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Reporte del USDA confirma tendencia bajista para el maíz
Iowa Farmers Finish Fall Corn Harvesting
Este jueves se esperan las primeras estimaciones sobre la superficie que sembrarán los agricultores de maíz para el ciclo 24/25, por lo que habrá que estar muy pendientes
Hace dos semanas, en este mismo espacio les platicaba sobre el difícil panorama que enfrentan los productores de maíz de nuestro país por diversos factores, como son la caída estrepitosa que hemos visto en el precio del grano desde el año pasado, la fortaleza de nuestro tipo de cambio peso/dólar y la fuerte sequía que azota a nuestro país, entre otros, y el pasado jueves, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, (USDA, por sus siglas en inglés) simplemente vino a confirmar la expectativa bajista que prevalece para el maíz.
Como cada mes, el USDA emite su reporte sobre oferta y demanda para granos, el cual en esta ocasión no trajo grandes sorpresas con respecto a la tendencia bajista que se ha venido viendo en el mercado de futuros de Chicago para el maíz en este ciclo 23/24.
Pero vayamos a los números.
A nivel Estados Unidos, el USDA estimó inventarios finales de 55.17 millones de toneladas frente a los 54.56 millones esperados por el consenso del mercado y los 54.92 millones que estimó en el reporte de enero y que les dábamos cuenta hace unas semanas.
Pero donde se ve una mayor diferencia es cuando lo comparamos con los inventarios finales del año pasado, los cuales se ubicaron en 34.55 millones de toneladas; es decir, este año estiman que los inventarios finales sean superiores en 20.62 millones de toneladas, lo cual explica las fuertes presiones bajistas que hemos estado observando, entre otros factores.
A nivel mundial, el USDA ubicó sus estimaciones para los inventarios finales en 322.1 millones de toneladas, apenas 1 millón de toneladas por debajo de lo que esperaba el mercado, abajo en 3.1 millones con respecto al reporte de oferta y demanda de enero, pero todavía 21.8 millones de toneladas por encima del año pasado.
Para que se den una idea de lo que esto significa, la producción total de maíz en nuestro país en un buen año oscila entre los 20 y 25 millones de toneladas.
A pesar de lo anterior, el mercado reaccionó con leves alzas por momentos en el mercado, para finalmente cerrar en terreno negativo el pasado viernes.
Por lo pronto el clima en Sudamérica evoluciona bien y les recuerdo que Brasil se ha convertido en un competidor importante para Estados Unidos en las exportaciones de maíz y soya a China, donde el USDA estimó que la producción del país sudamericano se podría ubicar en 124 millones de toneladas para maíz, versus los 123.6 que estimaba el mercado y en 156 millones de toneladas para soya, contra los 152.5 millones esperados.
Este jueves se esperan las primeras estimaciones sobre la superficie que sembraran los agricultores de maíz para el ciclo 24/25, por lo que habrá que estar muy pendientes.
Finalmente, el reporte de mayor peso será el que emita el USDA a finales de marzo, donde informe la intenciones de siembra y los inventarios trimestrales para maíz, donde si estos se ubicaran por debajo de la expectativas podrían ayudar a darle un respiro a los precios, pero de confirmarse una gran superficie a sembrar, la tendencia a la baja de los precios difícilmente se podría revertir, con el impacto negativo que esto traería a nuestros productores de Sinaloa en una época en la que ya se encontrarían cerca de la cosecha.
Al cierre del viernes, el contrato de futuros a marzo perdió 0.63% en la sesión para ubicarse ya en los 169.48 dólares/tonelada mientras que el contrato a julio que es el de referencia para nuestros maiceros de Sinaloa cayó 0.55% en la sesión mientras que en las dos últimas semanas ha perdido 2.59% al ubicarse en 177.75 dólares/tonelada.
Con costos elevados de producción, presiones inflacionarias que no solamente no se han reducido sino que se han incrementado en los últimos dos meses, un tipo de cambio que se ha seguido fortaleciendo, una sequía en nuestro país que está afectando los niveles de producción, la ausencia de apoyos, los niveles de inseguridad que enfrentan, y precios tan bajos, queda claro por qué nuestros productores dicen que al sembrar maíz, los números simplemente no dan.