¿Las gallinas ponen menos huevos en invierno?

Sobre el errático funcionamiento del mercado del huevo en los últimos meses se han postulado diversas explicaciones. Me referiré brevemente a un par de ellas. La primera es que las gallinas ponen menos huevos en invierno, lo cual es incorrecto, porque la producción industrializada tiene lugar en granjas bajo condiciones climáticas controladas. No hay evidencia que valide tal suposición. Lo que sí es cierto, es que en ocasiones las empresas aprovechan para llevar a cabo la práctica de pelecha de las gallinas, lo cual reduce la producción de huevo temporalmente. Las empresas también aprovechan para repoblar las granjas. Estas acciones las realizan después de las fiestas de fin de año, cuando la demanda disminuye.

Una segunda explicación es que el alza de precios resulta del acaparamiento por parte de intermediarios. Esta posibilidad es de difícil realización, porque el huevo es un producto perecedero, que no se puede almacenar mucho tiempo. Por tanto, no resulta claro que los intermediarios puedan acumular grandes cantidades de huevo durante mucho tiempo, pues ello podría afectar la calidad del producto y resultar ruinoso para ellos.

La realidad es que desde el segundo semestre de 2022 se han presentado brotes de influenza aviar en distintos países. En los EUA ello condujo al sacrificio de aproximadamente el 15% de las gallinas. En México, las acciones de sacrificio han resultado relativamente menores y se han efectuado en Jalisco, Sonora, Nuevo León, Coahuila y Yucatán. Aunque en los EUA los precios han aumentado hasta en 150%, en México los incrementos han sido un poco más moderados, y se han ubicado en alrededor del 60%.

La influenza aviar se presenta de manera recurrente y es transmitida, principalmente, a través de aves migratorias que infectan a diversos tipos de aves. Cuando se detecta un brote, las autoridades sanitarias usualmente proceden al sacrificio de los animales que pudieran haberse encontrado en contacto con el virus.

La afectación comercial en los EUA no se transmite directamente a México, porque no somos importadores de huevo para consumo desde ese país. En EUA el producto se somete a cadena de frío y a un proceso de desinfección que requiere de la aplicación de un recubrimiento. En México el producto se consume fresco y no se desinfecta, y no contamos con una cadena logística de frío que permita la importación.

Sin embargo, hay una variedad de huevo que sí es importada y resulta fundamental para la industria mexicana. Se trata del llamado huevo fértil, el cual es el insumo para los procesos de producción de huevo y carne de pollo.

El huevo fértil es producido en algunas granjas especializadas. Es el resultado de la mejora genética de las gallinas durante décadas. Son pocas las empresas en el mundo poseedoras de la tecnología y las licencias para producir gallinas madres, abuelas y bisabuelas reproductoras, que son las que producen el huevo fértil. Dicho huevo, una vez importado a México, se deposita en incubadoras para obtención de las pollitas que se convertirán en gallinas de postura.

La influenza aviar afecta toda la cadena de valor, no solo la postura final. El sacrificio de más de 50 millones de aves en los EUA demanda la provisión acelerada de huevo fértil, para repoblar las granjas de ese país, lo cual incide en las condiciones de mercado y abasto del mismo hacia México.

A estos problemas de suministro se debe añadir el incremento de costos, principalmente de alimentación basada en maíz amarillo, el cual debe ser importado y los costos de vacunación del hato avícola.

Esperemos que en un par de meses se regularicen las condiciones del mercado y los precios del huevo disminuyan. Sin embargo, el ajuste no será resultado del fin del invierno, sino del control de la influenza que las autoridades puedan lograr en los diversos territorios afectados.

*Socio Director de Ockham Economic Consulting, especializado en competencia económica y regulación.

@javiernunezmel