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Estados Unidos y México privilegian contención de migrantes
Las medidas implementadas por el gobierno del presidente Biden ante la inédita escalada de migración irregular hacia el vecino país del norte podrían resultar efectivas, pero excluirán a decenas de migrantes que vienen huyendo de sus países en buscan asilo; México mantiene una actitud pasiva, condescendiente y mínimamente reactiva, plantean académicos, expertos en el tema.
El gobierno del presidente Joe Biden ha reaccionado de manera ambivalente ante la escalada que enfrenta el flujo de migración irregular hacia Estados Unidos y puso en marcha acciones que han generado cierta efectividad en la contención, pero propicia la exclusión de migrantes con graves condiciones de vulnerabilidad que buscan asilo, En tanto, el gobierno mexicano mantiene una actitud pasiva y, en el mejor de los casos, mínimamente reactiva, plantean expertos en el tema.
Cifras de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) permiten apreciar el crecimiento exponencial de la llegada de migrantes irregulares a esa nación.
Durante el año fiscal 2019 (de octubre de 2018 a septiembre de 2019) registró 859,501 “encuentros”; para el año fiscal 2021 se incrementó a un millón 662,167 y para el 2022 a dos millones 214,652.
En ese sentido, Tonatiuh Guillén López, profesor invitado del Programa Universitario de Estudios del Desarrollo de la UNAM expuso que, de enero a noviembre de 2022, la Patrulla Fronteriza registró alrededor de dos millones 300,000 arribos. De esa cantidad 750,000 son mexicanos (32.6%).
De los migrantes extranjeros, una parte importante proviene de Guatemala (alrededor de 200,00), El Salvador (80,000) y Honduras (180,000).
Además, se disparó el flujo de solicitantes de refugio provenientes de Nicaragua, Cuba y Venezuela, incluso superando a los provenientes de países centroamericanos.
Tan solo de enero a noviembre de 2022, los cubanos detenidos en la frontera sumaron alrededor de 264,000, los de Nicaragua 180,000 y los de Venezuela unos 160,000.
El marcado incremento de ese éxodo se debe a diversas causas. La investigadora de El Colegio de la Frontera Norte (Colef), María Inés Barrios de la O consideró que el principal tiene que ver con la agudización de los factores estructurales que, durante décadas, han orillado a las personas a emigrar, como la violencia y marginación, pero ahora, se observan a nuevas variables, como desastres naturales, la agudización de la sequía, así como situaciones sociopolíticas.
Para la especialista, eso ha generado una “crisis de atención, debido a que ni Estados Unidos, ni México tienen la capacidad institucional y operativa para atender a esa cantidad de desplazados, sobre todo porque durante los últimos años el perfil de las personas en condición de movilidad está cambiando: muchos de ellos no están migrando por razones económicas, sino por razones de supervivencia y por lo tanto son solicitantes de refugio.
Políticas de Biden pueden resultar más eficaces que el muro de Trump
Tonatiuh Guillén López recordó que, cuando era candidato a la presidencia de Estados Unidos, Joe Biden criticó las medidas implementadas por el entonces presidente Donald Trump, para atender el problema, como la construcción del muro en la frontera con México, la utilización de la pandemia de Covid-19 como argumento para rechazar a migrantes que tocaban a sus puertas y los llamados Protocolos de Protección al Migrante (MPP, por sus siglas en Inglés), mejor conocidos como Quédate en México.
Sin embargo, una vez que llegó a la presidencia, en sus políticas hubo más continuidades que ruptura con programas implementados en administraciones anteriores, en buena medida, debido a que políticamente no pudo hacer grandes cambios, pues su margen de maniobra fue mínimo, ante la conflictividad electoral y por la composición de las cámaras, con mayoría republicana.
Sin embargo, en octubre de 2022 y luego el 5 de enero de 2023, puso en marcha nuevas disposiciones, con el fin de ordenar la migración.
En octubre informó que otorgaría 65,000 nuevas visas anuales para trabajadores no agrícolas, 20,000 de las cuales serían para centroamericanos y haitianos y 24,000 venezolanos podrían solicitar una entrada de carácter humanitaria, siempre y cuando cumplieran con una serie de requisitos y entraran por vía aérea y sin pasar por México.
