Buscar
Opinión

Lectura 4:00 min

Pemex: un costo neto para el próximo gobierno

Entre enero de 2022 y junio de 2023, Pemex pagó un total de 28,000 millones de dólares de impuestos. Anualizados, son casi 19,000 millones de dólares —más que las utilidades de cualquier empresa cotizada en las bolsas de México. Es un dato muy apantallante para los que sostienen que Pemex sigue siendo una bendición financiera para México.

Lástima que hayan sido con ‘v de vuelta’. En el mismo plazo, de acuerdo con el recuento más reciente de Fitch Ratings, Pemex le ha sacado compromisos y apoyos al gobierno federal por 23,300 millones de dólares. Esto implica un descuento de 83% sobre los impuestos totales pagados, colapsando la cifra neta a apenas 4,700 millones de dólares.

A primera vista, sigue sonando positivo. Pero si se compara a Pemex con los grandes contribuyentes que reportan al SAT, es claro que Pemex salió debiéndole a los mexicanos.

En 2021 (el último dato disponible en el SAT), con precios petroleros menos favorables, los grandes contribuyentes de la industria de extracción de gas y petróleo pagaron un ISR promedio de 4.31% respecto a sus ingresos acumulables; esto es lo que la famosa ‘tasa efectiva de ISR’ reporta. En contraste, en los últimos seis semestres, con precios mucho más favorables, Pemex pagó un impuesto total neto de 2.8 por ciento. Su ‘tasa efectiva de ISR’, cuando se limpia el efecto del derecho de utilidad compartida (DUC), es tan menor que no vale ni siquiera la pena comparar. 

El diferencial entre tasas (ISR para industria; total para Pemex) implica que Pemex pagó solamente el 65.3% que lo que el SAT considera como referencia en la industria. Es decir, para el plazo analizado, Pemex le quedó a deber al fisco al menos 2,500 millones de dólares. Un perfil promedio de contribuyente, en vez de uno que paga mucho pero luego exige muchas ayudas, le hubiera convenido mucho más a los mexicanos.

Podría ser peor. Todo indica, de hecho, que muy pronto vamos a extrañar las épocas en las que Pemex contribuía con algo –lo que fuera. Fitch estima que Pemex va a necesitar apoyos del gobierno por 20,000 millones de dólares por año entre 2024 y 2027. Si los pagos de impuestos de Pemex se mantuvieran en los 19,000 millones actuales, esto implicaría que Hacienda le termina pagando a Pemex. Desafortunadamente, aun si hubiera un cambio en la voluntad política, no queda claro de dónde se le pueda recortar tanto a los apoyos a Pemex. De los 81,500 millones de dólares de apoyos estimados por Fitch, 21,500 son para pagar vencimiento de la deuda. Otros 40,000 son para poder asegurar que Pemex siga teniendo capacidades para financiar inversiones de capital. Los otros 20,000 millones son para pagar los boquetes financieros de la operación, porque Pemex ya no está pudiendo cubrir ni pagar sus propios gastos operativos.

Técnicamente, el nuevo gobierno podría limitar las inversiones de capital de Pemex. O buscar mejorar su gestión operativa. Pero los márgenes de maniobra para no colapsar a la petrolera son estrechos. De no ser por un escenario en el que el gobierno federal asuma abiertamente la deuda de Pemex (lo cual requiere un cambio constitucional e implicaría el rescate financiero más grande de la historia de México), no hay muchas alternativas de optimización financiera para mejora. Refinanciar la deuda con las tasas actuales y virtualmente sin acceso a los mercados de capitales es cada vez más complicado.

Sin soluciones radicales para Pemex en el horizonte, como una restructuración profunda impulsada por la desincorporación de activos, Pemex va que vuela para consolidarse como costo neto permanente para la Hacienda Pública.

Temas relacionados

Únete infórmate descubre

Suscríbete a nuestros
Newsletters

Ve a nuestros Newslettersregístrate aquí

Últimas noticias

Noticias Recomendadas