Reflexiones sobre la Comercialización del Cannabis

Ninguno escarmienta en cabeza ajena”, proverbio español.

¿Es posible que solo las vivencias propias nos ofrezcan genuinas lecciones? En México, la despenalización del uso de la cannabis es un tema candente. A pesar de los avances en la autorización para su uso lúdico, la regulación y la comercialización siguen siendo asuntos espinosos.

Una publicación reciente en la prestigiosa revista JAMA (Journal of American Medical Association) lleva por título “Changes in cannabis-attributable hospitalizations following nonmedical cannabis legalization in Canada”. Su autor principal, el Dr. Daniel T. Myran, pertenece al programa de epidemiología clínica del Instituto de Investigación del Hospital de Ottawa. Esta meticulosa investigación contó con el respaldo y financiamiento de importantes entidades canadienses como el Centro Canadiense sobre Uso de Sustancias y Adicción y becas de los Institutos Canadienses de Investigación en Salud y el Departamento de Medicina Familiar de la Universidad de Ottawa.

El estudio plantea una pregunta esencial: ¿Cómo han influenciado las tasas de hospitalizaciones relacionadas con el cannabis a nivel nacional y entre provincias tras su legalización no medicinal en Canadá? El objetivo de este análisis era clarificar el impacto de tal legalización y la subsecuente comercialización en las hospitalizaciones canadienses.

Para arrojar luz sobre este asunto, se estudiaron las hospitalizaciones de individuos entre 15 y 105 años en las cuatro provincias más densamente pobladas de Canadá -Ontario, Quebec, Alberta y Columbia Británica-, con una población de 26.9 millones de personas. Se compararon los cambios inmediatos y graduales en las tasas estandarizadas por edad y sexo de hospitalizaciones por cannabis utilizando un diseño durante 3 períodos de tiempo: prelegalización (enero de 2015 a septiembre de 2018), legalización con restricciones de productos y tiendas (octubre de 2018 a febrero de 2020) y comercialización, que se superpuso con la pandemia de COVID-19 (marzo de 2020 a marzo de 2021).

Los datos revelan que hubo 105,203 hospitalizaciones relacionadas al cannabis durante un periodo de siete años; de las cuales 69,192 (65.8%) fueron entre hombres y 34,678 (33%) entre personas de 15 a 24 años. En general, la tasa de hospitalizaciones estandarizada por edad y sexo aumentó 1.62 veces entre enero de 2015 (3.99 por 100,000 personas) y marzo de 2021 (6.46 por 100,000 personas).

Es alarmante constatar que, durante este tiempo, la tasa de hospitalizaciones relacionadas al cannabis aumentó significativamente. Se evidencia, en particular, un marcado incremento en las hospitalizaciones por psicosis inducida por cannabis.

Los resultados sugieren que, mientras la legalización con restricciones no llevó a un incremento en las hospitalizaciones, la comercialización del producto sí lo hizo. Estos descubrimientos resaltan la necesidad de medidas preventivas cuidadosamente calibradas en jurisdicciones, como México, que contempla la legalización.

El consumo habitual e intenso de cannabis ha sido relacionado con numerosos problemas de salud, incluyendo psicosis, ansiedad incrementada, depresión y adicción. El aumento en las visitas a urgencias debido al consumo de cannabis es un fenómeno observado también en Estados Unidos y Europa.

Ante esta realidad, es imperativo que evaluemos detenidamente el camino a seguir, las legislaciones pertinentes y las políticas públicas derivadas. Es vital aprender de las experiencias de países como Canadá para informar nuestras propias decisiones.

Las diferentes estrategias provinciales en Canadá nos ofrecen valiosas lecciones sobre el impacto de la comercialización y el acceso al cannabis. Por ejemplo, aunque todas las provincias de Canadá estaban obligadas legalmente a permitir la venta de cannabis en octubre de 2018, a cada provincia y territorio se le permitió establecer sus propias regulaciones sobre cómo se vendería el cannabis y los tipos de productos que podrían introducirse. Inicialmente, a todas las provincias de Canadá solo se les permitía vender flores secas de cannabis. En octubre de 2019, a los productores de cannabis se les permitió presentar solicitudes para comenzar a vender nuevos productos de cannabis de alta potencia, incluidos comestibles, vaporizadores y concentrados. La mayoría de las provincias permitieron que estos productos llegaran al mercado a partir de principios de 2020. Es fundamental que tomemos en cuenta estos hallazgos al ponderar nuestras propias políticas.

Los autores enfatizan que sus hallazgos tienen importantes implicaciones políticas dentro de Canadá y otros países que están considerando legalizar el cannabis. Sugieren que la legalización del cannabis con controles estrictos puede no causar ningún cambio inmediato en las tasas de hospitalizaciones e incluso puede tener un modesto beneficio para la salud pública, ya que en este estudio la legalización se asoció con una disminución en las visitas al servicio de salud relacionadas con el cannabis. Sin embargo, también advierten que la comercialización y la rápida expansión del mercado minorista de cannabis pueden revertir estos beneficios con aumentos constantes en las hospitalizaciones por cannabis en los diferentes enfoques regulatorios provinciales en Canadá.

¿Cuál es su postura, estimados lectores, en este debate contemporáneo? ¿Debemos escarmentar en cabeza propia? La decisión que tomemos hoy repercutirá en generaciones futuras. Es nuestro deber informarnos y actuar con prudencia. 

Éctor Jaime Ramírez Barba es médico especialista en cirugía general, certificado en salud pública, doctorado en ciencias de la salud y en administración pública, y es diputado reelecto del grupo parlamentario del PAN en la LXV Legislatura.