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Rescatemos el cultivo de la vainilla
La vainilla es originaria de México (región Totonacapan) y Centroamérica, y es uno de los géneros dentro de la familia de las Orchidaceae que produce frutos comestibles. Los primeros datos que se tienen de esta especie datan de los años 1427 - 1440, periodo durante el cual los aztecas conquistaron el imperio totonaca, recibiendo como tributo la vainilla, que utilizaban para aromatizar una bebida llamada xocolatl, elaborada con este fruto y cacao. En la época colonial se utilizaban las vainas disueltas en agua como diurético y como remedio para las picaduras de animales ponzoñosos. Hoy en día, la vainilla es uno de los condimentos más caros y ha llevado su aroma y sabor a todo el mundo.
La vainilla deriva de un género de orquídeas donde se contabilizan unas 120 especies estimadas. Hasta este momento, existe tres especies comerciales: planifolia, tahitensis y pompona. De las tres, la planifolia representa aproximadamente 90% de la producción comercial a nivel mundial.
Aun cuando México es centro de origen de la vainilla y cuenta con conocimientos técnicos, sociales y culturales de dicho cultivo, los principales países productores son Indonesia, Madagascar y China que, en conjunto, significan 80% de la producción mundial, seguidos por Nueva Guinea, Uganda, Turquía, Tonga y Comoras.
México empezó a declinar su producción en la década de los 50, lo que lo llevo a perder el monopolio mundial de la producción de la vainilla, cediendo su lugar a Madagascar. Actualmente, la producción de México es del orden de las 420 toneladas, volumen equivalente a 5% de la producción mundial de 8,500 toneladas.
La vainilla es un producto que se cultiva principalmente en la región de Totonacapan en los estados de Veracruz y Puebla, así como en los estados de Oaxaca, Hidalgo, San Luis Potosí, Quintana Roo y Chiapas.
El promedio de la superficie sembrada de vainilla durante los últimos cinco años (2010-2014) fue de alrededor de 1,160 hectáreas, al ser Veracruz, Oaxaca y Puebla las principales entidades productoras, con 97.5 % de la superficie sembrada (1,070 hectáreas).
Según información del SIAP-Sagarpa, durante este mismo periodo de tiempo la superficie sembrada disminuyó en 24%, mientras que el rendimiento por hectárea se incrementó en 12%, al pasar de los 396 a los 449 kg/ ha de vainilla verde.
Existen cuatro sistemas de siembra, es decir, se utilizan diferentes tipos de especies arbustivas como tutores, tales como el acahual, pichoco, naranjo y casa sombra. Éste último es el que representa una mejor productividad. La superficie dedicada por productor en su mayoría no excede de un cuarto de hectárea de forma artesanal o tradicional. Se estima que a esta actividad se dedican 3,500 productores.
El día de mañana, les estaré comentando de las causas que originaron la disminución de la superficie sembrada, así como del gran potencial productivo y económico en la región del trópico húmedo de México.
*Miguel Gerardo Ochoa Neira es subdirector de Análisis del Sector en FIRA.