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Opinión

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Lo qué espera Estados Unidos de la nueva presidenta de México

Lo que usted leerá a continuación es parte de un reporte contenido en un análisis que el Servicio de Investigaciones del Congreso de Estados Unidos, (Congressional Research Service) acaba de presentar en Washington D.C.

Lo primero que hay que decir sobre las expectativas de Estados Unidos con el nuevo gobierno de México, que encabezará la doctora Claudia Sheinbaum, es qué para el gobierno en Washington y para los estadounidenses, México sigue siendo un socio muy importante.

La cuestión francamente es si México, con su nuevo gobierno, tiene también las intenciones... “de seguir siendo un aliado importante de Estados Unidos”.

En la superficie, la gente en México lee lo que aparece en la prensa sobre esta relación. También ve en las redes sociales a muchos “analistas” que con total falta de conocimiento, pero con mucha imaginación, interpretan las acciones de Estados Unidos usando la misma óptica que tienen en México. El resultado es una absoluta falta de realidad que desafortunadamente muchos mexicanos se creen.

En Estados Unidos los análisis son más cuidadosos en la prensa, pero tampoco están exentos de exageraciones y malas interpretaciones. La prueba la tiene a la mano. Por ejemplo, cheque usted las predicciones que se hicieron en el 2018, sobre el presidente López Obrador y lo que serían sus seis años en la presidencia. Hoy, con la ventaja de haber vivido esos 6 años, sabemos que la mayoría de esos análisis estuvieron equivocados.

En el 2024, lo que se dice es que la presidenta Sheinbaum heredará una relación desgastada con su vecino del norte, pero eso no la puede llevar a ignorar ese desgaste.

Se pregunta, también, si la nueva administración mexicana entiende qué esa relación puede ayudar al éxito en muchos de los objetivos más altos que se ha trazado.

La relación de Estados Unidos con México, en los últimos años, ha escondido en la superficie una realidad que no es positiva para ninguno de los dos socios.

Los diplomáticos estadounidenses afirman:

"... El diálogo entre Estados Unidos y México se ha convertido en una especie de teatro kabuki, con líderes de alto nivel que profesan una gran satisfacción en público, pero qué, operacionalmente, siguen sin cooperar estrechamente".

Resultado, hoy existe enorme frustración en las dos partes.

Los funcionarios mexicanos hacen gran alarde de cooperación mutua, mientras que sus contrapartes se quejan de que esa cooperación, en la realidad diaria, no es eficiente y solo sirve de pantalla.

Mientras en México, mucha gente en las llamadas clases medias y en las élites están frustradas porque tienen la impresión de qué Estados Unidos ha guardado silencio mientras el gobierno qué está saliendo atacaba a las instituciones independientes como el INE y otras, y hostigaba a la prensa para consolidar el poder en manos de una presidencia cada vez más poderosa... todo, ocurriendo en un país qué hace seis años eligió al presidente López Obrador, para que él le quitara fuerza y autoritarismo a la presidencia.

Precisamente, por todo esto y por la enorme importancia que el Congreso estadounidense le concede a nuestro país, se le encargó al Servicio de Investigaciones del propio congreso, emitir un análisis acerca de lo que Estados Unidos deberá esperar del nuevo gobierno mexicano.

Estos análisis son hechos con enorme disciplina. Por la naturaleza de los documentos, tienen que estar carentes de inclinaciones ideológicas y también de imaginación. Tienen que reflejar la realidad y punto.

En este documento que se acaba de emitir hay muchas cosas qué se dicen con mucha franqueza

Dice, por ejemplo, que en EE.UU. en el gobierno, en el Congreso y con gran fuerza en el sector privado, siguen existiendo serias preocupaciones por las leyes y las reformas constitucionales recientemente aprobadas en México. Existe el temor, francamente, que esto reduzca drásticamente la confianza de los inversionistas y las compañías estadounidenses, que ya se han instalado en México, y que eso agrande la distensión, que sigue prevaleciendo cada vez más en la relación bilateral.

Aunque, algo que es de subrayar, es que el documento del congreso afirma, también, que las señales salidas directamente de la presidenta electa Sheinbaum, son que su intención es seguir trabajando con Estados Unidos en todas las áreas, incluso las más difíciles.

Y aunque la elección del próximo o la próxima presidenta en Estados Unidos está aún por definirse, el servicio de investigaciones del Congreso dedica una buena parte de su informe a las reuniones que ha habido entre la doctora Sheinbaum y la vicepresidente, Kamala Harris. En esas reuniones, dice el reporte, ha habido coincidencias de propósitos.

La gran pregunta en Washington: ¿Hasta qué punto la presidenta Sheinbaum mantendrá las políticas de López Obrador?

