Enredados en Zacatecas PRD y PT

El miércoles 20 fue el Día D para los aspirantes a la candidatura del PRD al gobierno de Zacatecas, que esa tarde se reunieron con los integrantes de la Comisión Política Nacional del sol azteca.

Ya no se alcanzaron a conocer los resultados de las encuestas levantadas, el pasado fin de semana, por los despachos Consulta- Mitofksy, de Roy Campos, y Buendía & Laredo, de Jorge Buendía, contratados por la dirigencia nacional del sol azteca.

Y es que uno de los dos finalistas, el exdiputado federal Raymundo Cárdenas, anticipadamente se dio por vencido y prefirió denunciar lo que considera un dedazo de la gobernadora Amalia García Medina en favor del que seguramente será el abanderado del PRD, el senador Antonio Mejía Haro.

Al rebelarse, Cárdenas no sólo cometió el error más grande de su carrera, sino que desconoció a su antigua camarada del Partido Comunista y rompió lanzas con el PRD, partido del que fue fundador e ideólogo.

De los ochos aspirantes que hace seis meses acordaron trabajar un acuerdo político que postularía al mejor posicionado, sólo llegaron a la final Cárdenas y Mejía Haro. Otros dos prospectos con peso y ascendencia local, el senador Tomás Torres y el exdiputado Javier Calzada, no obtuvieron buenas evaluaciones.

El resto, como demostraron las encuestas, eran electoralmente irrelevantes y entre ellos estaban los dirigentes barzonistas Juan José Quirino y José Narro (expetista converso a perredista), el líder del PRD local, Gerardo Romo, y Camerino Márquez.

En las últimas cuatro semanas, Cárdenas quiso privilegiar la negociación cupular y descalificó la validez de las mediciones. Pero más que atacar la consistencia metodológica de las casas encuestadoras, convirtió su beligerancia en resentimiento hacia Jesús Ortega y comenzó a desafiar a la gobernadora García. Allí escribió su historia.

Superado el escollo de la contienda interna, el PRD se enfila a otro conflicto, incluso más explosivo. Y es que una coalición que involucre a Convergencia y al PT se ve muy lejana, pues ni la Gobernadora ni el senador Ricardo Monreal están dispuestos a dejar firmar una tregua.

También se impondría el criterio de que el mejor posicionado sea el candidato de la coalición. En la cúpula perredista han circulado los resultados de una encuesta que habría levantado Consulta-Mitofsky a principios del año, en la que Mejía Haro obtendría 32% de las preferencias, por 7% del PT, si postulara al actual alcalde de Fresnillo, David Monreal, hermano del Senador lopezobradorista.

En el frente petista, antes de adelantar vísperas, decidieron dar el siguiente paso hasta contar con la más reciente información estadística.

Más allá del uso y abuso de las encuestas en Zacatecas, ésta es la crónica de una alianza imposible, porque el aspirante que es más popular entre el electorado zacatecano es un cuadro monrealista… que ahora milita en el PRI. Se trata del diputado local Miguel Alonso, exsecretario particular de Monreal, exalcalde de la capital y exsecretario de Turismo en el sexenio de Amalia, quien ahora milita en el PRI… pero no cumple con los requisitos estatutarios para ser abanderado del tricolor a la gubernatura.

Aunque están en curso las negociaciones del PRD con el PT, la posibilidad de que se concrete una alianza entre ambos partidos es mínima, pues la dirigencia del sol azteca sólo aceptaría un acuerdo en el que Mejía Haro sea el abanderado de la coalición.

Y en paralelo, los Monreal negocian con el PRI, a través del secretario general del tricolor, Jesús Murillo Karam.

Su interlocutor es el diputado local Arturo Nahle, quien podría ser el abanderado de esa coalición.

Esa negociación también se extiende a Aguascalientes, donde el equipo electoral de Monreal también trabajaría, si el PRI nominara al senador Carlos Lozano, quien fue Secretario de Desarrollo Económico en Zacatecas hace dos sexenios.

El empresario José Aguirre –compadre de Monreal– estaría detrás del financiamiento de Lozano y Nahle, si ambos alcanzaran las nominaciones.

Ante un panorama sumamente complicado, el PRD se enfocará, en el corto plazo, a evitar una fractura interna. Así que con el aval de la Gobernadora, una comisión de mediación, en la que está Martí Batres, Jesús Ortega y Hortensia Aragón, tratará de que Raymundo Cárdenas y Tomás Torres respeten los acuerdos previos y respalden a Mejía Haro.

Efectos secundarios

EN EL PAN tampoco se impone la unanimidad, el gobernador de Tlaxcala, Héctor Ortiz Ortiz impulsa como su sucesor al diputado Julián Vázquez Llorente, exsecretario de Salud en aquella entidad, pero el PAN nacional quiere nominar a la exdiputada federal Adriana Dávila, ignorando las aspiraciones de la senadora Rosalía Peredo Aguilar, lideresa social que decidió renunciar al PT cuando también trataron de cerrarle el paso en su intención de ser candidata a la gubernatura. Ayer, la legisladora aceptó ser abanderada del Partido Socialista, de registro local.