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Política

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Omar García Harfuch, listo para competir por la CDMX

Pensemos en la estabilidad de la capital; “un gobierno local, peleado con un gobierno federal no es bueno”, afirma el aspirante a coordinar los comités de defensa de la Cuarta Transformación en la CDMX.

Para Omar Hamid García Harfuch, la seguridad es prioritaria, pero también lo son la movilidad y el abasto de agua. Foto EE: Fernando Villa del Ángel

El exsecretario de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, Omar Hamid García Harfuch, se declara listo para participar en el proceso de selección del candidato a coordinar los comités de defensa de la Cuarta Transformación en la capital del país, como antecedente para la construcción de la candidatura a la jefatura del gobierno.

El abogado, experto en seguridad, con estudios en Harvard, el Buró Federal de Investigaciones (FBI) y la Administración para el Control de Drogas (DEA) de Estados Unidos, dice que está preparado para someterse a los procedimientos del movimiento encabezado desde el 7 de septiembre por Claudia Sheinbaum Pardo, quien le dio la oportunidad de servir a la Ciudad de México al frente de la policía preventiva.

García Harfuch renunció a su cargo en la SSC de la CDMX el 9 de septiembre y, aunque para entonces no había tomado la decisión de participar en el proceso interno de Morena y sus aliados, admite: “sí tenía que salir porque no podíamos quedar inhabilitados”.

De trato cordial, el policía de carrera cuenta que, hasta hace unos días, su propósito era seguir colaborando con Claudia Sheinbaum en un proyecto hacia el próximo sexenio, para generar condiciones de seguridad en el país.

Fue un ofrecimiento de la hoy exjefa de gobierno, quien cuando se comenzó a perfilar en busca de la candidatura presidencial, le dijo “tú te vas conmigo; vamos a trabajar por la seguridad (del país)”.

Sin embargo, en las últimas semanas las circunstancias cambiaron, valoró sus oportunidades reales de ganar y de contribuir a la ciudad y tomó la decisión, asumiendo que no será una empresa fácil, incluso debido al “fuego amigo” que ya le dio acuse de recibo de sus intenciones políticas.

Refiere que está consciente que eso puede ser una cosa “durísima”, sobre todo porque hay un sector menor, con maldad, que ataca con mentiras, pero ─indica─, “ya he salido bien de ese tipo de situaciones”.

Recuerda cuando decían que el presidente Andrés Manuel López Obrador no quería que estuviera al frente de la SSC de la CDMX, a lo que él siempre señala: “si el presidente no lo quisiera, yo no estaría aquí”.

También menciona las múltiples ocasiones en que lo trataron de relacionar con la desaparición de los 43 jóvenes normalistas de Ayotzinapa. “Hubo un momento, hace dos años, cuando insistieron con el tema, y luego con lo de Genaro (García Luna).

Admite que ha resultado incómodo que lo relacionen con el caso Ayotzinapa. “¿Quien quisiera estar relacionado con un caso así?”, pero se dice tranquilo, porque hay testigos de que él no estaba en Guerrero cuando ocurrió. “Hay muchos testigos, en esos días estaba comisionado en Michoacán, junto con un contingente considerable de la Policía Federal, para evitar enfrentamientos entre integrantes de organizaciones criminales y de las llamadas autodefensas.

Los despliegues eran de 300 o 400 personas en Buenavista, Tomatlán y Nueva Italia, es decir, no estaba solo, había allí cualquier cantidad de mandos de la Policía Federal”.

Comenta que su principal testigo era el hoy difunto Hipólito Mora, quien era líder de las autodefensas y quien perdió a su hijo en un enfrentamiento, precisamente horas después de que el grupo que encabezaba García Harfuch salió de la zona.

“No me pelearécon Clara Brugada”

Sobre la contienda que inicia, de buen ánimo, ataja cualquier posibilidad de confrontación con los demás aspirantes.

“Yo nunca me pelearía con Clara (Brugada)”, enfatiza, al referirse a la alcaldesa con licencia de Iztapalapa, a quien reconoce como una compañera de Claudia Sheinbaum a quien la exjefa de Gobierno tiene especial estima y que ha sido amable con él.

En ese sentido, se le pregunta sobre qué tan difícil le sería que las otras personalidades que son mencionadas como aspirantes a la coordinación de la defensa de la Cuarta Transformación en la Ciudad de México, y sus grupos, cierren filas en torno a él, en caso de ganar esa etapa.

