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Política

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El 18% de niñas, niños y adolescentes en México no asiste a la escuela

El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) advierte sobre una crisis educativa en México, con más de 6 millones de personas menores de edad que no están inscritas en instituciones educativas. Este fenómeno es más pronunciado en zonas rurales e indígenas.

En México, 6.4 millones de niños y jóvenes, que representan el 18% de la población entre tres y 18 años, no asisten a la escuela, según datos del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO). Este fenómeno está acentuado entre los grupos desfavorecidos como las comunidades indígenas, personas con discapacidad y la población rural.

En el marco del Día Internacional de la Educación establecido por la UNESCO —24 de enero—, el IMCO presentó el panorama general obstáculos educativos para los estudiantes en México, destacando que la desigualdad educativa en México rebasó el promedio de Latinoamérica y del mundo en 2023, de acuerdo con estadísticas del Foro Económico Mundial.

Una de las principales barreras para el desarrollo económico y social de México es la desigualdad educativa, entendida como las diferencias en el acceso, recursos didácticos disponibles, la infraestructura y la calidad educativa a la que accede la comunidad en etapa escolar, de acuerdo con el instituto.

Acceso a la educación

De acuerdo con los datos presentados por el organismo, la mitad de los 6.4 millones de menores de edad que no logran acceder a la educación formal pertenecen a algún grupo desfavorecido, tales como las comunidades indígenas, personas con discapacidad, población rural y afrodescendiente.

Casi tres de cada 10 personas que hablan alguna lengua indígena están excluidas del sistema educativo, lo que muestra una brecha significativa en comparación con los hispanohablantes.

Estas poblaciones, señala el IMCO, enfrentan barreras estructurales, como el idioma, la falta de infraestructura, la lejanía de planteles o las normas sociales, que limitan su acceso a una educación de calidad, señala el reporte.

Deserción escolar

La desigualdad no se limita sólo al acceso al sistema educativo. La tasa de permanencia educativa también es baja entre grupos vulnerables y conforme avanza el camino hacia la educación superior, las diferencias se acentúan más.

Educación básica

  • Población general: 9 de cada 10 estudiantes que inician la primaria llegan a la secundaria.
  • Personas de habla indígena: Sólo 7 de cada 10 estudiantes de habla indígena alcanzan la secundaria.
  • Personas con discapacidad: Apenas 6 de cada 10 jóvenes con discapacidad llegan a la secundaria.

Educación superior

  • Población general: 1 de cada 3 jóvenes que empieza la primaria llega a la universidad.
  • Personas de habla indígena: Únicamente 3 de cada 100 estudiantes de habla indígena llegan a la universidad.
  • Personas con discapacidad: Sólo 4 de cada 100 personas con discapacidad alcanzan la educación superior.

Calidad de la educación

A decir del IMCO, la calidad de la educación que reciben los estudiantes también varía enormemente entre grupos de la población. Factores como el nivel socioeconómico, la capacitación docente y la infraestructura escolar juegan un papel crucial.

De acuerdo con los últimos datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), uno de cada 10 mexicanos en educación obligatoria está en rezago educativo, es decir, que su nivel escolar no corresponde al que deberían tener de acuerdo con su edad.

En la última prueba PISA 2022, se observó que los estudiantes mexicanos del 20% de los hogares con mayores ingresos superaron en Matemáticas por 59 puntos a aquellos del 20% con menores ingresos. Esta diferencia equivale a tres grados de escolaridad.

También PISA señaló que el 31% de las escuelas secundarias en México respondieron que no cuentan con una plantilla docente suficiente. Además, el 18% considera que su personal docente no está adecuadamente capacitado.

Brecha digital entre las infancias

Otro punto que destaca el IMCO es la brecha digital en la educación, la cual se aborda desde múltiples ángulos, evidenciando tanto sus desafíos como sus oportunidades. La clave está en cómo la tecnología puede facilitar el acceso a la educación de calidad, especialmente en zonas donde las barreras geográficas o socioeconómicas limitan el acceso a buenos contenidos educativos y a maestros capacitados.

Según la UNESCO, dispositivos electrónicos como móviles y televisores han probado ser efectivos y asequibles para llevar la educación a lugares remotos.

En México, la disparidad en el acceso a la tecnología es notable, señala el IMCO. En estados como Tlaxcala, Ciudad de México y Aguascalientes, la mayoría de las escuelas cuenta con computadoras e internet. Por el contrario, en Chiapas, Oaxaca y Tabasco, esta disponibilidad es significativamente menor.

Esta diferencia subraya cómo la brecha digital puede ampliar las desigualdades en la educación, dejando a los estudiantes con menos recursos tecnológicos en una posición desventajosa en un mundo cada vez más digitalizado.

Algunas propuestas para atender este desafío

La desigualdad educativa en México es un reto complejo que requiere una acción concertada y multifacética. Ante este contexto, el Instituto Mexicano para la Competitividad propone diversas medidas para abordar la desigualdad educativa en México, enfocadas en tres áreas principales:

  1. Implementación de políticas específicas. Desarrollar políticas educativas que atiendan las necesidades particulares de cada grupo sociodemográfico. Esto incluye estrategias dirigidas a grupos vulnerables como las comunidades indígenas, personas con discapacidad y poblaciones rurales.
  2. Fortalecimiento de la capacitación docente. Mejorar la formación y las habilidades de los maestros para garantizar una educación de mayor calidad. Esto implica proporcionar recursos y programas de capacitación continua para los docentes.
  3. Mejora de la infraestructura y recursos didácticos. Invertir en la infraestructura física de las escuelas para crear entornos de aprendizaje más efectivos. Proveer de recursos didácticos adecuados y actualizados que faciliten el proceso de enseñanza y aprendizaje.

“Superar estas brechas educativas, tanto en el acceso como la permanencia entre diferentes grupos poblacionales es sólo el primer paso para garantizar la igualdad educativa. El siguiente reto consiste en brindar educación de calidad a todas las personas que se encuentran dentro del sistema educativo y asegurar que las condiciones socioeconómicas no sean un obstáculo”, concluye el organismo.

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