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Opinión

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Tasas altas para rato

Los informes del viernes también reforzaron las expectativas de que la Reserva Federal podría estar acercándose a una pausa en su ciclo de subidas de tasas.Reuters

La semana antepasada, la Reserva Federal incrementó su tasa de referencia en 75 puntos base, llevándola a niveles de entre 3 y 3.25%, siendo este su tercer incremento consecutivo desde mayo

Ante las fuertes presiones inflacionarias en todas las regiones del planeta que simplemente no ceden, los bancos centrales han tomado una política de elevar sus tasas de interés todo lo que sea necesario, y por el periodo que se requiera a fin de tratar de contener dichas presiones, que no hacen más que generar mayor pobreza en los países e incrementar la brecha de desigualdad.

La semana antepasada, la Reserva Federal de Estados Unidos incrementó su tasa de referencia en 75 puntos base, o tres cuartos de punto porcentual, llevándola a niveles de entre 3 y 3.25%, siendo este su tercer incremento consecutivo desde mayo de este año.

A diferencia de entonces, en el que se pensaba que una reacción agresiva podría ayudar a controlar la inflación en un tiempo relativamente corto y tener un aterrizaje suave de la economía, hoy no queda claro hasta cuándo tendrá que seguir subiendo la tasa la Fed y sí que lo hará de manera agresiva.

De hecho, los mercados estiman que la tasa de referencia podría alcanzar niveles de entre 4.50 a 4.75% o más, en el primer trimestre del próximo año, generando fuertes expectativas de que la economía global caiga en una recesión, haciendo que muchos inversionistas busquen cobijo en bonos del Tesoro y se salgan de las bolsas accionarias, provocando que septiembre fuera el peor mes desde la crisis del 2008.

Por lo pronto, para la reunión del próximo 2 de noviembre, los futuros que operan en Chicago descuentan con una probabilidad del 53% que la tasa se eleve en 75 puntos base adicionales, llevándola a niveles de entre 3.75 y 4 por ciento.

Hasta este momento, los productos que han sido constantes en las presiones inflacionarias han sido el precio de los combustibles y de los alimentos, los cuales, sin duda se han visto afectados por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, que al igual que las tasas, no tiene visos de solucionarse en el corto plazo, sino al contrario, mientras que en el caso de los alimentos, diversos problemas meteorológicos han jugado un papel importante en los niveles de producción, lo que se ha traducido en afectaciones a la oferta.

Debido al incremento en tasas, muchos fondos de inversión empezaron a salir a partir de mayo de sus posiciones en mercancías, lo que les dio un respiro; sin embargo, a partir del mes de julio reiniciaron las alzas. En el caso del maíz, el contrato a diciembre que cotiza en Chicago ha ganado del 22 de julio al cierre del viernes un 20.07%, mientras que el trigo en el mismo plazo ha subido un 21.41 por ciento.

En el caso de los energéticos ha sucedido algo muy similar. Si bien han bajado los precios de los niveles máximos alcanzados en el año, el próximo miércoles 5 de octubre se reunirá la OPEP para analizar la posibilidad de hacer recortes a la producción diaria, que sumado al conflicto bélico, se podrían generar presiones adicionales.

En México, el Banco de México aplicó la misma receta y dosis que la Fed, el pasado jueves al elevar la tasa de referencia en 75 puntos base para ubicarla ya en niveles de 9.25%, lo que significa que se ha incrementado en 11 ocasiones desde junio del 2021, sumando ya un aumento de 525 puntos base o el 231%, y se estima que podría cerrar el año en niveles de 10.50 por ciento.

Sin lugar a duda, el incremento en tasas tiene un impacto negativo en el crecimiento económico, eleva el costo financiero de las empresas, lo que se traduce también en mayores costos para la gente de a pie y por supuesto un mayor costo de la deuda del Gobierno, lo que significa que se tienen que destinar mayores recursos del presupuesto al pago de intereses. Adicionalmente, los gobiernos deben de ser cuidadosos con los apoyos que se dan a la población, ya que éstos se pueden traducir también en mayores presiones inflacionarias.

Lo que es un hecho es que aún no se ve la luz al final del túnel, y que tendremos tasas altas para rato.

aga@gamaa.com.mx

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