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Opinión

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Todos podemos construir un patrimonio (Parte 2 de 2)

En la primera parte hablamos sobre pequeñas acciones progresivas que nos pueden cambiar la perspectiva de la vida y no sólo del dinero. Todos podemos construir un patrimonio y es importante que lo veas, aún cuando sientas que vives al día. Recuerda: no hay peor ciego que el que no quiere ver.

Como todo en la vida, para lograrlo hay que tener conocimiento y cultura financiera. Hay que entender ciertas cosas, pero no se necesita ser ningún experto. En esta columna he hablado, muchas veces, sobre todos esos conceptos.

¿Cómo se construye el patrimonio? Comprando activos que puedan crecer en el largo plazo y activos que te puedan proporcionar un flujo de efectivo regular. Algunos, como los bienes raíces, tienen el potencial de ofrecer ambos.

Como hemos explicado en otras ocasiones, ahorrar es gastar dinero para comprar activos. El único objetivo del ahorro es invertir. De lo contrario, pierde su propósito, porque el dinero guardado o en el banco sólo pierde poder adquisitivo con el tiempo (por la inflación).

Ahora bien, los activos crecen con los años. Piensa por ejemplo en una empresa que hoy es de las más grandes del mundo: Amazon. Empezó como un sitio web horrible, pero que te ayudaba a conseguir casi cualquier libro. Desde ahí ha crecido hasta el emporio que es hoy. ¿Te imaginas haber podido ser socio de Jeff Bezos en esa época? ¿Cuánto valdría tu inversión hoy?

Claro, es muy difícil y riesgoso invertir en empresas recién fundadas, pero ¿Te imaginas haber comprado acciones de Amazon en su debut en Bolsa el 15 de mayo de 1997? Ajustado por splits, tu precio de compra habría sido de menos de 10 centavos de dólar. Hoy una acción vale cerca de 190 dólares.

Eso significa que de haber invertido en aquél momento 500 dólares en esa acción, hoy valdrían 950,000 dólares. 27 años después.

Claro: eso no pasa con todas las acciones. Amazon ha tenido un crecimiento extraordinario y es un caso aislado. Pero sirve para ilustrar cómo crece el patrimonio con el tiempo. No toma un año, ni cinco años. En este caso, casi 30 años. El tiempo es tu aliado y por eso es importante empezar lo antes posible.

Pero además, en ese periodo hubo muchos episodios de volatilidad. En junio del 2004 la acción valía (precio ajustado por splits) 2.70 dólares. Un año después cayó a 1.62 dólares –casi un 40%. Mucha gente no aguanta caídas tan grandes: se asustan, venden. O simplemente se dejan guiar por recomendaciones de “analistas” que sugieren vender cuando una empresa tuvo un mal trimestre (todas los tienen).

Encontrar a empresas así, que logren realizar ese potencial de crecimiento tan enorme, es muy difícil. Son unas cuantas: se necesita mucho talento directivo para lograrlo. Empresas que se ven muy atractivas hoy, pueden ser obsoletas mañana ante el surgimiento de competidores que innoven y las superen.

Pero además, incluso si uno lograra encontrarlas, pocos inversionistas tendrían la diligencia de mantenerse invertidos en ellas tanto tiempo. Es fácil perderse en el camino: la mayoría de la gente tomará utilidades antes y no tendrá la disciplina de mantenerse invertido en dichas acciones.

Esta es una de las muchas razones por las cuales 99% de las personas estaremos mejor con una estrategia pasiva, invirtiendo en una canasta amplia diversificada de acciones de todo el mundo, con empresas de todos tamaños, en mercados desarrollados y emergentes, pero bien estructurada. El rendimiento esperado de ese portafolio es entre 5 y 6 puntos porcentuales por arriba de la inflación. Esto se puede lograr con un sólo ETF de muy bajo costo como el VT, pero también con un portafolio compuesto por varios ETFs de bajo costo (sí, el costo es muy importante y siempre hay que tenerlo en cuenta –si lo haces a través de un fondo de inversión que te cobre el 2% anual, tu rendimiento esperado se reducirá 40 por ciento).

Así, construir un patrimonio puede ser tan fácil como ahorrar cada mes y comprar ese ETF (o los activos que componen el portafolio que has definido para ti) durante toda la vida. No hay que andar adivinando qué acción, o si es buen momento para comprar o vender. Uno lo hace religiosamente, sin importar nada, tan pronto como uno recibe sus ingresos.

Construir patrimonio puede ser muy simple y todos podemos lograrlo, si tenemos la mentalidad y las ganas de hacerlo.

¿Cómo se construye el patrimonio? Comprando activos que puedan crecer en el largo plazo y activos que te puedan proporcionar un flujo de efectivo regular. Algunos, como los bienes raíces, tienen el potencial de ofrecer ambos.

contacto@planeatusfinanzas.com

Ejecutivo de alto nivel en seguros y reaseguro con visión estratégica de negocio, alta capacidad de liderazgo, negociación y gerencia. Además es columnista de Finanzas Personales en El Economista, Coach en Finanzas Personales y creador de la página planeatusfinanzas.com

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