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México: Pemex es destino
A poco menos de un mes para la sucesión presidencial, está por definirse la ruta que seguirá México en materia energética.
El camino que se elija determinará el destino de México.
La virtual presidenta de México, Claudia Sheinbaum, designará al que será el director de Petróleos Mexicanos, en los siguientes días.
El nombramiento dará luces respecto del camino que tomará para enfrentar lo que hasta ahora se identifica como uno de los más graves problemas financieros de México, el “riesgo Pemex”.
Dado el respaldo económico del gobierno a Pemex, frente a la deuda y baja producción de la petrolera, la calificación crediticia de México está en peligro.
El futuro de México se definirá en función del modelo operativo y financiero que se escoja para Pemex.
El que se ha seguido durante el gobierno lopezobradorista saliente, ha sido todo, menos exitoso.
La petrolera mexicana, a pesar de que ha recibido 165,600 millones de pesos de apoyos gubernamentales, cerró el primer semestre del año en curso con la mayor pérdida de los últimos 13 años.
Perdió 251,300 millones de pesos, de acuerdo con el cálculo del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
El diagnóstico sobre la condición de Pemex, es grave.
No obstante que recibe oxígeno financiero gubernamental para el segundo trimestre del año en curso registra elevadas pérdidas, más deuda, menoscabo en su patrimonio neto y menor producción de crudo.
La política de “rescate” de Pemex, ha conducido a la petrolera a un callejón sin salida.
Al apostar al modelo estatista y cancelar el modelo aperturista del sexenio previo, el gobierno mexicano ha tenido que destinar crecientes cantidades de recursos a Pemex sin que ésta pueda mejorar su operación y reducir sus deudas.
A pesar de todo, en el gobierno mexicano están empeñados en mantener su política de refinación y sustitución de importaciones de gasolinas, con un conjunto de plantas de refinación obsoletas y una nueva que ha sido inaugurada en múltiples ocasiones, pero que no ha podido iniciar el proceso de refinación.
En ese contexto, el responsable de las finanzas públicas, Rogelio Ramírez de la O, ha sido contundente al afirmar que la Secretaría de Hacienda va a estar lista para auxiliar a Pemex en los casos en que falte liquidez.
Ha dicho reiteradamente que el respaldo a la petrolera más endeudada del mundo, está garantizado.
La perspectiva del secretario de Hacienda transexenal, es muy positiva en torno a la situación económica de México en general.
De cara a las preocupaciones generalizadas de los analistas privados por el bajo nivel de crecimiento económico y el elevado nivel de déficit fiscal del 6% más el compromiso de reducirlo al 3% en el primer año del siguiente sexenio, el funcionario ha minimizado el reto.
Asegura que será posible hacerlo, porque con el sexenio concluyen los gastos en las grandes obras.
La percepción generalizada en el ámbito no oficial, es que el margen fiscal para el gobierno de Sheinbaum será muy reducido.
En el mes de julio pasado, la agencia calificadora Fitch Ratings hundió más a Pemex en grado especulativo de inversión; bajó su calificación a B+ (desde BB-).
Desde la evaluación de Fitch, Pemex quedó a dos peldaños de los llamados bonos “basura”.
Pemex perdió el grado de inversión por parte de la agencia calificadora Moody's desde abril del 2020 y a pesar del apoyo financiero del gobierno, la empresa petrolera no ha podido recuperar la confianza de las calificadoras.
Desde el gobierno se ha descalificado a las calificadoras.
Por eso, será de vital importancia, a quién designe como director de Pemex, la próxima Presidenta de México.
Pero sobre todo, será definitorio, el camino que seguirá para remontar la situación que vive Pemex.
México requiere, avanzar con criterios pragmáticos, hacia un modelo energético que le permita no sólo aumentar la capacidad de su propio aparato de producción, sino hasta para aprovechar la oportunidad que ofrece la relocalización de empresas.
Veremos qué camino elige el próximo gobierno. Pemex, hoy más que nunca, definirá el destino de México. Al tiempo.