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Opinión

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Otro cuello de botella; el atorón ahora está en almacenes

Contrario a los anuncios oficiales que insisten en que ya están resolviendo el problema del desabasto de medicamentos, la realidad es que el desorden continúa y, aunque tienen buenas intenciones, se van atorando en cada punto del proceso y, en lo que lo entienden por completo, se tardan mucho en resolverlo.

Ahora el cuello de botella es logístico. Resulta que se están juntando digamos que en las tuberías tanto la compra UNOPS como la del llamado Plan B hecha de urgencia con orden de entrega para el 31 de julio. Muchos proveedores sí cumplieron pero las entregas se están  atorando en almacenes de los operadores logísticos.

Aquí lo que pasa es que se sigue arrastrando el pecado original: la destrucción de la cadena de suministro que el país construyó a lo largo de 3 décadas. El nuevo esquema no tiene pies ni cabeza y no ha demostrado ser una mejor alternativa. Tal parece que lo mejor que le pudiera suceder al sistema público de salud sería regresar al modelo anterior; nos saldría mucho más barato en todos los sentidos a los contribuyentes, y sobretodo al paciente.

Conforme la Asociación Nacional de Distribuidores de Insumos para la Salud (ANDIS), si los almacenes se están saturando con lotes de medicamentos, no es por falta de capacidad sino porque no están siendo recibidos por clínicas, hospitales y centros de salud que no están emitiendo órdenes de compra. Es decir, los pacientes del sector público siguen sin su tratamiento y ahora no es porque no haya; ya los adquirió el Gobierno, pero están atorados en el camino.

Es parte de lo que decíamos la semana pasada, no se consideró la última milla. A Insabi le tocaba definir un esquema y un formato único que homologara las entregas a cada institución de salud, pero lo que hizo fueron unos lineamientos de entrega demasiado complicados. Aparte, Insabi definió una regla y UNOPS la suya propia. Al final los institutos -IMSS, ISSSTE, Sedena, Semar, Pemex y los de estados- prefirieron recibir cada uno bajo su propio criterio.

Entonces los operadores logísticos llegan con el producto, pero se los rechazan porque no es bajo el formato solicitado. Nos dicen que eso sucede sobretodo con medicamentos innovadores. Y hay sinsentidos como el caso de que para recibir una caja de 20 fármacos de alta especialidad, en el lineamiento se exige instalar un entarimado de grandes proporciones, cuando se trata sólo de una caja. Y así también exigencias de copias de documentos que no van al caso.

Todo esto está originando retrasos en el pago que es contra entrega; y ello tiene preocupada a la industria farmacéutica que de por sí viene cargando una deuda millonaria del Insabi desde el 2019. Hay estimaciones de que el Insabi le debe a los productores nacionales de medicamentos unos 3,000 millones de pesos. Sólo con las empresas de Amelaf, nos dice su presidente Arturo Morales, la deuda del Insabi suma unos 1,000 millones de pesos, y eso está ahorcando sobretodo a empresas pequeñas.

Es urgente acabar con el cuello de botella en favor de todos -de los pacientes y de la industria proveedora para que pueda seguir fabricando. La Canifarma junto con Andis ya trabajan en una matriz homologada para recibir los productos. De hecho en 2019 se lo habían presentado a la SHCP cuando esa dependencia se hizo cargo de las compras de salud, pero ahora la están actualizando para presentarla al Insabi y apoyar en finiquitar el desorden.

UNOPS se queda hasta el 2024 y ajusta compras

Después de 5 meses, UNOPS volvió a hacer una sesión informativa. Fue el viernes pasado y esta vez sentados junto con representantes de la industria proveedora mexicana con la cual, se dijo, hay un diálogo abierto.

Los directivos de UNOPS anunciaron que permanecerán en México haciendo las compras de medicamentos, conforme lo planeado originalmente, hasta el 2024. Renovaron sus objetivos en México y curiosamente ya no hablaron de apoyar la lucha anticorrupción...

Otra cosa que llamó la atención es que fue un ejercicio meramente de UNOPS, no estuvo su aliado Insabi, y lo que se evidencia es que no hay la mejor relación.

UNOPS dice que se queda, que a Insabi le toca consolidar la demanda para que UNOPS arranque la siguiente compra que se entiende ahora será multianual 2022-2024, aunque sobre esto último no fueron totalmente claros.

Es de verdad extraño todo esto -por decir lo menos- porque tras el regaño en la mañanera donde el presidente López Obrador y el secretario de Salud Jorge Alcocer dijeron con todas sus letras que UNOPS no cumplió y que por eso tuvieron que hacer un plan B.

Ahora UNOPS sale a decir en una reunión técnica abierta a toda público -transmitida en youtube- que continuará su labor hasta el 2024, pero queda la duda: ¿No eso le tocaría anunciarlo al Gobierno mexicano? Definitivamente no hay total transparencia; hay algo que nos están ocultando.

Cofepris, una nueva actitud con sus regulados

Y otra cosa que llamó la atención en la última semana fue la sesión del regulador sanitario Cofepris con la industria farmacéutica y demás proveedores de salud que abrió una gran expectativa sobre una nueva actitud hacia sus regulados. El enfoque ahora es de colaboración y respaldo para ser más eficientes, en vez de ver a las empresas como contrincantes o casi enemigos (como fue en la etapa previa de Cofepris durante los primeros dos años del sexenio).

Aparte de su disposición por detener el rezago histórico en trámites, y diciendo que ya desahogó por lo pronto 1,400 trámites atorados de los últimos 4 años, Alejandro Svarch habló de que si no hay esperanza para la regulación tampoco lo habrá para la innovación, y también se refirió al interés de que México sea un polo de inversión en el ámbito de salud y para ello Cofepris quiere ser un pilar estratégico en la capacitación de los profesionales.

La nueva Cofepris, que tendrá reuniones bimestrales con sus regulados, apuesta a la digitalización y a convertirse en una agencia sanitaria más ágil, eficiente y de referencia internacional.

Por cierto, no habló nada de la Política Industrial Farmacéutica encargada al Consejo de Salubridad General ni del proceso para revalidar su posición como agencia de referencia Nivel 4 de parte de la OPS, pero es claro que hay un deseo de Cofepris de mejorar la relación con el sector productivo que regulada que sostiene nada menos que el 17% de la economía nacional.

@maribelrcoronel

maribel.coronel@eleconomista.mx

Comunicadora especializada en temas de salud pública e industria de la salud. Cursó la maestría en Administración en Sistemas de Salud en FCA de la UNAM. Forma parte de la iniciativa www.HospitalsinInfecciones.com. Fundadora en 2004 de www.Plenilunia.com, plataforma de contenidos sobre salud femenina.

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