broadway de Byrne American Utopia, la banda presentó la versión remasterizada en 4K de su épica cinta de concierto estrenada hace 40 años y que ha sido aclamada por la crítica como la mejor película de concierto. Además se editó nuevamente el álbum con dos canciones que habían sido editadas de la versión original. El reencuentro de la banda se repitió dos días después en Nueva York con una proyección acompañada por una sesión de preguntas y respuestas con el público de patrones del festival BAM.
La película de Stop Making Sense, dirigida por Demme y fotografiada por Jordan Cronenweth, fue filmada durante tres noches en el Pantages Theatre de Hollywood, California, en diciembre de 1983 durante la gira del Speaking in Tongues. Fue una biografía cronológica y registra la última gira de la banda que saltó a la escena musical en el mítico club CBGB en Nueva York a mediados de la década de 1970. Era una presentación muy estilizada de un concierto donde el público nunca aparece, no hay interacciones o entrevistas innecesarias. Es un show para los presentes en la sala de cine.
La evolución de la banda se traza desde el sonido más primitivo de la guitarra y “un pequeño juguete” de David Byrne, para luego sumarse el bajo de Tina Weymouth, la batería de Chris Frantz y los acompañamientos del ex Modern Lover, Jerry Harrison. La versión extendida de los Talking Heads agregaba sintetizadores (Bernie Worrell), guitarras (Alex Weir), percusiones (Steve Scales), una sección de coristas (Lynn Mabry y Edna Holt) que representa la evolución y experimentación de la banda durante su carrera.
Inspirado por las palabras de un diseñador japonés que le dijo a Byrne que en el escenario todo debería de ser más grande, está el icónico traje que inmortalizó la iconografía visual de esta película. Stop Making Sense es la mejor versión que podemos tener de los Talking Heads para tratar de revivir lo que fue esta banda en sus épocas de gloria.
La reunión de los Talking Heads apela más a nuestra propia nostalgia musical que a otra cosa. Con su separación en 1991, siempre permanecerá este documento que engloba todo lo que eran.
Jerry Harrison se ha presentado junto con Adrian Belew para interpretar algunas canciones del álbum Remain in Light. Byrne incluye una buena dosis de canciones de Talking Heads en sus conciertos y Chris Frantz publicó hace unos años la extraordinaria memoria Remain in Love que resulta un deleite para todos los que busquen un poco más de chisme.
Las declaraciones de la banda a la prensa han dado señales de una reconciliación muy política y hasta ahora amigable, las fotos recientes lo confirman y, aunque emocionen a los fanáticos, muy probablemente ahí se quedarán ya que no necesitamos una reunión de los Talking Heads.
En Stop Making Sense permanece la imagen más idealizada de los Talking Heads. Está la excentricidad de su música, una visión efímera de experimentación y colaboración que hoy sería imposible replicar. Esta película dejó inmortalizada la imagen de una banda en la cima de sus poderes que nunca se volvió a repetir. Fue una experiencia que sólo pasa una vez en la vida y nos deja preguntándonos: ¿cómo fue que llegamos aquí?