Camino Protegido: una respuesta a la crisis migratoria en América Central

Con el proyecto Camino Protegido, implementado por las organizaciones Plan International, ChildFund y Educo, desde 2020 se han entregado 23,706 insumos de ayuda humanitaria, se ha asistido a 15,802 personas en situación de tránsito, espera o retorno mediante servicios de apoyo y se han entregado apoyos económicos a 4,451 personas para adquirir despensas o insumos de trabajo.

Dicho programa tiene como objetivo brindar apoyo y protección a niñas, niños, adolescentes y familias de esta población en El Salvador, Guatemala, Honduras y México. En un contexto donde la crisis migratoria afecta especialmente a la niñez migrante, estas organizaciones se han unido para mejorar la atención y promover acciones con enfoque de género.

El coordinador regional de "Camino Protegido", Pierre Coupeau, destacó la importancia de trabajar en conjunto para garantizar que los sistemas de protección y servicios de asistencia sean inclusivos, diferenciados y con un enfoque de género. Coupeau señaló: "La crisis migratoria afecta a niñas, niños, jóvenes y adolescentes, que, independientemente de su estatus migratorio, deberían poder vivir vidas donde puedan ejercer todos sus derechos".

Por su parte, Celia Ortiz, líder de país de Camino Protegido de ChildFund, comentó que entre los resultados alcanzados por el programa está la estrategia adoptada para disminuir la brecha en el acceso a servicios, particularmente en el ámbito de la salud, que ha sido una de las principales demandas de la población en tránsito.

"Como sabrán, para la población en movilidad el acceso a servicios de salud representa una gran cantidad de retos. No podemos pasar por alto los temas de idioma, ya que muchas personas tienen temor de acercarse a los servicios públicos por miedo a ser detenidos. De igual forma, muchos de ellos tienen poco tiempo para acceder a la atención médica en los lugares a los que llegan, como en el caso de Tapachula", sostuvo la especialista.

Además, resaltó la importancia del apoyo psicoemocional y psicosocial tanto para la población atendida como para los equipos de atención, enfocándose en el autocuidado y la prevención del agotamiento. También explicó que se ha otorgado atención legal a la población migrante, tanto en albergues como en otras áreas donde la población no tiene acceso a esos espacios, con la intención de que tengan información confiable para tomar decisiones informadas.

Por otro lado, el proyecto ha formulado una serie de recomendaciones dirigidas a mejorar la atención a estas personas, especialmente a niñas y mujeres jóvenes:

• Incluir el enfoque de género en programas y políticas para atender las necesidades específicas de niñas, adolescentes y mujeres migrantes.
• Promover la participación activa de niñas y mujeres jóvenes en la toma de decisiones y crear espacios seguros para su participación.
• Capacitar al personal que brinda servicios a migrantes en temas de género y promover la incorporación de un enfoque de género en todas las acciones y servicios.
• Fortalecer los espacios amigables para la atención de niñas, niños y adolescentes migrantes.
• Sensibilizar a las comunidades y líderes sobre los riesgos de la migración irregular y combatir la xenofobia, discriminación y estigmatización.
• Vincular los casos de población retornada a soluciones duraderas y brindar apoyo en su proceso de reinserción, trabajando con las familias en la comprensión de los riesgos de la migración irregular.