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Situación de la porcicultura mexicana (II)
En la entrega pasada abordamos la importancia que tiene la implementación de un modelo de modernización y especialización productiva porcícola; en esta entrega comentaremos los beneficios que se pueden lograr con su implementación
Tradicionalmente las etapas de la producción de la porcicultura que comprenden la gestación, maternidad, destete, preengorda y engorda se desarrollan en su totalidad en cada unidad de producción, representando riesgos importantes ante brotes de enfermedad que afecten la salud de los cerdos, que llega a multiplicarse en estas etapas e incluso entre granjas y, aún más, entre regiones porcícolas, causando daños productivos y económicos serios.
En México se ha iniciado la implementación de un sistema de producción que consiste en desarrollar las etapas antes descritas de forma separada, creando dos sitios de producción, uno para la gestación, maternidad y destete, y otro para la preengorda y engorda.
La primera etapa debe establecerse en lugares alejados de las áreas porcícolas existentes, estableciendo tecnología de última generación que permita una mayor automatización de las actividades y estrictos protocolos sanitarios que garanticen el control de la entrada y salida de animales y personas a las instalaciones.
Este modelo de producción, además de disminuir en gran medida los problemas sanitarios, permite mejorar la eficiencia de los parámetros productivos de las unidades de producción, como son el número de lechones destetados y el peso de éstos al destete.
La segunda etapa considera una modernización de las instalaciones para realizar la preengorda y engorda permitiendo un manejo adecuado de lotes de cerdos en procesos de engorda y, por consecuencia, de una mayor eficiencia en la alimentación y manejo de los cerdos, logrando con esto producir cerdos finalizados de mayor peso y tamaño uniforme, una disminución considerable en días de engorda, costos de producción y, por lo tanto, de la rentabilidad para las unidades de producción.
Estos modelos de producción requieren contar con personal altamente especializado que los comprenda y ejecute debidamente, que bien pueden ser desarrollados por productores organizados que compartan y unan esfuerzos y recursos para crear unidades productivas de mayor tamaño, o bien, creando esquemas asociativos de aparecería y arrendamiento de granjas en alianza con empresas tractoras que conozcan y están integradas a los mercados.
Dentro de los principales beneficios están la eliminación y disminución de problemas sanitarios; articulación de sinergia a los diversos actores de las red porcícola; aumento en la rentabilidad del productor, industrializador y del comercializador; disminución de costos productivos; abastecimiento oportuno de materia prima de la industria; acceso de los productores al financiamiento, y convertir sistemas de producción tradicionales en proyectos de éxito sostenible.
A estos modelos de producción, impulsados por FIRA en el país, como es el caso de Sonora, se canalizan financiamiento, asistencia técnica y capacitación, y se les fortalece con el programa de Fomento Ganadero establecido entre FIRA y la Sagarpa para contribuir con una porcicultura moderna y competitiva.
Para más información, se puede acudir a las más de 100 oficinas de representación de FIRA en México; los contactos están disponibles en el portal: www.fira.gob.mx.
*Antonio Godina González y Felipe de Jesús Pacheco Facio son residente estatal y especialista de la Residencia Estatal de FIRA en Sonora, respectivamente.