Buscar
Opinión

Lectura 6:00 min

La Cultura de la Paz, Celebraciones Decembrinas II, Nochebuena

“Que la fuerza de tu mensaje de amor destruya las asechanzas arrogantes del maligno.” Juan Pablo II (de su mensaje de Navidad en 2003)

La Nochebuena ocurre en la víspera del 25 de diciembre, es una celebración arraigada en la tradición cristiana que conmemora el nacimiento de Jesús. En México, esta fecha trascendente se ha enriquecido con una rica mezcla de costumbres y creencias, dando lugar a una festividad de profundo significado cultural y familiar. Más allá de sus raíces religiosas, la Nochebuena se ha convertido en un momento de unión, amor y celebración compartido por personas de diversas creencias.

La cena en familia, el intercambio de regalos y la convivencia son elementos centrales de esta festividad que, a lo largo de los siglos, ha absorbido tradiciones prehispánicas y elementos laicos, creando una celebración única y vibrante.

La cena de Nochebuena es mucho más que una simple comida, es una expresión cultural que reúne a las familias mexicanas alrededor de una mesa con platillos emblemáticos como el pavo, la pierna de cerdo, el bacalao y los romeritos. Aunque estos alimentos son los más comunes, cada región tiene sus propias variaciones y tradiciones. Lamentablemente, la situación económica de muchas familias limita su acceso a estos alimentos, lo que pone de manifiesto la necesidad de fomentar la solidaridad y el apoyo mutuo.

Otra festividad que no debemos olvidar es el Hanukkah, que se celebra en fechas cercanas a la Navidad, con la que comparte algunos elementos como el intercambio de regalos y el uso de luces. Es importante distinguir ambas festividades. La Navidad, de origen cristiano, conmemora el nacimiento de Jesús, mientras que Hanukkah, una celebración judía, evoca la recuperación del Templo de Jerusalén y el milagro de la luz. Este invierno, Hanukkah se celebrará desde el atardecer del miércoles 25 de diciembre hasta el anochecer del jueves 2 de enero de 2025. Se conmemora el día 25 de Kislev en el calendario hebreo.

Otra festividad de esta temporada es la Kwanzaa, celebrada por primera vez en 1966, corresponde a la cultura afroamericana y tiene como objetivo reafirmar la herencia cultural y la historia africana, se realiza entre el 26 de diciembre y el 1 de enero.

Existe una flor que es símbolo emblemático de la Navidad en México: la Nochebuena, que adorna nuestros hogares año con año. Su nombre náhuatl Cuetlaxóchitl nos remonta a la época prehispánica, cuando los aztecas la cultivaban como flor de ornato en sus jardines. Durante la Colonia, los frailes franciscanos de Taxco, Guerrero, continuaron esta tradición, incorporándola a las festividades religiosas del nacimiento de Jesús y la Pascua. Así, la Nochebuena se convirtió en un elemento fundamental de nuestras tradiciones decembrinas, fusionando nuestras raíces prehispánicas con las costumbres europeas.

La música no puede faltar en esta época. Con motivo de la Nochebuena se escribió y compuso el célebre villancico de origen austriaco Noche de Paz en 1816, declarado patrimonio cultural inmaterial de la humanidad en 2011. Ha sido traducido a más de trescientos idiomas en todo el mundo y es el más popular de todos los tiempos.

Existen múltiples canciones inspiradas en la Navidad. Dentro de la lista de las más populares se encuentran: Blanca Navidad; Campana sobre Campana; Feliz Navidad; Los Peces en el Río; Arre Borriquito; Ande, Ande, Ande (la Marimorena); Campanas Navideñas; El Reno de las Narices Rojas; El Niño del Tambor; Santa Claus Llegó a la Ciudad; Ven a Cantar; Mi Burrito Sabanero; O Tannenbaum; Jingle Bells; We Wish You a Merry Christmas, y Todo lo que Quiero para Navidad Eres Tú.

John Lennon compuso la canción Feliz Navidad (La Guerra Terminó) en la que dice:

“Así que es Navidad

para los débiles y los fuertes,

los ricos y los pobres.

El camino es muy largo

así que Feliz Navidad

para los negros y los blancos,

para los asiáticos y los indígenas.

Dejemos de pelear …”

Tristemente en esta Nochebuena muchos hogares en el mundo y en México se enfrentarán a la tristeza y el miedo. La pérdida de seres queridos, empleo, patrimonio y la sensación de inseguridad dejarán un profundo vacío en sus corazones.

Más allá del dolor, el miedo se extiende como una sombra sobre cada vez más personas. El miedo, antítesis del amor, es una emoción amarga que surge ante la percepción de peligro. Como respuesta primitiva a la amenaza, su propósito es protegernos, pero también puede paralizarnos.

La pérdida de un ser amado, ya sea un hijo, un hermano, un padre, una madre o un amigo, es una de las experiencias más dolorosas que podemos afrontar en la vida, especialmente cuando ocurre a través de una desaparición forzada o una muerte inesperada, producto de la creciente violencia en el planeta y en nuestro país. El luto se convierte entonces en la expresión natural de nuestro dolor, una manifestación externa de la profunda tristeza, pena y duelo que nos embarga ante la ausencia irreparable de quienes amamos.

Las dificultades que llegan a agobiarnos propician sentimientos de enojo, impotencia, o tristeza, entre otros.

A todos los que sufren les deseamos que esta Nochebuena encuentren consuelo y se fortalezca la esperanza por una mejor situación.

La violencia es un virus que corroe el tejido social. La única vacuna es la paz, fruto de la concordia y el diálogo.

En esta época de reflexión y celebración, reafirmemos nuestro compromiso con la construcción de un mundo más justo y equitativo. Que la Navidad, el Hanukkah, la Kwanzaa y todas las festividades nos inspiren a trabajar juntos por un futuro en el que la paz sea una realidad para todos.

Feliz Navidad, Feliz Hanukkah y feliz Kwanzaa.

*Abogado, negociador y mediador

X @Phmergoldd

mediador.negociador@gmail.com

Temas relacionados

Únete infórmate descubre

Suscríbete a nuestros
Newsletters

Ve a nuestros Newslettersregístrate aquí

Últimas noticias

Noticias Recomendadas