Congreso debe dar más voz a los jóvenes

A decir de la presidenta de la Red por los Derechos de la Infancia en México y coordinadora general de Ririki Intervención Social, Nashieli Ramírez, la propuesta priísta respecto de reformar la Constitución con el fin de bajar de 21 a 18 años la edad mínima para ser Diputado federal cubre el objetivo de tener representación política en la agenda política y legal, a través de este poder de la nación; sin embargo, esta medida aún es insuficiente para la voz que deberían tener los jóvenes en el país.

Tomando en cuenta el principio constitucional que marca a un adulto a partir de los 18 años y que se requiere incorporar cada vez más a los jóvenes a discutir las iniciativas de la cúpula política que los afectarían o beneficiarían, reducir la edad es una medida positiva. No obstante, las encuestas refieren que los jóvenes no se sienten identificados ni representados por los partidos políticos, por ello, la especialista en temas de acciones y programas para el desarrollo social de los niños, adolescentes y jóvenes afirma que la Cámara de Diputados no es el único espacio en el que podría participar este grupo poblacional, ni el más adecuado.

Respecto de la capacidad y experiencia que podrían tener los jóvenes de 18 años, la activista dijo que la Cámara tiene como objetivo representar a todos los sectores de los mexicanos, por lo que estarían reflejando las necesidades de los que recién adquirieron la mayoría de edad.

ana.langner@eleconomista.mx