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Opinión

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Ya surgieron las distribuidoras ganonas del sexenio

El gobierno de la llamada cuarta transformación tardó 4 años en darse cuenta del costoso error que fue romper la cadena de insumos en materia de salud como parte de su supuesto combate a la corrupción en el sector farmacéutico, el cual por cierto fue puro humo pues no derivó en ninguna denuncia ni en algún acusado, perseguido o sancionado.

Cuando en marzo de 2019 la entonces oficial mayor de Hacienda, Raquel Buenrostro, emitió una lista de las 10 mayores distribuidoras que se quedaban con 80% del gasto correspondiente a la compra de medicamentos (señalando los 303,000 millones de pesos gastados en dicho rubro entre IMSS e ISSSTE durante el sexenio pasado), fue como dedo flamígero señalando a las empresas corruptas y anunciando que este gobierno iba a acabar con eso.

Lo que no entendían fue que las distribuidoras eran las que no solo conocían al dedillo las necesidades detalladas de dichos insumos sino que controlaban la logística de entrega de medicinas y material de curación para cubrir los cientos de hospitales, decenas de instituciones y centenas de centros de salud en todo nuestro complejo territorio. Decidieron entonces que ya no habría más distribuidoras y que el nueva esquema era comprar directo a las fabricantes -a los laboratorios productores de fármacos-, quebrando la cadena de insumos; tardaron meses en caer en la cuenta que habían dejado en el aire ese renglón vital porque los fabricantes no se hacen cargo de distribuir.

Fue el inicio de un brete terrible demasiado costoso para los pacientes mexicanos que pasará a la historia como la peor etapa de desabasto de tratamientos y demás insumos en el sistema público mexicano de salud, que aún no ha acabado. Idearon el rol de los operadores logísticos buscando generar ahorros, pero tras 3 años se han convencido de que ese esquema no funcionó.

La crisis de desabasto en el sector salud no ha terminado y después de múltiples experimentos y tropiezos, la 4T regresa al inicio y ahora en sus últimas compras de medicamentos y material de curación para 2023 y 2024, el Insabi retrocede y convoca a distribuidoras tradicionales.

Lo interesante es que en este largo proceso la 4T no sólo captó finalmente las necesidades del sector salud sino también ha aprendido las oportunidades de hacer negocio en favor de sus allegados.

En las últimas 2 licitaciones la característica fue el retorno de los distribuidores ahora con una fisonomía distinta: distribuidoras nuevas y muchas ligadas a la actual administración.

Entre las empresas ganonas de la 4T está Gabame Human Health, que fue asignada con 1,200 millones de pesos (mdp), incluida la compra de insulinas a empresas de India y Corea sin tener registros sanitarios. Otra es Abastecedora de Insumos para la Salud (Abisalud) que ha ganado claves por 800 millones de pesos; es una empresa ligada al exdelegado en Jalisco Carlos Lomelí, la cual junto con Lomedic había sido multada e inhabilitada por Función Pública (SFP) para celebrar contratos con instancias federales por haber dado información falsa en licitaciones anteriores. Eso ya no importó. Nos dicen que Abisalud también es el principal proveedor de insumos de salud del Gobierno de Claudia Sheinbaum en la Ciudad de México, el cual -dicho sea de paso- no licita, sólo adjudica, y nunca ha participado en las licitaciones que hace el Insabi en las que se supone entrarían todos los gobiernos estatales liderados por Morena.

Professional Pharmacy Occidente es otro gran beneficiado que ha ganado claves por un conjunto de 822 mdp. También Biosistemas y Seguridad Privada, una empresa de Hermosillo, Sonora, que originalmente proveía oxígeno y otros gases de uso medicinal, y ahora le asignaron claves por unos 100 mdp. Pero la más ganona ha sido Iare de Occidente a la que Insabi le asignó claves por más de 6,100 mdp; aquí lo raro es que es la nueva distribuidora del Grupo Pisa, que fue de las empresas vetadas por el actual gobierno que al final sigue siendo de sus principales proveedoras en medicamentos.

Con todo esto, una cosa clara es que aquella lucha anticorrupción fue sólo un discurso demagógico que no ha llevado más que a una recomposición del mercado farmacéutico donde ahora hay nuevos ganadores, los que permite la 4T.

85 distribuidores irregulares

Y continuando con el tema de empresas de distribución en el ámbito médico, importante decir que fue en julio pasado cuando la Cofepris que lleva Alejandro Svarch terminó asumiendo su responsabilidad como regulador también de este sector que conlleva responsabilidad sobre los medicamentos que traslada, almacena y entrega. Bueno pues en noviembre Cofepris dijo que había detectado 13 distribuidores que no cuentan con aviso de funcionamiento; lo alarmante es que en cuestión de 2 meses el número creció a 85. Son empresas que operan en la República ofreciendo la distribución de fármacos sin el mínimo requisito de avisarle al regulador sanitario sobre su operación.

Sobre hospital judío en Bosque Real

Hablando del reacomodo de la industria hospitalaria de la que hemos hablado aquí anteriormente, será interesante la participación del nuevo nosocomio que inversionistas de Israel construyen en el estado de México, específicamente en el municipio de Huixquilucan. Hablamos del Hospital Hadassah-Bosque Real, el cual es el primero que construye fuera de Israel y Estados Unidos la organización médica Sionista Femenina Americana llamada Hadassah. Con una inversión superior a los 2,000 millones de pesos Hadassan prevé un hospital con capacidad para atender a 40,000 personas; el proyecto incluyo 180 camas, 13 quirófanos y 450 consultorios, además de un centro de investigación médica, único en su tipo en América Latina, y con colaboración permanente con Israel. Al que le debe preocupar es a Grupo Ángeles Servicios de Salud, que lleva Roberto Simón Sauma, porque perderá un poderoso cliente como es la comunidad judía en México.

UNOPS en vías de cerrar operaciones

Les cuento que la UNOPS está centrada en su cierre de operaciones en México, terminando de finiquitar los contratos de las compras que le dejó Insabi; y sabemos que en las próximas semanas reportará los números finales de esas compras, pero lo más interesante será lo que informe sobre el acuerdo que llegó al final con el gobierno mexicano para concluir anticipadamente su labor en el país. Y es que nos enteramos que la UNOPS informará sobre cuánto fue el pago que el gobierno mexicano le hizo porque, según nos dicen, no fueron los 130 millones de dólares que se han mencionado.

maribel.coronel@eleconomista.mx

Comunicadora especializada en temas de salud pública e industria de la salud. Cursó la maestría en Administración en Sistemas de Salud en FCA de la UNAM. Forma parte de la iniciativa www.HospitalsinInfecciones.com. Fundadora en 2004 de www.Plenilunia.com, plataforma de contenidos sobre salud femenina.

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