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Perdidos en Matamoros
Para las autoridades estadounidenses, Matamoros es el principal bastión del Cártel del Golfo. El Departamento de Estado clasificó a los municipios de la llamada frontera chica —y al resto de Tamaulipas—como “de alto riesgo” para los viajeros, por la intensa actividad del crimen organizado.
El ataque perpetrado contra cuatro ciudadanos de Myrtke Beach, Carolina del Sur, justo después de que salieran del paso fronterizo, puso a esa ciudad tamaulipeca en el mirador mundial. Un secuestro fallido, explicó el fiscal estatal, Irving Barrios Mojica, producto de una confusión.
Zindell Brown y Shaeed Woodward murieron el mismo día de los hechos —el 3 de marzo—, mientras que Eric James William y Latavia Washington Tay McGee fueron rescatados, luego de tres días. La noche del pasado martes 11, en el programa CNN 360, de Anderson Cooper, los sobrevivientes ofrecieron un impactante relato sobre esas horas aterradoras.
La única confusión, insistieron, ocurrió cuando equivocaron la ruta, antes de ser emboscados. La minivan blanca, con placas de Texas, no se detuvo cuando le marcaron el alto en una avenida principal. “Zindell estaba en el asiento trasero y vio que estaban armados. ‘No te detengas’, dijo”, según el testimonio de Tay McGee.
Cuando les bloquearon el paso, Woodard y Zindell Brown abrieron la puerta lateral de la camioneta y echaron a correr. Williams, de 38 años, quiso escapar por el lado izquierdo y fue impactado por una ráfaga de una ametralladora.
Williams acudió al estudio de CNN, en Atlanta, en silla de ruedas. Una de sus piernas está inmovilizada. De la balacera, solo recuerda que Zindell corría cuando recibió dos impactos en la espalda, por lo que se desprendieron grandes trozos de carne.
Cuando los abdujeron —en una camioneta blanca—, los cuatro iban mal heridos, pero estaban vivos. Los videos de los momentos posteriores al ataque circularon profusamente y el FBI ofreció una recompensa para localizar a los cuatro estadounidenses desaparecidos.
Después de un trayecto que se prolongó 15 minutos, llegaron a una vivienda donde encontraron a sicarios que llevaban máscaras rojas y armas largas. Más tarde llegó un “examinador”, que los sometió a un intenso interrogatorio. “Los quiero a todos. Los dejo”, fueron las últimas palabras de Shaeed”, relató Williams, quien fue trasladado a una clínica por sus captores, ante la gravedad de sus heridas. Allí lo suturaron, sin anestesia.
McGee y Brown fueron confinados en una habitación de la vivienda. "Hablé con él todo el tiempo... sólo le dije que lo sentía porque le pedí que viniera conmigo y él sólo me dijo: 'No pasa nada, soy tu hermano, se supone que tengo que estar ahí para ti, te quiero'. "Una hora más tarde, Brown estaba muerto.
Inquietantemente, los miembros del cártel también intentaron que los dos supervivientes mantuvieran relaciones sexuales entre ellos. Washington Brown y Williams declararon a la CNN que hicieron creer a los pistoleros que eran hermanos y que ella estaba embarazada.
La búsqueda se extendió casi 140 horas. Por esos hechos, congresistas estadounidenses se han pronunciado por catalogar a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas, lo que permitiría “acciones quirúrgicas” para neutralizarlos.