En Washington existe la impresión de que el mayor desafío para la Dra. Sheinbaum es continuar con la Cuarta Transformación permitiendo al mismo tiempo "... un mayor nivel de transparencia y franqueza genuina en la relación bilateral, sobre todo en esos temas difíciles como: seguridad, democracia, libertades civiles, comercio, migración y combate al narcotráfico mexicano".

Sheinbaum está heredando una relación desgastada con Estados Unidos

En las relaciones exteriores del nuevo gobierno mexicano habrá nuevos operadores. Eso es importante, porque dada la violencia descontrolada y la presencia, cada vez mayor, del crimen organizado en México, la seguridad es una necesidad apremiante tanto para México como para Estados Unidos.

El reporte al congreso sobre el nuevo gobierno mexicano afirma:

“... Sheinbaum ha colocado aliados clave en puestos de seguridad pública y de energía, y esto sugiere que planea cambios en las políticas públicas en esas áreas”.

Los observadores en EE. UU. dicen que, el pragmatismo reportado por Sheinbaum como alcalde de la mayor ciudad mexicana, su formación científica como ingeniero y su trabajo anterior en la mitigación del cambio climático podrían llevarla en el futuro a discrepar de López Obrador en algunos asuntos.

Por ejemplo, Sheinbaum planea centrarse en desarrollar fuentes de energía renovables con el sector privado. Eso cambiaria el centrismo del gobierno mexicano para solo poner al frente a sus empresas estatales en el futuro de los hidrocarburos y de la energía. Este último capítulo nunca se pudo resolver con su antecesor.

Esto seguramente tomará un rumbo más hacia la solución, porque las políticas de apaciguamiento del presidente Joe Biden desaparecerán con quien asuma la presidencia de Estados Unidos el 20 de enero próximo.

Sheinbaum, dice el reporte; “... pospuso la consideración de las reformas electorales propuestas por López Obrador, supuestamente para presentar las suyas propias”.

Por eso, en este momento concluye el reporte, “... Estados Unidos debería aprovechar la oportunidad para acercarse a la presidenta electa Sheinbaum y ofrecerle reavivar una fuerte cooperación entre Estados Unidos y México”.

“... Podría ser un buen momento para afianzar la relación y ampliarla, en materia de seguridad y antinarcóticos, como se intentó durante el período inicial de la Iniciativa Mérida”.

“... México se beneficiaría de una nueva relación que fortalezca una articulación más sólida en las instituciones de seguridad e inteligencia”.

"... Al mismo tiempo, los dos gobiernos pueden canalizar la asistencia de seguridad, para fortalecer las instituciones judiciales y de policía en México, que enfrentarían más eficazmente así la violencia. La intención es ofrecer asistencia para combatir la corrupción y promover la transparencia".

El enfoque de ingeniería de Sheinbaum para la resolución de problemas, como lo demostró mientras era alcaldesa, podría finalmente, después de décadas, conducir a una base sólida para las instituciones judiciales y de seguridad de México.

Otra vez el reporte concluye que ... “Eso llevaría a la continuidad y la permanencia de la sociedad en seguridad”. Hay mucha atención para ver si la presidenta rompe esta vez, con el reensamblaje destructivo y contraproducente de las instituciones judiciales y de seguridad, que los dos países han visto qué ocurren con cada cambio presidencial mexicano cada seis años.

Para cerrar

Para Estados Unidos, la presidenta Sheinbaum francamente es aún una gran interrogante.

En Washington se preguntan... “Sí, estará dispuesta a tranzar con el ala radical de Morena para que deje a un lado su postura nacionalista y acepte, al menos en el diálogo interno entre los dos países, la cooperación contra el crimen transfronterizo”.

El propósito sería que México y Estados Unidos, simplemente, se comprometan a trabajar juntos, porque no hay duda de que se necesitan y seguirán necesitándose mutuamente.

Por otra parte, lo que es seguro es que con la próxima composición del Congreso en Washington, el próximo gobierno de Estados Unidos será presionado con gran fuerza para enfrentar la violencia y el caos que las organizaciones criminales han causado en ambas sociedades más allá de sus fronteras.

Eso va a requerir compromisos de las dos partes, y eso es muy importante porque eso es, de hecho, lo que Estados Unidos estará esperando de la nueva presidenta de México.

Durante tres décadas Armando Guzmán ha estado al frente de las coberturas noticiosas más importantes en Washington DC. Televisión, Radio, Prensa escrita, Internet. Armando tiene una presencia diaria en todos los medios en México y Estados Unidos cubriendo los ángulos más serios de las noticias y emitiendo un análisis imparcial, claro y a fondo. Es el periodista que más sabe y entiende lo que ocurre en Estados Unidos, y conoce y entiende también lo que ocurre en México. Conoce a las figuras nacionales estadounidenses que hacen noticia, y lo mas importante esas figuras lo conocen y respetan su trabajo.

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