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Opinión

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Tu recuerdo financiero de Fin de Año

Todos los años hago un recuento de lo que pasó en mi vida y eso incluye a mis finanzas personales. Siempre me ha parecido que es una buena oportunidad para reflexionar sobre lo que pasó, lo bueno y lo mano, aprender de mis errores y plantear mis metas para el siguiente año. Es una práctica que me ha funcionado muy bien y por eso la recomiendo.

Entre otras cosas, un recuento de nuestras finanzas personales nos ayuda a lo siguiente:

1.- Entender mejor nuestra relación con el dinero e incluso algunos de los patrones de conducta que seguimos –tanto positivos como negativos. Como he escrito muchas veces, el conocimiento propio –entender cómo pensamos, sentimos y reaccionamos– es fundamental para tomar mejores decisiones financieras.

Por ejemplo, a lo mejor descubrimos que este año gastamos muchísimo dinero en entretenimiento, más de lo que deberíamos y por eso nos quedamos cortos en nuestro ahorro para el retiro (para  construir nuestra libertad financiera). Quizá sea un buen momento para revisar cuáles son nuestras  prioridades.

2.- Establecer metas claras, específicas y medibles para el siguiente año, que estén alineadas con esas prioridades. Eso nos permite a su vez crear un plan de acción que nos guíe por el camino hacia el logro de esos objetivos.

3.- Inspirarnos con nuestros propios logros. Cuando tenemos un progreso positivo –por ejemplo– alcanzamos nuestras metas o logramos algunas cosas (aún si no las habíamos planeado), esto puede representar un poderoso motivador para seguir adelante. Así se construye un círculo virtuoso.

4.- Corregir problemas y prevenir otros mayores en el futuro. Si no nos ha ido bien, podemos entender dónde nos hemos equivocado, aprender de los errores y tomar medidas para resolverlos. Comprender qué ha ido mal es la clave para enderezar el camino.

¿Cómo hacer nuestro recuento financiero?

Hoy en día es algo muy sencillo para mí, porque durante el año doy seguimiento bastante puntual a mis metas. Así que ya sé cómo me fue, en qué voy bien y en qué me he quedado corto. He aprendido también a tomar control de mi dinero y a ejecutar mi plan de gastos. No tengo deudas y mis seguros están en orden.

Sin embargo, para llegar a este punto de mi vida financiera pasaron muchísimos años. Más de una década. Así que no te sientas mal si tu camino ha sido pedregoso. Poca gente realmente tiene objetivos financieros claros y medibles. Por lo general las “metas” se quedan sólo en “propósitos” que no tuvieron seguimiento alguno y por lo tanto, no se concretaron. Cualquiera que sea el punto en el que estás en tu camino financiero, te entiendo: he estado ahí. Lo importante es moverte hacia adelante, poco a poco.

Entonces, creo que vale la pena entender varias cosas:

¿Cuáles fueron tus ingresos totales? Esto incluye salarios, ingresos por honorarios o trabajos freelance, inversiones y cualquier otra fuente de ingresos. Debes tener clarísimo qué parte es fijo (por ejemplo, un sueldo mensual) y cuánto es variable (por ejemplo bonos, trabajos eventuales, etc.).

¿Cómo y en qué gastaste ese dinero que ganaste? Es importante clasificar los gastos en categorías, como vivienda, alimentación, transporte, entretenimiento, entre otros. Entender tus patrones de consumo es fundamental para tomar decisiones más conscientes y enfocadas en tus prioridades.

¿Tienes deudas? ¿Cuánto te gastas cada mes en pagarlas? Es importante que entiendas que si no tuvieras estos compromisos que pagar (incluyendo meses sin intereses) tendrías más dinero para ti o para usar en otras cosas más importantes.

¿Cuánto ahorraste este año? ¿Cómo invertiste este dinero? Muchísima gente no sabe cómo invertir o lo hace de una manera que no es consistente con sus objetivos. Por ejemplo, el ahorro para el retiro (dinero que no vas a tocar en muchos años) no debería tenerse principalmente en Cetes a 28 días (instrumentos de muy corto plazo).

¿Cómo está tu previsión financiera? ¿Qué pasaría si de repente pierdes tu principal fuente de ingresos? ¿Tienes un fondo para emergencia? ¿Tu familia está protegida si tú les llegas a faltar o si te enfermas? ¿Tienes los seguros adecuados? ¿Tienes un testamento?

Todo esto te puede ayudar a entenderte mejor, identificar qué está bien, cuáles son tus áreas de oportunidad y qué cosas nuevas necesitas aprender.

No te pierdas la segunda parte con algunas reflexiones importantes sobre el recuento financiero de fin de año.

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Ejecutivo de alto nivel en seguros y reaseguro con visión estratégica de negocio, alta capacidad de liderazgo, negociación y gerencia. Además es columnista de Finanzas Personales en El Economista, Coach en Finanzas Personales y creador de la página planeatusfinanzas.com

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