"Tridimensionalismo experimental" en Museo de Azcapotzalco

En un mundo donde el arte se presenta como una luz de esperanza, iluminando los rincones oscuros del alma, el tan llamado “sistema” se muestra como un verdugo que poco a poco absorbe la esencia de las personas. La exposición "Tridimensionalismo experimental" en el Museo Azcapotzalco presenta una visión cautivadora del desarrollo del arte tridimensional a lo largo del tiempo, pero también refleja la perdición de quienes lo contemplamos.

Una exposición organizada por Artists’ Container, México en el Extranjero y Galería Quetzalli, bajo la curaduría de Frank Turón con el apoyo de Luigi Fantini, Darío Ortiz y mi colaboración en el texto curatorial, destaca la tridimensionalidad en el arte, resaltando la profundidad y complejidad que esta dimensión aporta a las obras. Sin embargo, al celebrar el progreso tecnológico y la integración de la realidad virtual y aumentada en el arte contemporáneo, es importante no pasar por alto el costo humano de esta evolución.

En nuestra búsqueda por explorar nuevas formas de expresión, nos sumergimos cada vez más en un mundo virtual, alejándonos de la realidad tangible y, en última instancia, de nuestra propia humanidad.

La exposición presenta una amplia gama de obras que van desde esculturas primitivas, como un craneado realizado por Daniel Lezama, hasta creaciones digitales contemporáneas. Este amplio espectro destaca la necesidad ancestral de la humanidad de expresar conceptos más allá de lo material.

En este recorrido conceptual, se reflexiona sobre la esencia misma del arte: la conexión con el alma humana de una forma materializada. El dibujo tridimensional, presentado como un logro conceptual, introduce una complejidad que trasciende lo meramente técnico. En esta danza geométrica donde longitud, altura y anchura se entrelazan en prismas y formas diversas, se percibe una resonancia trinitaria que refleja la complejidad y unidad de la Trinidad. Sin embargo, esta unidad se ve amenazada por la vorágine tecnológica y el consumismo voraz, como la pieza "Volumen" de Pablo Llana la cual consiste en envolturas recicladas de comida chatarra y resina. De manera impactante, muestra la cantidad de desechos de envases de comida chatarra que una persona mexicana consume en un mes, evidenciando también los efectos del estilo de vida sedentario en la masa corporal.

En esculturas, esculto-pinturas, instalaciones y diseños tridimensionales, la autenticidad del volumen se vuelve primordial, pero ¿a qué precio? Mientras la humanidad se sumerge en la búsqueda de la perfección técnica, el sistema le arrebata su esencia, convirtiéndola en meros espectadores de su propia decadencia. El alma humana, esa chispa divina que la distingue, es gradualmente aniquilada por el sistema, que la ata a la ilusión de progreso y modernidad.

"Tridimensionalismo experimental" en el Museo Azcapotzalco brinda una exploración de la evolución del arte tridimensional, al mismo tiempo que plantea interrogantes sobre el costo humano de este progreso.

A medida que se celebra el avance tecnológico y la integración de la realidad virtual en el arte contemporáneo, es fundamental reflexionar sobre su impacto en la esencia humana.

El sistema, en su afán de avance y desarrollo, parece estar gradualmente absorbiendo la esencia misma de la humanidad, dejando tras de sí una vacía cáscara de lo que alguna vez fuimos. Es crucial despertar del letargo tecnológico y reclamar nuestra humanidad antes de que sea demasiado tarde.

Ake nos lleva a un viaje de equilibrio vital con su obra "Edén", donde el ser humano es el eje principal. Utilizando aluminio, esmalte y acero, la artista aborda la conciencia y el despertar espiritual, generando acciones armoniosas para alcanzar el equilibrio en el individuo y su entorno natural y social. 

Ernesto Álvarez nos sumerge en su mundo espiritual con su escultura "Loto", inspirada en el texto hindú "Bhagavad Gita". Con metal y madera, combina elementos opuestos para representar la fragilidad ante la devastación, buscando contrarrestar la crisis ecológica con una forma utópica.

Claire Becker nos desafía a usar nuestra imaginación con su obra "Y los reyes desde sus balcones vieron amanecer el sol negro de la discordia". Utilizando sobras de resina, crea historias donde los fragmentos interactúan entre sí, invitando al espectador a interpretar y continuar las narrativas sugeridas por los títulos.

Brigitte Briones incursionó en la pandemia explorando diversas formas y elementos artísticos. Como resultado de esta experimentación, surgió la exitosa serie "Bubble Panda", caracterizada por la representación de pandas con un toque único, como el uso de piel y la presencia de un chicle sobresaliente. 

Luigi Fantini presenta "Doble Charlatán", una escultura que representa el icónico “Perro globo” de Jeff Koons. La intención de Fantini es ofrecer una sátira a los artistas cuyo enfoque está más orientado en ganar sumas millonarias de dinero que a la expresión artística misma.

Jorge Obregón, presenta una impresionante escultura fotográfica titulada "Popocatépetl e Iztaccíhuatl", la cual ha sido elaborada a escala 1:20,000; cada curva de nivel en esta obra representa una elevación de 20 metros, y su realización implicó un meticuloso proceso de corte y ensamblaje de las curvas de nivel, obtenidas a partir de cartografía vectorizada del INEGI. Esta pieza, elaborada en resina con nitrato de plata y baño de esmalte transparente de color azul, ofrece una representación tridimensional de estos icónicos volcanes.

Darío Ortiz muestra la obra "Floreromeromero" en la cual representa la diversidad de emociones humanas a través de figuras y rostros plasmados en cerámica dentro de un jarrón.

Luis Uribe, en su pieza "El axis de la cultura desechable", nos sumerge en la nostalgia de futuros perdidos al utilizar dispositivos tecnológicos de su infancia como elementos artísticos. A través de la conexión entre la memoria personal y la cultura popular, reflexiona sobre temas contemporáneos como el cyberpunk y la ciencia ficción.

Los artistas que participan en la muestra son: Agustín Castro, Antonio Gritón, Carlos Jaurena, Frank Turón, Froylán Ruiz, Gabriel Macotela Guillermo Pacheco, Jorge Medano, Julio Ferra, Luis Uribe, Othón Cárdenas, Oscar Bachtold, Pablo Llana, Rafael Gaytán, Verónica Villarreal, Carlos Agustín, Karen Rumbos, Natasha Gray, Jeanette Betancourt, Rocío Caballero, Ernesto Álvarez, Claire Becker, Ake, Héctor M Flores, Gustavo Salmones, Jorge Obregón, Sandra del Pilar, Flor Minor, Daniel Lezama, Eduardo Romo, Brigitte Briones, Luigi Fantini, Darío Ortiz y Fabián Chairez

*En el verano de 2018, Azcapotzalco inauguró su museo, que alberga una impresionante colección de más de 400 piezas arqueológicas. Situado en la Ex Hacienda del Rosario 1560, en la colonia Prados del Rosario, junto al Parque Tezozomoc, este museo ofrece entrada gratuita.