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A niños, el menor gasto de Desarrollo Humano
Según el estudio, en el 2012 los menores de cinco años recibían menos GDH entre la población de cero a 17 años, pese a que tenían los menores niveles de IDH.
Los niños en primera infancia son el grupo con menores niveles de desarrollo humano y al mismo tiempo reciben el menor gasto público per cápita, revela un estudio presentado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
El informe sobre la equidad del gasto público en la infancia y la adolescencia en México detalla que de entre la población de cero a 17 años, los niños menores de cinco son quienes reciben menor porcentaje del gasto destinado a desarrollo humano, pese a que tienen el menor nivel de desarrollo.
El coordinador general de la Oficina de Investigación en Desarrollo Humano del PNUD México, Rodolfo de la Torre, expuso que la vulneración de derechos en las etapas tempranas de la infancia deriva en una doble pérdida al no limitarse al presente, sino se extrapola en las posibilidades de desarrollo humano.
El documento destaca la necesidad de distribuir el gasto público en desarrollo humano con equidad desde la infancia para atender de forma temprana y oportuna a la población con mayores carencias, evitar la acumulación de rezagos a lo largo de la vida, promover el goce efectivo de los derechos y fomentar la igualdad de oportunidades.
El análisis del gasto público en este informe corresponde al Gasto en Desarrollo Humano (GDH); es decir, aquél dirigido a promover las tres dimensiones del Índice de Desarrollo Humano (IDH): salud, educación e ingreso.
El informe arroja que 20% de la población con menor nivel de desarrollo humano, sólo recibió 15.2% del GDH; cuando de acuerdo a sus carencias se le debió asignar 38.6 por ciento. En contraste, 20% de la población de cero a 17 años con el mayor nivel de desarrollo humano recibió 24.2% del GDH, cuando debía recibir 8.9% con base en sus logros de desarrollo.
En el 2012, los menores de cinco años recibían menos GDH entre la población de cero a 17 años, pese a que tenían los menores niveles de IDH. Esta situación demanda un replanteamiento de las prioridades del GDH y refleja la necesidad de ampliar el gasto público para la primera infancia , dijo.
En el 2012, había 2.8 jóvenes de 15 a 29 años por cada persona mayor de 60 años; para el 2050, se espera que la relación sea de 0.94 jóvenes por cada adulto mayor. El envejecimiento de la población se traducirá en una mayor proporción de dependientes económicos por cada persona en edad productiva. En particular, los niños, niñas y adolescentes de hoy tendrán más dependientes en edades avanzadas cuando sean adultos , advierte la investigación.
De la Torre apunta que la distribución del gasto público debe ser equitativa; sin embargo, para ello es necesario que empaten los niveles de desarrollo con las asignaciones.
Es así que para recomponer el rumbo, el PNUD y UNICEF indican la necesidad de reducir transferencias que favorecen desproporcionadamente a la población con mayor desarrollo humano y aumentar aquéllas que se orienten mediante un padrón de beneficiarios único.