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La quiebra del ISSEMYM en Edomex
El estado de México gobernado por Alfredo del Mazo viene arrastrando desde hace años una crisis financiera en su sistema de salud y de seguridad social que finalmente detonó en la virtual quiebra del ISSEMYM.
Se dice fácil pero no es cualquier cosa. Estamos hablando del tercer instituto de salud más grande del país, sólo superado en tamaño por IMSS e ISSSTE. El Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios cubre a 375,000 servidores públicos derechohabientes de esa entidad y unos 63,000 jubilados.
Entre sus profundos problemas está no sólo que sus gastos ya superan sus ingresos, sino que ese faltante se multiplica año con año dado que el monto de las pensiones que el ISSEMYM paga a jubilados es superior al sueldo promedio de los trabajadores en activo. Para equilibrarlo, tendría que subirse a 75 años la edad de jubilación o que los trabajadores aportaran prácticamente la mitad de su salario. Uno se pregunta: ¿Cómo llegaron a esto?
El cuantioso hueco quedó declarado desde el año pasado; su déficit en 2017 fue de 357 millones. Para este 2018 dicho faltante se triplicará; llegará a 1,381 millones, conforme las estimaciones de la propia Secretaría de Finanzas que lleva Rodrigo Jarque. Y así el ritmo del hoyo luce imparable: para 2019 subirá a 2,907 millones; para 2020, a 4,296 y para 2021, a 6,470 millones de pesos.
No sólo eso. Al faltante millonario de recursos, se suma una deuda acrecentada. Sólo con la industria farmacéutica el Edomex viene acumulando una deuda de miles de millones de pesos al grado de que en años anteriores, la Canifarma que lleva Rafael Gual pidió al IMSS que si el Edomex no cubría parte de su deuda de años atrás no le permitieran entrar a la compra consolidada. Esa vez hizo algunos pagos y hasta ahora el estado de México ha participado todos los años. Tendría que ser prioridad para ISSEMYM pues evidentemente le urgen ahorros.
El sistema pensionario del ISSEMYM es insostenible y urge repararlo, lo malo es que tardaron demasiado en exponerlo. El gobernador Del Mazo esperó hasta que pasaran las elecciones en julio para presentar con evidente premura la iniciativa de reforma, y fue aprobada al cuarto para las doce por el Congreso saliente, justo antes de que tomara posesión la nueva Legislatura estatal.
La propuesta de esta llamada Ley ISSEMYM es subir en 3.5% la cuota de aportación mensual a los trabajadores y otro tanto la de los patrones cotizantes, ampliar el término y condiciones del retiro e individualizar las cuentas con opción a ser administradas por Afores privadas.
Entre otras medidas que causan revuelo, estaría la implantación del mecanismo de no cubrir enfermedades crónicas preexistentes, tal como sucede con los seguros médicos privados, algo que sería inaudito en un seguro público cuyo objetivo es social y no de rentabilidad.
También se menciona la imposición de una especie de torre de control que permita en los hechos acotar el paquete sobretodo limitando enfermedades costosas.
Total que esta ley ISSEMYM ha generado tal agitación y jaleo político en la entidad, que hay verdaderas dudas de que entre en vigor el 1 de enero 2019 como está programado.
El nuevo Congreso dominado por la mayoría absoluta de Morena puede echar atrás dicha reforma ingresada y aprobada en forma tan acelerada. De hecho, el presidente municipal de Nezahualcóyotl, Juan Hugo de la Rosa, ya solicitó formalmente su abrogación. El sindicato de maestros y trabajadores se le unieron y aseguran que la echarán atrás.
Menudo problema tiene el gobernador Del Mazo, aunque a final de cuentas incluso los opositores no tienen otra opción más que también ser parte de la solución.