El 5 de enero pasado, anunció que permitirá la entrada al mes de hasta 30,000 migrantes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela, pero endurecerá las restricciones para aquellos que intenten cruzar la frontera con México sin documentos.
Para el también exdirector de El Colegio de la Frontera Norte, eso cambió completamente el juego y sí ha tenido eficacia en la contención, porque la llegada de venezolanos a México, para intentar llegar a Estados Unidos, se redujo de manera importante e, incluso es probable que también logre una reducción de los flujos de otras nacionalidades.
“Las medidas que está haciendo ‒que tienen el visto bueno y disposición del gobierno de México ‒, pueden ser una estrategia de contención más eficaz que el muro de Trump, aunque tiene muchos problemas de derechos humanos al negar la posibilidad de asilo a una cantidad importante de personas”.
Remarcó que el hecho de que el gobierno de Biden vaya a aceptar el ingreso de hasta 360,000 personas, que es un número muy importante, puede haber exclusiones y discriminaciones muy crudas y esa parte es lo que se ha criticado, ya que solo beneficiaría a alrededor de 40% de los demandantes de asilo de esas nacionalidades.
Esa política lo que busca es quitar los incentivos para cruzar por México para llegar a Estados Unidos a pedir asilo, porque si lo hacen ya no pueden aplicar para el programa, detalló.
Por su parte, María Inés Barrios de la O destacó que el gobierno estadunidense actual es ambivalente: Por una parte ha expuesto su intención de terminar el MPP, para que las personas pudieran realizar sus procesos de solicitud de refugio, tal como lo marcan las leyes estadounidenses, es decir que desde el interior de ese país inicien y den seguimiento a su trámite y no tengan que ser retornados a otro país, en este caso a México, pero al final se sigue aplicando y se ha intensificado el uso del título 42.
también llamó la atención que hay una mayor militarización no solo en términos del presupuesto, sino en la presencia de militares en la frontera
Puso como ejemplo lo visto el pasado 14 de diciembre, cuando en la zona de El Paso, Texas, se observó una presencia impresionante de artillería militar para contener migrantes, como si estuvieran en guerra.
México es pasivo y condescendiente, señalan
En cuanto a la intervención del gobierno mexicano, ante el incremento considerable de migrantes en la frontera norte Tonatiuh Guillén López dijo que “México ha tenido una actitud pasiva, condescendiente y reactiva mínima en la problemática”.
En su opinión, no ha implementado algún programa nuevo. Ha permanecido en una actitud de aceptar y ser parte de los programas implementados por el gobierno estadounidense.
“México ha tenido una actitud pasiva, condescendiente y reactiva mínima en la problemática”, indicó.
En ese aspecto subrayó que lo que se requiere es congruencia, medidas de protección y asistencia humanitaria en las fronteras del país y modificaciones en el trato de los migrantes para que no tengan una situación irregular en México y estén bajo amenaza de deportación o detención.
Para el especialista, una prueba del desinterés sobre el asunto es que en este gobierno la Comisión Mexicana de Ayuda a refugiados (Comar) nunca ha tenido recursos de manera significativa.
Desde su perspectiva, las 118,478 solicitudes de refugio presentadas ante la Comar en 2022 son manejables y resultan números marginales, en función de los 130 millones de habitantes que tiene el país.
Para el reconocido académico, la salida al problema tiene que pasar por el fortalecimiento de la Comar y los procesos de refugio y de inclusión regional, lo cual no está en la agenda pública y de gobierno.
A su vez María Inés Barrios de la O dijo que no ha habido una respuesta clara y contundente de parte del gobierno mexicano, además de que las acciones que ha implementado no han sido homogéneas a lo largo de la frontera norte.
Con los MPP, Estados Unidos convirtió a México en un tercer país seguro, cuando no lo era. En el caso del Título 42, las autoridades mexicanas dijeron que era una decisión unilateral de Estados Unidos, cuando no puede ser así, dado que esa nación está regresando a México a personas no mexicanas, añadió.
La verdad es que México está respondiendo a las líneas que está poniendo Estados Unidos, remarcó.