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Reforma eléctrica, parteaguas
Tradicionalmente es el paquete económico que envía el gobierno en turno al Congreso de la Unión el que marca las coordenadas de la ruta económica del país.
Todo indica que por primera vez en muchos años, el paquete económico, es decir la Ley de Ingresos, la Miscelánea Fiscal, el Presupuesto de Egresos de la Federación y los Criterios Generales de Política Económica, no serán los que definan el rumbo de la economía.
O por lo menos dependerá de la discusión y aprobación o rechazo de una reforma de gran calado.
Será lo que decidan los legisladores en torno a la Reforma Eléctrica del gobierno lopezobradorista lo que marque el destino económico nacional.
Si se aprueba la Reforma Eléctrica el principal efecto que tendrá será una fuerte caída en el nivel de inversiones privadas nacionales e internacionales y muy probablemente la degradación crediticia de la deuda soberana de México.
De aprobarse en los términos planteados, la Reforma Eléctrica cambiará el rumbo económico de México.
Al menos eso es lo que pronostican la mayoría de los analistas. Si no se aprueba, los efectos serán otros. Y las preocupaciones serían otras.
Del paquete económico la atención se centraría en lo macro, en las proyecciones del crecimiento de la economía y del precio internacional del petróleo.
En ambos casos, hay notables diferencias entre lo que proyectan los economistas de las instituciones financieras y lo que pronostica el gobierno mexicano, desde la secretaría de Hacienda que encabeza Rogelio Ramírez de la O.
Hacienda proyecta una tasa de 4.1% de crecimiento del PIB. Los analistas privados estiman una tasa del 3%.
En una conversación reciente, el titular de las finanzas públicas comentó que el presidente López Obrador no quiere ocultar ingresos artificialmente disfrazados con una menor tasa de crecimiento económico.
Si el gobierno considera que la tasa de crecimiento será de 4.1% ¿por qué decir que será de 3%, para tener un guardadito?
Sin embargo, en la Cámara de Diputados, el precio internacional del petróleo proyectado por Hacienda, no fue modificado. Quedó en 55 dólares por barril cuando el precio del petróleo, al 21 de octubre pasado, alcanzó los 77.64 dólares.
La notable diferencia entre el precio del petróleo proyectado y el que se registre a fines de año, de mantenerse en el tiempo y todo indica que así será, implica cuantiosos recursos adicionales que ingresarán a las arcas federales.
Aunque, hay que decirlo también, el alto precio del precio internacional del petróleo, que desde ahora hay quienes anticipan podría alcanzar los 100 dólares por barril, también representa un desafío por el enorme costo que representan las importaciones de gasolinas y el obligado aumento en el subsidio gubernamental a las gasolinas.
Al final, el gobierno tendría un guardadito que compensaría un menor crecimiento económico en caso de que no se cumpla la expectativa oficial.
Tales cálculos y compensaciones, resultarán un problema muy menor, frente a las severas dificultades que generaría la aprobación de la Reforma Eléctrica. En la Cámara de Diputados pasó prácticamente sin cambios el Paquete Económico.
Y en la Cámara de Senadores, es muy probable que sólo se registren algunas modificaciones que maquillen un poco la aplanadora morenista.
En la miscelánea fiscal se plantean castigos más severos para el contrabando de mercancías; obligar a los contadores a denunciar trampas de sus clientes; impedir simulaciones laborales y donaciones fantasma, así como la inscripción obligatoria al Registro Federal de Contribuyentes (RFC) desde los 18 años de edad.
El cálculo es que se captarán 3.7 billones de pesos de recaudación participable en 2022.
Veremos qué temas son los que más habrán de preocuparnos.
Atisbos
REVES.- La Corte le dio palo al gobierno mexicano. Le dio la razón al bloque opositor en el Senado y a la Comisión Nacional de Derechos Humanos. Declaró inconstitucional la prisión preventiva oficiosa por defraudación fiscal, y por la expedición, venta, enajenación, compra o adquisición de comprobantes fiscales falsos.