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Opinión

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Una buena salud financiera tiene efectos positivos en cuerpo y mente

Al iniciar el año o regresar de vacaciones, generalmente surgen nuevos objetivos personales. Casi de inmediato vienen a la mente reflexiones sobre las finanzas personales,

la salud física y mental, que son elementos convergentes y esenciales en la búsqueda de nuevas metas.

Se podría llegar a creer que hablar de dinero y finanzas es para ricos, cuando realmente es un asunto de todos, porque un mal manejo de los recursos monetarios puede generar

estrés e improductividad.

Cuando se es niño o niña, se desea casi todo; el juguete visto en televisión, el videojuego en tendencia o simplemente todo lo que se encuentra al paso. Posiblemente alguna vez se

haya escuchado la frase trillada -y que es toda una tesis-, “camina, no corras”. Entonces se comprende que no se puede correr sin antes gatear.

Aquella analogía podría funcionar para aplicarla en la vida diaria; es decir, que como adultos si se anhela algo, se tiene que encontrar la forma de obtenerlo. ¿Cómo? Ahorrando o invirtiendo el dinero recibido para maximizar su potencial y poder gastarlo posteriormente.

La reflexión va en dos sentidos. Primero: tener más en un corto, mediano o largo plazo, no debe robar la tranquilidad de las personas. Segundo: ahorrar no debe ser una tortura.

Entonces el sentimiento de obligación podría cambiarse por motivación, cuestión que ha sido clave a la hora de ahorrar-invertir, gastar y comprar.

Algunas de las preguntas que pueden ayudar a entender las motivaciones personales pueden ser:

  • ¿Qué es realmente importante?
  • ¿Cuáles son las metas individuales y profesionales?
  • ¿Qué objetivos se tienen a corto, mediano o largo plazo?

Las respuestas son de cada uno e influenciadas a medida de que se va aprendiendo del mundo. La conducta generalmente estará dirigida hacia algún objetivo. Por ejemplo; los

deseos y necesidades inmediatas. 

En la actualidad, la tecnología puede ser una herramienta clave en materia de administración del dinero, además de que puede ayudar a prevenir el estrés, cuidar la salud y no incurrir en desequilibrios financieros. En un celular se puede consultar al banco sin acudir a una sucursal y realizar desde ahí apartados o inversiones. Para un mejor control de

las finanzas se puede utilizar el bloc de notas para registrar cada ingreso y egreso monetario.

De acuerdo con el área de Salud Financiera de BBVA México, “el estrés financiero se produce como consecuencia de los problemas económicos que generan ansiedad y

producen sensación de vulnerabilidad o escasez. Una buena gestión de la salud financiera es fundamental para prevenir este tipo de estrés y sus posibles efectos negativos en la

salud física y mental”.

Adicionalmente, una óptima salud financiera implica no realizar compras compulsivas y tener finanzas responsables para hacer frente a imprevistos o afrontar planes a futuro. Lo

anterior ayudará a no solicitar préstamos, atrasarse con el pago de un servicio o gastar por encima de los ingresos.

La sugerencia es anteponer las motivaciones para después trabajar en un plan u objetivo. Por ejemplo, ahorrar para vivir tranquilo, planificar gastos, tener un nivel de deuda sostenible, tomar decisiones que permitan disfrutar la vida para viajar, comprar eso que tanto se anhela, adquirir algún bien, independizarse o invertir los ahorros para obtener rendimientos.

Estar en calma financiera es clave en una buena salud física y mental, por lo tanto los elementos convergen y pueden ocasionar impactos en la salud. Ahorrar no es juntar y

guardar, sino saber gastar. Vale la pena reflexionar ¿cuáles son las motivaciones personales?

*Oscar Nolasco Martínez, Associate Client Servicing de BBVA Asset Management México

e-mail: oscar.nolasco@bbva.com

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