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Política

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“Estrategia de seguridad del INE funciona bien”: Martín Faz Mora

El consejero afirma que si bien hay zonas inseguras, siempre se prepondera al personal. Martín Faz Mora subrayó que en el proceso electoral del 2021, de un total de 162,500 casillas, solamente no se instalaron 32 y no siempre se debió a razones de inseguridad.

Martín Faz Mora, presidente de la Comisión de Capacitación y Organización Electoral del INE. Foto: Cuartoscuro

La organización de la jornada electoral más grande en la historia de México, no queda exenta de las preocupaciones en materia de inseguridad, pues la instalación de 170,000 casillas, así como el trabajo en campo de 49,000 capacitadores, inevitablemente conlleva a que el INE implemente protocolos de seguridad en algunas zonas del país.

En entrevista, el consejero del Instituto Nacional Electoral (INE), Martín Faz Mora, quien preside la Comisión de Capacitación y Organización Electoral, indicó que la estrategia de seguridad para llevar a cabo una jornada electoral segura comienza desde la contratación de las y los Capacitadores Asistentes Electorales (CAE), es decir, de aquellas personas que recorrerán el país en busca de los funcionarios de casilla.

Esta estrategia, dijo, se enfoca en procurar contratar a capacitadores electorales que vivan dentro de los distritos electorales “de tal manera que vayan a visitar, pues de alguna manera sus rumbos”, con el fin de que generen confianza en la comunidad que vive en zonas de riesgo.

Agregó que dicho protocolo de seguridad también incluye no hacer visitas nocturnas y mantener constante comunicación con los supervisores electorales, Juntas Distritales y autoridades locales.

El consejero detalló que “desde luego nosotros participamos en unas mesas de coordinación con las instituciones de seguridad de los estados y ahí nosotros acudimos fundamentalmente a pedir que haya seguridad para nuestro personal o para el traslado de los paquetes electorales o del material electoral”.

Resguardo

Faz Mora dijo que pese a la inseguridad que se vive en el país, no es necesario el resguardo policial para los capacitadores, ello al considerar que esto podría generar un riesgo mayor.

“El escoltar a nuestros capacitadores electorales creo que hasta los pondríamos en más riesgo (...) si van acompañados de un mecanismo de seguridad de esa naturaleza no permite que nuestros CAES acceden incluso a lugares con ciertos niveles de inseguridad, pues (el protocolo del INE) tiene que ver con el hecho de que los reconoce la comunidad y sabe que ellos van solamente a ver el tema de las casillas y que no tenemos ningún papel en materia de seguridad”, destacó.

En este sentido, el consejero Faz Mora reconoció que este personal no está exento de actos de inseguridad y que pueden llegar a afectar a su integridad, ya que se suelen presentar reportes como el robo de sus celulares.

Mientras que con los reportes más serios, tales como actos de violencia en alguna zona, la estrategia se centra en reprogramar las visitas de estos lugares.

En ocasiones hay lugares donde ha habido algún problema de inseguridad y entonces en lugar de visitar esa zona el día que estaba programado se reprograma para otras fechas, quizás la siguiente semana”, explicó.

Es así que destacó que “la estrategia funciona y funciona bien (...) aunque efectivamente se enfrentan a problemáticas”.

Retos logísticos

Por otro lado, el consejero Martín Faz también señaló que uno de los retos más importantes en materia logística se centra en el despliegue los Capacitadores Asistentes Electorales, quienes emprenden la búsqueda de las y los funcionarios de casilla, y lo cual implica la visita a los hogares de más 12 millones de personas a lo largo y ancho del país.

Y aunque resaltó que históricamente el día de la jornada electoral sólo se ausenta entre un 6 y 7% de los funcionarios de casilla, el asegurar el 100% del personal, sigue siendo un reto logístico importante.

“Ese siempre es un reto logístico importante (...) porque pues no todo el mundo está dispuesto a participar”, ello al explicar que durante su búsqueda, muchos de ellos son ilocalizables o abiertamente prefieren no formar parte de la jornada electoral.

Lo anterior, dijo, se suma a otras problemáticas sociales, tales como la población flotante o las llamadas ciudades dormitorio, ubicadas sobre todo en zonas urbanas o en las fronteras, en las que difícilmente se localizan a los candidatos a funcionarios de casilla.

Así como también dificultades diarias como lo son el difícil acceso a zonas residenciales, o zonas prácticamente inaccesibles.

Incluso, destacó que para esta tarea el INE ha implementado en 32.5% de las secciones distritales una estrategia diferenciada, ello al ser zonas con las dificultades de conseguir funcionarios, principalmente en zonas urbanas , ya que por el contrario, en zonas rurales la población toma como un “ honor” ser funcionario de casilla.

Casillas

Faz Mora subrayó que otro gran reto se enfoca en la instalación de las 170,003 casillas a lo largo y ancho del país, pues aunque se privilegia la accesibilidad para que la población pueda llegar sin dificultades a emitir su voto, inevitablemente el INE se enfrenta a zonas donde las condiciones son insuficientes para la instalación de una casilla electoral.

“A veces hay casas que tienen las condiciones suficientes, pero hay lugares que no (...) lugares a los que solamente hay acceso vía lancha, por ejemplo, no en algunos lugares de Tabasco o como en la sierra de Durango o de Chihuahua que solamente en avión u otros lugares en donde solamente con mulas”, subrayó.

maritza.perez@eleconomista.mx

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