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Rondas petroleras, a tres años
Este primero de diciembre, se cumplen tres años del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Es buen momento para realizar un balance de lo que ha ocurrido con la suspensión de facto de la apertura a la inversión privada nacional e internacional en la exploración y explotación petrolera.
La política del gobierno lopezobradorista en esta materia, inició, de hecho, meses antes de que tomara el poder, cuando ordenó la suspensión de las rondas petroleras.
No se completó ni una decena de rondas petroleras porque el entonces presidente electo –con la sumisión del presidente en funciones, Enrique Peña Nieto– ordenó la suspensión de las subastas en las que participaron las grandes compañías petroleras del mundo y locales para obtener la autorización para la exploración y explotación de los bloques en los que se subdividieron las aguas del Golfo de México.
En términos generales, el presidente de México desde el inicio de su gobierno criticó la apertura del sector petrolero mexicano.
Ha afirmado que en realidad fue un engaño porque los inversionistas prometieron grandes inversiones y “nunca llegó la dolariza”.
Las nueve rondas petroleras que sí se completaron, ha dicho el jefe del Ejecutivo, fueron un engaño, una estafa.
Sin embargo, la información oficial y la privada indican justamente lo contrario.
Sí ha llegado la dolariza y el gobierno es el principal beneficiario en virtud de que la renta petrolera del Estado mexicano establecida en los contratos es del 74%, uno de los mayores porcentajes en el mundo.
Esto significa en otras palabras que la mayor parte de los ingresos derivados de la producción total de los contratos, son para México.
Es decir, se trata de multimillonarias inversiones de empresas internacionales que corren el riesgo al explorar y extraer el petróleo y le pagan una elevada renta al Estado mexicano, sin que el gobierno invierta un quinto de su presupuesto.
Los números revelan que sí se han realizado cuantiosas inversiones, que hay una cuantiosa cantidad comprometida y que, de los 111 contratos firmados por el gobierno mexicano con las empresas privadas, apenas 34 ya iniciaron la explotación.
El resto sigue en proceso de exploración y cuando inicien la extracción, seguramente los resultados serán mucho mayores.
Lo que dice el presidente López Obrador respecto de que nunca llegó la dolariza, es por lo menos inexacto.
De acuerdo con los números de la Asociación Mexicana de Empresas de Hidrocarburos (Amexhi), la industria petrolera privada ha invertido 18,000 millones de dólares.
Además, están presupuestados 42,000 millones de dólares de inversiones en planes aprobados por la Comisión Nacional de Hidrocarburos.
Eso significa que la afirmación presidencial de que “nunca llegó la dolariza”, está muy lejos de la realidad.
Además, el principal beneficiario ha sido el gobierno mexicano porque ha recibido, directamente o a través de Petróleos Mexicanos, la mayor parte.
El desglose es el siguiente: se han realizado 7,622 millones de dólares en inversiones ejecutadas en proyectos de exploración y extracción de hidrocarburos; 2,872 millones de dólares en pagos al Fondo Mexicano del Petróleo; 2,513 millones de dólares en transferencias a Pemex; 4,657 millones de dólares en pagos al Centro Nacional de Información de Hidrocarburos (CNIH); 400 millones de dólares en aprovechamiento de la Comisión Nacional de Hidrocarburos y 2,550 millones de dólares en inversiones en fortalecimiento de proveedores nacionales.
Han transcurrido poco más de tres años desde que dejaron de realizarse las rondas petroleras con todo lo negativo que implica perder la oportunidad.
Han pasado tres años, en los que, a pesar de todo, las empresas petroleras privadas han invertido y han logrado perforar 117 pozos y operar un promedio de 825 pozos.
Están generando 5,160 millones de dólares en contenido nacional del 2015 al 2024; han generado 56,000 empleos directos e indirectos.
Y han aumentado las reservas 1P, 2P y 3P de hidrocarburos asociadas a los contratos en seis, siete y cinco veces, respectivamente, de 2017 a la fecha.
Se estima que de los más de 42,000 millones de dólares de inversiones aprobadas el 50% se materialice del 2019 al 2024.
Esa es la realidad. No más, pero no menos.