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Cambio de estrategia de seguridad, más fácil decir que hacer
El Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, declaró recientemente que las ganancias de seguridad a largo plazo en el país dependerán del mejoramiento de las condiciones socioeconómicas.
El Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, declaró recientemente que las ganancias de seguridad a largo plazo en el país dependerán del mejoramiento de las condiciones socioeconómicas. Un anuncio que a decir de InSight Crime indica que el gobierno admite que resolver los complejos problemas de seguridad de México obligan a adoptar una estrategia holística y señalaría un distanciamiento de la estrategia de mano dura contra la criminalidad.
Mike LaSusa, de esta fundación estadounidense especialista en temas de crimen organizado en las Américas, destaca en un análisis que esta medida es más fácil decirla que hacerla; sin embargo, en especial, por el hondo arraigo de la actual estrategia de seguridad en el país.
El ejército mexicano ha desempeñado un rol clave en la lucha contra los cárteles de la droga en el país por casi una década. Pero la participación de las Fuerzas Armadas en las iniciativas contra el crimen ha sido menoscabada por denuncias bien documentadas de graves abusos contra los derechos humanos, entre las que se cuentan tortura y ejecuciones extrajudiciales, ante lo cual la capacidad de rendición de cuentas ha demostrado ser muchas veces esquiva.
Recientemente, el secretario de defensa nacional de México calificó de error el despliegue de tropas para enfrentar a los narcotraficantes; Sin embargo, expone el especialista, México ha tenido dificultades para reducir el rol del Ejército en la seguridad interna. Pese a las promesas de mayor interés en las llamadas estrategias suaves , como la reducción de la violencia y la prevención del crimen, el presidente Enrique Peña Nieto ha seguido dependiendo de las tropas federales, en especial en áreas con presencia fuerte del crimen organizado.
Los motivos de la continua militarización de la seguridad interna en México son múltiples, pero la lista la encabezan la debilidad y la corrupción de los cuerpos de policía , concluye.