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Opinión

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Perspectiva Económica de México y el Potencial Impacto de las Elecciones en EU

La economía de México enfrenta un período desafiante, con proyecciones del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI) que destacan una desaceleración. Los problemas internos —como el control de la inflación, las tasas de interés y la confianza de los inversionistas— se ven agravados por posibles cambios en las políticas de EE. UU., especialmente con una elección presidencial excepcionalmente cerrada en el horizonte. A medida que se acerca la elección en EE. UU., con las encuestas más reñidas de la historia, el resultado podría tener un impacto significativo en sectores clave de la economía mexicana, desde la manufactura hasta la energía, la minería y el petróleo. Las tensiones geopolíticas globales subrayan aún más la volatilidad potencial que México podría enfrentar en los próximos años.

Proyecciones Económicas Actuales del FMI y el Banco Mundial

El FMI proyecta que el crecimiento del PIB de México será del 1.5% en 2024, con una disminución al 1.3% en 2025. Esta perspectiva se debe a la limitada capacidad de producción, altas tasas de interés y preocupaciones de los inversionistas relacionadas con las recientes reformas judiciales en México, que agregan una capa de incertidumbre. De manera similar, el pronóstico del Banco Mundial anticipa una tasa de crecimiento del 1.7% en 2024, revisada a la baja desde el 2.3%, con una disminución adicional al 1.5% en 2025. Estas proyecciones destacan vulnerabilidades como los altos costos de endeudamiento, la depreciación del peso y la necesidad urgente de un clima de inversión estable.

El Papel de las Remesas en la Estabilidad Económica de México

Las remesas, principalmente de los Estados Unidos, juegan un papel importante en la economía de México, apoyando tanto los ingresos de los hogares como el gasto del consumidor. En 2023, las remesas alcanzaron aproximadamente los 60 mil millones de dólares, marcando un incremento del 13% respecto al año anterior y representando alrededor del 4% del PIB de México. Estos fondos respaldan áreas cruciales como la vivienda, la educación y la salud, especialmente en áreas rurales. Sin embargo, un cambio en las políticas de inmigración de EE. UU. —particularmente si Trump es reelegido— podría reducir estos flujos, que son sensibles a los cambios en las oportunidades laborales para migrantes mexicanos en EE. UU. Cualquier restricción en el trabajo de inmigrantes o en los canales de remesas podría afectar la demanda interna de México, reduciendo la estabilidad económica que actualmente brindan las remesas.

Sectores Clave Potencialmente Afectados por Cambios en las Políticas de EE. UU. y la Dinámica Global

Manufactura: El sector manufacturero de México, especialmente el automotriz, está profundamente integrado con EE. UU., con más del 80% de las exportaciones mexicanas dirigidas a mercados estadounidenses. En el pasado, las políticas comerciales de Trump incluyeron renegociaciones de acuerdos comerciales, como el T-MEC, y aranceles que generaron una incertidumbre significativa para la base manufacturera de México. Un enfoque similar en un segundo mandato podría impactar la competitividad manufacturera de México, llevando potencialmente a desaceleraciones en la producción, reducción de inversión extranjera y pérdidas de empleos en un sector que ha sido un pilar de estabilidad económica en México.

Energía: El sector energético de México, particularmente las iniciativas de energía renovable, también es vulnerable. La inversión en energía eólica y solar en México ha crecido, impulsada por tendencias regionales hacia el nearshoring y la sostenibilidad ambiental. Sin embargo, un giro hacia la independencia energética en EE. UU., combinado con políticas que favorecen los combustibles fósiles, podría reducir la demanda de exportaciones de energía mexicanas e impactar las inversiones transfronterizas en el sector energético. Además, si EE. UU. se inclina hacia favorecer su producción de energía, México podría enfrentar dificultades para atraer el mismo nivel de apoyo e inversión necesarios para continuar con sus objetivos de energía sostenible.

Minería: La industria minera de México es líder mundial en la producción de plata y es un exportador importante de otros minerales valiosos como el cobre y el zinc. La demanda global de estos recursos, especialmente de socios comerciales importantes como EE. UU. y China, impulsa el sector minero mexicano. Si aumentan los aranceles o las restricciones comerciales bajo una administración de Trump, el potencial de exportación de los minerales mexicanos podría enfrentar desafíos. Un dólar estadounidense más fuerte también encarecería las exportaciones mexicanas, afectando potencialmente la rentabilidad de las empresas mineras mexicanas, que dependen de precios de exportación competitivos para sostener sus operaciones.

