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Opinión

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Próxima vacante en el Banco de México

En las últimas semanas renació la inquietud sobre la próxima propuesta que el Ejecutivo deberá enviar al Senado para cubrir una vacante en la Junta de Gobierno (JG) del Banco de México. La vacante que se generará corresponde al subgobernador Gerardo Esquivel, cuyo periodo vence el 31 de diciembre. Hay que recordar que Esquivel  fue aprobado para la Junta en 2019 para finalizar los cuatro años que aún le restaban al subgobernador Roberto del Cueto quien renunció. Esquivel cumple con el requisito legal de edad para ser renominado. No obstante, López Obrador ha mandado señales en público en repetidas ocasiones que no tiene contemplado que repita en el cargo.

Esquivel volvió a ser noticia cuando sorpresivamente al cuarto para las 12, el presidente lo nombró candidato para la presidencia del BID. Revelando que no conoce cómo se mueven estos temas a nivel internacional, donde el cabildeo y la negociación son cruciales, enfiló a Esquivel a una derrota segura. Sorprende que Esquivel se haya prestado a ello, pues lo lógico hubiese sido declinar la propuesta ante la ausencia de esa estrategia de cabildeo. Fue poco digno para un buen economista como Esquivel exhibirlo internacionalmente en una dolorosa humillación donde sólo dos países votaron por él.

La semana pasada en la mañanera AMLO elogió a Esquivel como un profesional con sentido social que “nos ha ayudado mucho”. Pero no mencionó que lo consideraría para ratificarlo como subgobernador y, en cambio, dijo de manera disparatada que le encontraría “acomodo en un organismo internacional representando a México”. 

AMLO no entiende que para ser parte de la JG del banco central se requiere un perfil altamente técnico y experimentado. Pero él privilegia perfiles ideologizados. Ya han trascendido a nivel de rumor algunos posibles nombres. Esquivel ha desempeñado un papel decoroso en la JG, y será recordado por sus votos disidentes para aumentar la tasa de interés. Si AMLO está pensando en una persona altamente ideologizada, sería mejor renominar a Esquivel, quien ya transitó la curva de aprendizaje de la política monetaria, materia que le era ajena. Ahora bien, si AMLO tuviera un destello de madurez, nominaría a un cuadro del interior del Banco que ya tuviera experiencia y, sobre todo, memoria institucional, que hoy ningún miembro tiene.

Es probable que AMLO, para mostrar su desprecio que tiene hacia órganos autónomos, se tarde en nominar al nuevo integrante y podría dejar vacante la subgubernatura por varios meses, como lo ha hecho con la junta de la COFECE y el IPAB. La JG del Banco puede funcionar de manera temporal sin mayores problemas con cuatro miembros. Más en esta coyuntura donde la JG tiene muy claro de cómo mover la política monetaria para los próximos 12 meses y no se prevén desacuerdos fuertes entre sus integrantes. Ya en una ocasión, durante enero-junio de 2007, la JG sesionó con cuatro integrantes.

Si Esquivel no es renominado, ya declaró que regresaría a su plaza de profesor investigador del Colmex, su verdadera vocación, desde donde podrá reanudar sus aportaciones relevantes sobre la desigualdad y la pobreza. Mucha suerte. 

Twitter: @frubli

Economista egresado del ITAM. Cuenta con Maestría y estudios de doctorado en teoría y política monetaria, y finanzas y comercio internacionales. Columnista de El Economista. Ha sido asesor de la Junta de Gobierno del Banxico, Director de Vinculación Institucional, Director de Relaciones Externas y Coordinador de la Oficina del Gobernador, Gerente de Relaciones Externas, Gerente de Análisis Macrofinanciero, Subgerente de Análisis Macroeconómico, Subgerente de Economía Internacional y Analista.

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