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Vivienda en recesión
Según el reportaje comentado, el estancamiento de la construcción de vivienda se ha hecho evidente tanto en la Ciudad de México como en Monterrey...
En un contexto de tanta incertidumbre como el actual en México, es bastante mala noticia que la construcción de vivienda se encuentre “en su nivel mínimo de los últimos nueve años”. El indicador de referencia para esta información es el Registro Único de Vivienda (RUV) que se comenzó a llevar desde 2013. El estancamiento de la vivienda afecta a todos sus niveles, pero de manera preocupante en particular a la vivienda popular o de interés social. Según noticias, en el año 2022 del total de la vivienda edificada en el país, solo poco menos del 13% correspondió a este último nivel, en las tres categorías con que se cuenta para su clasificación. Al respecto, uno de los expertos consultados explicó que “la vivienda social tiene un rezago tremendo y tenemos que atenderla”. Tal vez, un factor importante fue el retiro de los subsidios a la vivienda por parte del Gobierno Federal al inicio de la administración.
Según el reportaje comentado, el estancamiento de la construcción de vivienda se ha hecho evidente tanto en la Cuidad de México como en Monterrey, y esto último es causa de inquietud adicional. Ello, toda vez que “Nuevo León ha sido líder en construcción nueva en todo el país…”. En términos de uno de los conocedores consultados, en esa entidad uno de los factores causales del estancamiento en la construcción ha sido “la aplicación del impuesto verde desde enero de 2022…” En tal respecto, agregó, “se estima que la aplicación de los impuestos ambientales provocó un aumento en los precios de los materiales, como el concreto y el acero, de entre 40 y 50 %...”
Desde un punto de vista analítico, lo que principalmente importa destacar sobre el tema son las causas a las que cabe atribuir el estancamiento. Entre ellas ocupan un lugar relevante fenómenos macroeconómicos como la elevación de las tasas de interés y la intensificación de la inflación. Y en el orden administrativo, “los trámites con los gobiernos”, especialmente los municipales. Al parecer, este es uno de los mayores obstáculos. En la opinión de un experto, “hay documentos que llegan a tardar más de 1,000 días para poder arrancar un nuevo proyecto...”
En el contexto descrito, es extraño que ninguno de los expertos consultados, tanto constructores como financieros, hiciera referencia a la gravitación que ha tenido la parálisis general que muestra la economía. En bastante debe haber afectado.