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Política

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Corrupción, lo primero a eliminar en la NOM-EM-167

El especialista consideró que el cohecho limitará la efectividad del programa.

Ante la nueva NORMA Oficial Mexicana de Emergencia (NOM-EM-167) que establece los niveles de emisión de contaminantes para los vehículos automotores que circulan en la Ciudad de México, Hidalgo, Estado de México, Morelos, Puebla y Tlaxcala, además de los métodos de prueba para la certificación de dichos niveles y las especificaciones de los equipos para dicha certificación, Adrián Fernández Bremauntz, especialista en tecnología ambiental y miembro de la Comisión Consultiva de la CAME, hace algunas reflexiones sobre el tema.

En primer lugar, asegura que esta norma es la actualización de otra y establece un piso mínimo que se tiene que cumplir para aplicar los programas de verificación y control vehicular.

Dijo que en general los límites son más estrictos, pero éstos no tendrán sentido si no se hace un esfuerzo de fiscalización, esto es de combate a la corrupción, tanto en automovilistas, concesionarios y verificentros. Si no se redoblan esfuerzos para evitar la corrupción, la efectividad del programa quedará limitada y no tendrá el impacto deseado .

En cuanto a los anuncios dados por las autoridades, explicó que cuando uno quiere mejorar la calidad del aire, se determinó que, en efecto, era indispensable que se reconociera que se tienen que verificar no sólo los automóviles privados , sino también el transporte público y federal; por ello, esta medida era fundamental.

Agregó que la norma también tiene implicaciones urgentes, trabajo urgente para las autoridades locales, sobre todo para homologar los sistemas relacionados con la verificación, esto hace obligatorio para los estados de la Megalópolis que se tengan sistemas armonizados u homologados, además de tecnología actualizada .

Ante la pregunta sobre cómo saber si la norma funciona, el doctor en Ciencias Ambientales aseguró que lo que tendría que ocurrir sería:

Que entre 3 y 5% de toda la flota vehicular de la zona metropolitana no podrá volver a circular jamás por la elevada cantidad de emisiones, hablamos de autos en muy mal estado y deteriorados. Ésos se tienen que ir al deshuesadero o llevarlos a las ciudades con menos niveles de contaminación .

Por otro lado, si se aplican bien las nuevas consideraciones sobre el holograma, el resultado debería ser que la mayoría del millón y medio de vehículos con más de ocho años de antigüedad que durante años portaron calcomanía 1 y 2 y que en últimas fechas lograron la cero, tendrían que volverla a perder .

Por último, aseguró que la norma debería incluir la medición en gramos por kilómetro y no en concentración, por ejemplo, partes por millón o billón. ¿Por qué? Ejemplificó: Si tú pones la sonda de verificación en un auto compacto y un auto de ocho cilindros, los dos te podrían dar la misma cantidad de concentración, pero resulta que de la manguera gruesa del escape dos, sale mucha más masa de contaminantes por unidad de tiempo que del vehículo uno. Es como verter agua con un vaso tequilero y con una jarra, no es lo mismo .

Agregó que cuando se empiece a medir en gramos por kilómetro y no por concentración, entonces algunas camionetas grandes no van a pasar la verificación y un número importante de camionetas tendrían que pasar a calcomanía 1 o 2.

nelly.toche@eleconomista.mx

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