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Postmorten de una derrota electoral
Con la derrota en las elecciones de gobernador del Estado de México, el PRI perdió su principal bastión. Se quedó sin la posición política desde la cual inició el camino de regreso a Los Pinos en 2012, después de dos campañas presidenciales fallidas. Luego de esta pérdida, el futuro se ve diferente para el otrora partido hegemónico de México.
Los resultados en las elecciones legislativas de hace tres años dieron pie al optimismo dentro sus filas. El PRI tuvo una notable recuperación luego del descalabro del 2018. Ganó entonces el 27.4% de la votación. Aunque permaneció como segunda fuerza política en la entidad, por debajo de Morena, su coalición con el PAN y PRD lo ponía de regreso en la contienda por la gubernatura.
En efecto, juntos PRI, PAN y PRD –integrantes de la coalición Va por México– habían ganado en 2021 el 44.8% de la votación, mientras que Morena, PT y Partido Verde obtuvieron el 40.2%. Si Va por México se mantenía unida podría retener la joya de la corona del PRI histórico. A pesar de los desatinos de la dirigencia nacional del PRI, la coalición opositora logró sostenerse. Con mucha pericia, el PRI del Estado de México logró incluso sumar a Nueva Alianza, que en 2021 obtuvo el 3.3% de la votación.
El plan parecía avanzar sin contratiempos. Sin embargo, los resultados del domingo muestran que la coalición PRI, PAN-PRD-Nueva Alianza fue menor a la suma de sus partes. Mientras que el PRI tuvo un pequeño crecimiento de 73,840 votos (1.8 puntos porcentuales), PAN, PRD y Nueva Alianza tuvieron menos votos que en 2021.
Alejandra del Moral, la candidata priísta de Va por el Estado de México, se quedó corta en la movilización del voto azul. En comparación con 2021, el PAN cayó un 1.9 puntos porcentuales (124, 814 votos). Tampoco logró reactivar el voto amarillo. El PRD, que viene en una espiral acelerada de descomposición, tuvo 52,800 votos menos que 2021. Se perfila para perder el registro como partido político. Los mismo pasa con Nueva Alianza.
En cambio, los partidos de la coalición Juntos Hacemos Historia tuvieron un mejor desempeño que en 2021. Delfina Gómez no sólo levantó a su partido, Morena, sino también hizo crecer al Partido Verde y el PT. Morena tuvo 283,412 votos más que en 2021, para alcanzar el pasado domingo el 36.3% de la votación válida.
El Partido Verde y PT se han beneficiado electoralmente de la coalición con Morena. Obtuvieron el 10.4% y el 7.6% de la votación válida, respectivamente. El PT logró duplicar el número de votos que obtuvo en 2021. El crecimiento del Partido Verde fue del 87%. Sin los 621, 732 votos del Partido Verde, Delfina Gómez habría vuelto a perder la elección.
Los resultados de la elección de gobernatura del Estado de México, por el tamaño y las características sociodemográficas de la entidad, constituyen un indicador de las tendencias que prevalecen en todo el país a un año de la elección presidencial. Ganar las elecciones de gubernatura mexiquenses, sin embargo, no asegura el triunfo en las presidenciales. El PRI lo hizo en 1999, 2005 y 2017, para luego perder las presidenciales del año siguiente.
No obstante, tener un buen desempeño en las elecciones de gubernatura del Estado de México parece una condición necesaria para que la oposición pueda ganar la contienda por la presidencia. Así pasó en 1999, 2011, 2017 y en menor medida en 2005. Pero el significado preciso de ese “buen desempeño” es relativo.
Si lo comparamos con las expectativas generadas por las encuestas a lo largo de las campañas, a la coalición PRI-PAN-PRD no le fue mal. La gran mayoría de los sondeos de opinión ponían a su candidata entre 15-20 puntos porcentuales debajo de Delfina Gómez. Al final, Alejandra del Moral recortó la diferencia a 8.6, una distancia remontable de cara al 2024.
Sin embargo, si nuestro punto de referencia son las elecciones legislativas del 2021, el momento claramente le favorece al oficialismo.
*Profesor del CIDE.
Twitter: @BenitoNacif