Petróleo y Gas: La industria petrolera de México, anclada en la estatal PEMEX, podría experimentar una mayor presión bajo una administración de Trump. Las políticas energéticas previas de Trump incluían un impulso hacia la independencia energética de EE. UU., lo que podría resultar en restricciones a las importaciones de petróleo de México. PEMEX, ya financieramente debilitada, podría enfrentar oportunidades de mercado limitadas si EE. UU. aumenta su producción doméstica o impone barreras comerciales adicionales al petróleo mexicano. Tal situación podría poner en tensión significativa la recuperación y el crecimiento de PEMEX, con posibles repercusiones en los ingresos del gobierno y en la economía mexicana en general.

La Influencia de una Elección Estadounidense Tensa y Reñida

La elección presidencial de EE. UU. en 2024 es una de las contiendas más cerradas en la historia de EE. UU., con encuestas que indican que ninguno de los candidatos tiene una ventaja definitiva. Como resultado, tanto los mercados de EE. UU. como los de México están observando de cerca el desenlace. Una victoria de Trump probablemente traerá de vuelta políticas de “América primero”, aumentando aranceles y renegociando acuerdos comerciales, particularmente con México. Además, políticas de inmigración más estrictas podrían afectar los flujos de remesas, un componente vital de la economía mexicana, especialmente en comunidades rurales. Para México, la elección en EE. UU. tiene implicaciones no solo políticas sino también económicas que podrían redefinir las relaciones bilaterales.

El Papel de las Tensiones Geopolíticas Globales

Además de la elección en EE. UU., los eventos geopolíticos globales podrían introducir una mayor inestabilidad. Las tensiones clave entre Israel e Irán, junto con los crecientes problemas económicos y de seguridad con Rusia y China, tienen el potencial de impactar indirectamente en la economía de México:

Tensiones Israel-Irán: Un conflicto intensificado en Medio Oriente podría llevar a la volatilidad en los precios del petróleo a nivel mundial. Como un importador significativo de petróleo, la economía de México sentiría el impacto del aumento de los costos energéticos. El alza en los precios del petróleo podría tener efectos inflacionarios en México, afectando sectores como la manufactura y el transporte, que dependen de costos de combustible estables.

Rusia y China: Las relaciones de EE. UU. con Rusia y China siguen siendo tensas, con sanciones comerciales y aranceles en vigor. Si estas tensiones se intensifican, particularmente con un EE. UU. liderado por Trump, las cadenas de suministro globales podrían verse interrumpidas. A medida que EE. UU. y sus aliados buscan desvincularse de China, México podría beneficiarse teóricamente de oportunidades de nearshoring, siempre que el país mantenga un entorno de inversión estable y atractivo. Sin embargo, políticas comerciales más estrictas en EE. UU. podrían limitar la capacidad de México para capitalizar este cambio, especialmente si surgen nuevos aranceles u obstáculos regulatorios bajo una administración de Trump.

Impacto en Commodities e Inflación: Las tensiones geopolíticas pueden causar fluctuaciones en los precios de las materias primas a nivel mundial, impactando los costos de importación de materiales esenciales y productos agrícolas en México. Los precios de importación más altos aumentarían la inflación, reduciendo el poder adquisitivo de los consumidores mexicanos. Controlar la inflación sigue siendo un enfoque central para las proyecciones del FMI y el Banco Mundial, pero estos riesgos externos complican los esfuerzos de México para lograr tasas de inflación estables, que son cruciales para mantener el crecimiento económico.

Conclusión

Navegando Riesgos Económicos y Políticos

La estabilidad económica de México en los próximos años dependerá de su capacidad para enfrentar tanto desafíos internos como internacionales. Con proyecciones del FMI y el Banco Mundial que ya señalan un crecimiento más lento, México enfrenta una coyuntura crítica en la que las decisiones políticas deben priorizar la atracción de inversión extranjera, la estabilización de la inflación y la obtención de beneficios del nearshoring. Una elección cerrada y reñida en EE. UU. podría alterar dramáticamente el panorama económico de México, especialmente si Trump gana e impone políticas proteccionistas de comercio e inmigración. Sectores clave como la manufactura, energía, minería y petróleo se verían directamente afectados por un cambio en la política de EE. UU.

Las tensiones geopolíticas globales, desde Medio Oriente hasta Rusia y China, añaden otra capa de complejidad.

*El autor es un tecnólogo y estratega especializado en seguridad nacional, ciberinteligencia y riesgo geopolítico. Con formación en matemáticas aplicadas, economía, ciencias de la computación y ciencias actuariales, aplica métodos econométricos para modelar riesgos y desafíos complejos de seguridad.

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