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Sistema de pagos mundial, cambio de piel
El mundo avanza aceleradamente hacia un cambio radical del sistema de pagos.
El avance del dinero digital y la proliferación de plataformas de pago electrónico, a nivel internacional, está obligando a un cambio de piel, es decir a la modernización, del tradicional sistema de pagos.
El objetivo es aumentar la velocidad e integridad de los pagos internacionales y en paralelo reducir los costos.
¿Por qué se necesita un nuevo sistema de pagos?
El antecedente, es que con la creciente expansión del comercio electrónico en el mundo, y el aumento en el número de usuarios de teléfonos móviles, se multiplicaron las plataformas de pago “on line”.
Plataformas de pago electrónico, la proliferación
De acuerdo con Statista –empresa especializada en información estadística–, el tamaño de este mercado a nivel mundial se aproximó a los 29 mil 700 millones de dólares estadounidenses en 2022 y se estima que supere los 162 mil 500 millones en el año 2031.
En 2022, eran ya cerca de 4 mil 161 millones las personas que recurrían al pago digital para finalizar sus procesos de compra, esto es, unos 1 mil 400 millones más que hace apenas un lustro.
En los últimos 10 años, han aparecido en el mundo nuevas plataformas para comprar mediante canales digitales.
Entre ellas están los gigantes digitales como Apple Pay, Google Pay o Samsung Pay. Más las aplicaciones de los bancos y comercios.
Frente a ésta explosión de plataformas de pago digitales, surge la necesidad de crear una nueva arquitectura mundial en el sistema de pagos.
Tokenización, oleada mundial
El banco de bancos, como se conoce popularmente al Banco de Pagos Internacionales que encabeza el mexicano Agustín Carstens, convocó a seis bancos centrales, entre ellos el Banco de México, para participar el proyecto Agorá con el que se intenta crear una plataforma financiera central público-privada, programable.
Se busca que la “tokenización” del dinero digital mayorista de banca central y de los depósitos de los bancos comerciales en plataformas programables, pueda servir para mejorar el funcionamiento del sistema monetario. Pero ¿qué es la tokenización?, seguramente se estará preguntando el amable lector. La tokenización es un sistema que permite convertir los números de la tarjeta del cliente bancario en un código formado por números que se utilizan durante la transacción.
La tokenización sirve para proteger los datos reales de los clientes durante las transacciones “on line” y evita que puedan ser interceptados con fines ilegítimos
Es un esfuerzo que el BIS está buscando realizar en combinación con la banca privada internacional.
De la misma forma, Banxico, incluído en este proyecto experimental, fue conminado a extender la invitación a dos o tres bancos comerciales que operan en México.
Hasta ahora, todavía no se sabe qué bancos serán los invitados.
La idea del BIS es revisar cómo los depósitos tokenizados de la banca comercial pueden integrarse con el dinero mayorista tokenizado de los bancos centrales
El nombre Agorá del proyecto significa en griego “lugar abierto de reunión” y se enfoca en buscar la creación de una nueva arquitectura para el sistema de pagos internacional. La noticia de que el banco de bancos del mundo está trabajando en la construcción de una nueva arquitectura para el sistema de pagos mundial, por sí misma es sorprendente.
Es un capítulo de la historia moderna financiera que se está escribiendo.
Y en consecuencia es un orgullo para México que su banco central esté considerado para trabajar en el proyecto experimental, junto con los bancos centrales de Francia (en representación del sistema Europeo), de Japón, de Corea, de Suiza, de Inglaterra y la Reserva Federal de Nueva York.
México, buen tokenizador
En México, desde la banca privada, también se están dando pasos para diseñar el futuro sistema de pagos.
La Asociación de Bancos de México, que preside Julio Carranza promueve una alianza entre instituciones bancarias para crear la Red M, un grupo privado que busca coadyuvar en la creación de un nuevo sistema de pagos. La ABM está convocando a los bancos y a otras instituciones del ecosistema financiero como son las Financieras Tecnológicas (Fintech), las Sociedades Financieras de objeto Múltiple (Sofomes) y por supuesto a las redes globales de pago como son Visa y Mastercard.
De acuerdo con los datos de la organización cúpula de los banqueros, el número de contratos digitales en la última década pasó de 2.5 millones a 80 millones.
Viene una nueva era para el dinero en el mundo. Veremos.