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Ramírez de la O, el Plan C y el rugido de los mercados
Los mercados rugieron el lunes. El secretario de Hacienda salió el martes a calmarlos. La cuestión no es si lo logró, porque es muy pronto para decirlo. Más bien es ¿cuánto de lo que preocupa a los mercados depende del secretario de Hacienda?
A los inversionistas los pone nerviosos, por ejemplo, la mayoría calificada de Morena en el Congreso. Esto implica la eventual aprobación del Plan C, anunciado por el presidente López Obrador y apoyado por Claudia Sheinbaum, como candidata.
No todo lo que contiene el Plan C preocupa a los mercados. Del mismo modo, no todo lo que pone vigilantes a los mercados está en el Plan C. Un asunto que ellos miran con lupa y con telescopio, por ejemplo, es el déficit de las finanzas públicas. Se preguntan qué va a hacer el gobierno para reducir ese déficit que en 2024 está proyectado que alcance alrededor de 6 puntos del PIB (2 billones de pesos aproximadamente).
¿Qué podemos esperar de la interacción de Ramírez de la O con los inversionistas? La sesión del martes 4 de junio nos da algunas pistas. Fue un encuentro brevísimo que generó un enorme interés. Fue un acierto haberlo hecho a las 7 de la mañana, antes de que los mercados financieros empezaran a operar. Fue bueno también que el emisor del mensaje fuera Rogelio Ramírez de la O, al desempeñar un doble rol: secretario de Hacienda del gobierno saliente y titular confirmado de la misma dependencia para el próximo gobierno.
La ratificación de Ramírez de la O al frente de Hacienda es un acierto por muchas razones. Es un economista competente que goza de la confianza de AMLO y de Claudia Sheinbaum. Por su experiencia profesional previa y por su desempeño en la SHCP desde agosto de 2021, goza también de la confianza de muchos de los agentes que determinan cómo se comportan los mercados: agencias calificadoras, inversionistas institucionales, grandes empresarios y banqueros, entre otros.
La conferencia con inversionistas fue breve y el mensaje escrito que salió de la misma fue parco. La principal crítica es que no hubo sesión de preguntas y respuestas. En defensa de la estrategia del secretario de Hacienda hay que recordar que Alan Greenspan, legendario presidente de la Reserva Federal, era también partidario de no dar demasiadas explicaciones. En tiempos de Greenspan cualquier cosa servía para decodificar lo que el jefe de la Fed quería decir, desde el grosor de la carpeta que llevaba bajo el brazo, hasta las veces que había sonreído en una comparecencia.
¿Funcionarán conferencias como la de ayer para los tiempos que vienen? Lo cierto es que los mercados tuvieron una jornada mucho menos agitada que la del lunes. Cabe suponer que en otros momentos, se necesitará mas interacción y formas creativas de desahogar las preguntas que están en el aire. El hecho es que el secretario de Hacienda no puede responder de lo que pase en el Congreso con el Plan C, es un asunto político, donde intervienen otros actores, empezando por el presidente y la presidenta.
Podemos imaginar que Ramírez de la O será consultado sobre el impacto de algunas de las medidas que implica el Plan C. Por ejemplo, la declaratoria del sector eléctrico como estratégico. Esta implica reformar los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución y puede agudizar los conflictos con Estados Unidos y Canadá en el contexto del T-MEC, además de complicar el logro de las metas de atracción de inversión que hay para el nearshoring.
Líneas arriba decía que no todo lo que preocupa a los inversionistas está en el Plan C. El comunicado de la Secretaría de Hacienda deja claro que Ramírez de la O y su equipo lo entienden. No basta con decir que continuará la política económica, como hizo López Obrador en la mañanera. Hay muchos asuntos relevantes por aclarar: ¿cómo se manejará Pemex el próximo sexenio? Claudia Sheinbaum ha dicho que seguirán los apoyos para esta empresa, pero eso no quiere decir que se hará del mismo modo y con los mismos montos que en este sexenio. El punto 3 del comunicado de Hacienda habla de “estrechar la colaboración con Pemex, aprovechando el apoyo del Congreso para optimizar el buen uso de los recursos públicos”.
En el sexenio que está a punto de terminar, la gestión de Pemex no tuvo mucha coordinación con Hacienda. El director de la empresa, Octavio Romero Oropeza, es uno de los mejores amigos del presidente y, en muchos de los temas relevantes, ha acordado directamente con AMLO. Romero aspira a repetir al frente de Pemex, pero Hacienda necesita que los resultados de la petrolera mejoren significativamente para que estos dejen de ser un riesgo para las finanzas públicas. A los mercados les preocupa que Pemex no cambie sustancialmente. Es uno de los temas a los que Ramírez de la O deberá dar prioridad en su segunda temporada como secretario de Hacienda.
En lo relacionado con manejo de deuda y del déficit, el comunicado de ayer nos ofrece información relevante y algunos números. Hay compromisos que asume Hacienda. Habrá un periodo donde sólo podremos especular. La prueba de fuego estará en el presupuesto del 2025 que se presentará en los próximos meses y se aprobará en noviembre. Es ahí donde veremos cómo viene Rogelio Ramírez de la O: parte II.