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Política

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Estados Unidos considera al Cártel de Sinaloa el mayor introductor de drogas ilícitas a su territorio

En 2020, la DEA estimó que tenía presencia en 15 de las 32 entidades federativas mexicanas y era considerada la organización criminal mexicana con mayor presencia internacional.

Foto: Reuters

El llamado Cártel de Sinaloa, del que forma parte el recién detenido Ovidio Guzmán López, es considerado por el gobierno de Estados Unidos como la organización criminal, integrada por una serie de bandas pequeñas, más duradera de México.

Durante la primera década del siglo XXI, el Departamento del Tesoro de esa nación designó a cada uno de sus principales líderes como capos del narcotráfico. En la cima de la jerarquía estaba El Chapo Guzmán, listado en 2001, seguido por Ismael El Mayo Zambada García, cotizado en 2002 y Juan José El Azul Esparragoza Moreno o El Azul, listado en 2003.

Frecuentemente es considerado como el sindicato narcotraficante más poderoso de hemisferio Occidente y según algunas estimaciones, citadas en el informe del Congressional Research Service denominado “México, Crimen Organizado y organizaciones de tráfico de drogas” actualizado a junio de 2022, había crecido hasta controlar entre el 40 % y el 60 % del narcotráfico de México en 2012 y tenía ganancias anuales estimadas en hasta 3,000 millones de dólares.

De hecho, durante mucho tiempo, la DEA ha identificado a esa organización criminal como el principal traficante de drogas a los Estados Unidos.

Asimismo, según el informe, en 2020, la DEA estimó que el Cártel de Sinaloa estaba presente en 15 de las 32 entidades federativas mexicanas y, por lo menos hasta entonces era considerada como la organización criminal mexicana con mayor presencia internacional.

Destaca que los capos del Cártel de Sinaloa lograron corromper a funcionarios públicos, desde aquellos del ámbito local, hasta lo nacional, dentro de México.

Según el análisis, las operaciones del cártel abarcaban más de 50 países, según varios analistas y periodistas ahí referidos.

En 2008, el Cártel de Sinaloa (que incluía a la Organización Beltrán Leyva y al Cártel de Juárez) padeció un rompimiento, dando lugar a una batalla entre los exsocios que desencadenó uno de los períodos más violentos en la historia mexicana reciente.

Estados Unidos ha intentado desmantelar las operaciones de Sinaloa apuntando a individuos y entidades financieras asociadas al cártel desde su designación como capo en 2009.

Es ampliamente conocido que el líder más visible del cártel durante mucho tiempo fue Joaquín Guzmán Loera, El Chapo Guzmán, quien escapó dos veces de las prisiones mexicanas: en 2001 y nuevamente en 2015, aunque volvió a ser detenido y actualmente preso en Estados Unidos.

En enero de 2017, el gobierno mexicano lo extraditó acusado en el Tribunal Federal del Distrito Este de Nueva York en Brooklyn. Sus abogados sostuvieron que no era el jefe de la empresa de Sinaloa.

Un jurado federal lo condenó en febrero de 2019 por 26 cargos relacionados con drogas, incluido un cargo de conspiración para asesinar.

En julio de 2019, un juez de distrito estadounidense lo condenó a cadena perpetua en prisión, con la adición de 30 años, y le ordenó pagar 12,600 millones de dólares.

Con la muerte (no confirmada) de El Azul Esparragoza Moreno en 2014, El Mayo Zambada continuó con su papel de liderazgo, al menos para una facción importante.

Sin embargo, Sinaloa opera con una estructura de liderazgo más horizontal de lo que se pensaba anteriormente.

Algunos observadores sostienen que El Chapo era un testaferro cuyo arresto tuvo poco impacto en el funcionamiento de Sinaloa, ya que había cedido tareas operativas a El Mayo y a Esparragoza mucho antes de su arresto.

Desde el encarcelamiento más reciente de El Chapo, el Cartel de Sinaloa supuestamente se ha dividido en cuatro facciones clave: Uno está dirigido por El Mayo; otra del hermano del Chapo, Aurelio El Guano Guzmán Loera; una tercera por un cofundador del megasindicato fundador, el Cartel de Guadalajara; y un cuarto por los cuatro hijos de El Chapo, conocidos colectivamente como Los Chapitos.

En octubre de 2019, Fuerzas de seguridad mexicanas capturaron a Ovidio Guzmán pero fue liberado y estuvo prófugo de la justicia hasta la madrugada de este jueves cuando fue recapturado en las goteras de la ciudad de Culiacán.

diego.badillo@eleconomista.mx

Periodista mexicano, originario de Amealco, Hidalgo. Editor del suplemento Los Políticos de El Economista. Estudié Sociología Política en la Universidad Autónoma Metropolitana. En tres ocasiones he ganado el Premio Nacional de Periodismo La Pluma de Plata que entrega el gobierno federal. También fui reconocido con el Premio Canadá a Voces que otorga la Comisión Canadiense de Turismo, así como otros que otorgan los gobiernos de Estados Unidos y Perú.

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