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Trump, DeSantis y Kennedy, trío siniestro
Los tres son republicanos, los tres son ignorantes, los tres son conservadores a ultranza y, para no ensuciar las páginas de El Economista, utilizaré un acrónimo, diré que los tres son auténticos HDP.
De los tres funestos personajes es de Donald Trump de quien más sabemos por estos lares. Apenas la semana pasada un jurado federal de Manhattan falló en contra del hombre anaranjado al que halló responsable de abuso sexual y difamación en contra de la columnista E. Jean Carroll quien afirma que Trump la violó en 1996 en el interior de de una tienda departamental de lujo y luego la difamó cuando negó la acusación con el argumento de que la dama en cuestión “no era su tipo” —habrase visto tamaña insolencia—, El l jurado consideró que el empresario y expresidente de Estados Unidos, deberá pagar a E. Jean Carroll, 2 millones de dólares por la demanda de agresión y 3 millones por daños y perjuicios. En total 5 millones de dólares. Trump consideró el veredicto del juicio civil como “una vergüenza social”.
El magnate neoyorquino —verdadera vergüenza social— apoyado por los supremacistas blancos, aspira a ser el sucesor de Joe Biden; con su vieja frase: “Make America Great Again”; además pregona el indulto para aquellos que fueron enjuiciados penalmente por participar el intento de golpe de Estado del 6 de enero del 2021 y, sobre todo, reitera las medidas antimigrantes, aún más inhumanas, como la de separar a los niños de familiares migrantes que intenten cruzar la frontera.
Por su parte, Ron DeSantis, gobernador de Florida —estado donde 20% de la población es inmigrante—, pretende disputarle a Trump la postulación del Partido Republicano a la Casa Blanca, para lo cual se ha mostrado más espeso que el anaranjado al emitir una Ley antimigrantes que entrará en vigor el próximo 1 de julio. Los puntos sustanciales de la ley son los siguientes: Las empresas de más de 25 empleados no pueden contratar migrantes bajo pena de multa a los infractores. Transportar personas sin estatus migratorio en el estado es un delito con un castigo de hasta 15 años de cárcel. No reconoce licencias de conducir emitidas por 16 estados y el Distrito de Columbia a los conductores sin estatus migratorio regulado. Elimina exenciones de cuotas de matrícula para estudiantes inmigrantes indocumentados. Entre otras injustas medidas.
Lo anterior, según los empresarios de Florida, exacerbará la escasez de mano de obra en el estado, ya que las industrias claves como la construcción, la hospitalidad, la atención médica y la agricultura, dependen en gran medida de los inmigrantes indocumentados. Pero esto al gobernador, a su odio racial y a su ambición presidencial, le importan tres pepinos.
He dejado para el último al senador de Louisiana, John Neely Kennedy —nada que ver con los Kennedy de Boston, de ser así ya el Ángel de la Guarda de la familia le hubiera ocasionado una maligna eventualidad— quien tras comparar la economía de EU con la de México se atrevió a decir: “Sin el pueblo de Estados Unidos, México, figurativamente, estaría comiendo comida para gatos en una lata y viviendo en una carpa en un traspatio”. ¡Vaya ejemplar de legislador! Ignora el territorio que su país le robó al nuestro sin el cual Estados Unidos, sería un país regular entre Canadá y el gigante México. El muy pendejo —con todo respeto— dice que el producto interno de su país, es 17 veces mayor que el nuestro, lo cual es cierto, lo que no se ha puesto a pensar el senador, eso no se le da, es ¿cuánto del producto interno de su imperialista país es generado por los 40 millones de mexicanos que ahí viven y trabajan?
Pobre Estados Unidos, tan lejos de Dios y tan cerca de estos tres chiflados.
Punto final
¿Cuántos psiquiatras se necesitan para cambiar un foco? Uno con tal que el foco quiera cambiar.