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Opinión

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Las renovables: una lección para la reforma energética

Ahora que se discute la tan añorada reforma en ese?sector, lo que pronto se volverá un debate nacional,?es tiempo de aprender de nuestros propios logros.

Aunque las energías renovables en México representan sólo 5% de la producción total de energía primaria, el sector es el de mayor crecimiento en el mercado energético nacional. Por ejemplo, en los últimos cinco años (2006-2011) el crecimiento de la generación eléctrica a partir de minihidroeléctricas ha sido de 300%, mientras que el de la energía eólica ha sido de la misma magnitud en tan sólo dos años (2011-2013). Lo anterior ha atraído inversiones por más de 5,000 millones de dólares en el último lustro, tan sólo en energía eólica.

Sin embargo, lo más relevante de este desarrollo es que, a diferencia del resto del mundo, dichas inversiones no necesitaron de subsidios o apoyos del estado. Mientras que la mayoría de los países en el mundo (118 países) le ha exigido a sus distribuidores eléctricos una compra mínima de electricidad proveniente de fuentes renovables, o bien, una tarifa mínima de compra de dichas fuentes (65 países), México solamente tuvo que abrir la generación eléctrica a la inversión privada (en algunas modalidades) para detonar su crecimiento exponencial.

Este es el mejor ejemplo de cómo una apertura mínima a dicha inversión privada en el sector eléctrico mexicano, controlado por un monopolio estatal, puede traer beneficios inmediatos al país, aún bajo condiciones poco favorables. No hay que olvidar que esta apertura se da en medio de un marco regulatorio que, por un lado, privilegia a las energías fósiles (al no considerar sus externalidades en los costos de producción) y, por otro, excluye a pequeños productores y opera sin claridad en ciertos rubros. Por ejemplo, aún hay cierta discrecionalidad sobre los precios de interconexión que cobra CFE y sobre los contratos y precios a largo plazo para proyectos de renovables, entre otros.

Ahora que se discute en quedito la tan añorada reforma energética para México (más bien, la del mercado de hidrocarburos) y que pronto se volverá una discusión nacional, es tiempo de aprender sobre nuestros propios logros. En este sentido, el desarrollo de las renovables en el país en los últimos cinco años debería no sólo inspirar la apertura, aunque sea parcial, de la exploración y explotación de hidrocarburos, sino también la apertura a la inversión privada en la transmisión y venta de la electricidad.

rgallegos@eleconomista.com.mx

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