Parece tener claro el camino. Primero, mantener el trato cordial durante la contienda y aprovechar la situación particular y distinta en que se encuentra respecto de los otros aspirantes; al no formar parte de un grupo político dentro de Morena y sus aliados, las designaciones que tuviera que hacer serían con base en aptitudes, y no tiene gente que le exija apoyo para conseguir una diputación, o un cargo que ande persiguiendo desde hace tiempo, como sí puede ocurrir en los grupos políticos de otros aspirantes.

“Ellos tienen años en esto, tienen en su equipo el que quiere ser diputado sí o sí; la que quiere ser alcaldesa sí o sí. Entonces, están más limitados para abrir espacios para otras personas”.

El tema del aparatoso atentado que sufrió (el 26 de junio de 2020), aparece inevitablemente en la plática.

Reconoce que sí hay riesgos, “pero hay circunstancias que son inevitables; no es que me valga que pudiera ocurrir un atentado, pero es un riesgo que hay que afrontar. No me veo diciendo, híjole, por el riesgo de que me maten, no voy. Proyectaría todo lo contrario de lo que soy, lo que somos como equipo y también como nos educaron. Entonces no, no creo que influya”.

“Podemos hacer un proyecto real y concluirlo”

Para García Harfuch es muy importante pensar en la estabilidad de la Ciudad de México. “Esa es mi preocupación”. Y suelta: “Un gobierno local, peleado con un gobierno federal no es bueno”.

Desde su perspectiva, más allá de pensar en que Morena y sus aliados puedan perder el control político en la capital del país, debe tomarse en cuenta que la ciudad es una caja de resonancia a escala nacional, y que hoy es un lugar tranquilo. “Si bien hay inseguridad los homicidios bajaron 60% comparado con los que había en 2018”.

Enfático remarca que, durante la administración de Claudia Sheinbaum cambió para bien el tema de la seguridad, pero se tuvo que cambiar la policía: “no se usó a la SSC como caja chica del gobierno y se dignificó el trabajo de los policías: hubo un aumento de 54% en los ingresos de los uniformados, con lo cual pasaron del lugar 26 en la lista de mejores pagados del país al número seis, y se aumentó en 7,000 las posiciones de fuerza. Hoy cuenta con 85,000 elementos en 70 sectores.

Sin embargo, enfatiza que hay trabajo por hacer, como mejorar la atención médica que reciben.

Lo relevante es que hoy no hay ningún sitio de la CDMX en donde la policía no pueda entrar, a pesar de lo apetitoso que resulta para organizaciones criminales. Tan solo Iztapalapa, en términos de mercado de narcomenudeo, es más grande que dos o tres estados juntos.

Asimismo, añadió, se neutralizaron los mayores generadores de violencia, tanto en el centro de la ciudad, como de la periferia, como Tláhuac y Xochimilco.

El joven aspirante (en febrero cumplió 41 años), enfatiza que le emociona la ciudad donde, llegado el momento, “podemos hacer un proyecto real y concluirlo”, donde la seguridad es prioridad, y debe tenerse cuidado en no incurrir en ocurrencias, pero no lo es todo y donde tienen que implementarse soluciones a sus problemas de movilidad, garantizar el abasto de agua potable. Ya habrá oportunidad para explicar esos temas, advierte.

Omar García Harfuch

Nació el 25 de febrero de 1982 en la CDMX, pero vivió su infancia en Cuernavaca, Morelos.

Perfil profesional:

  • Licenciado en Derecho por la Universidad Intercontinental.
  • Licenciado en Seguridad Pública por la Universidad del Valle de México.
  • Realizó estudios de especialización en Seguridad en la Administración para el Control de Drogas (DEA); el Buró Federal de Investigaciones (FBI) y la Universidad de Harvard, en EU.
  • Ha desempeñado como comisionado de la Agencia de Investigación Criminal (2016-2018) y titular de la SSC de la CDMX. (2019-2023).

diego.badillo@eleconomista.mx

Periodista mexicano, originario de Amealco, Hidalgo. Editor del suplemento Los Políticos de El Economista. Estudié Sociología Política en la Universidad Autónoma Metropolitana. En tres ocasiones he ganado el Premio Nacional de Periodismo La Pluma de Plata que entrega el gobierno federal. También fui reconocido con el Premio Canadá a Voces que otorga la Comisión Canadiense de Turismo, así como otros que otorgan los gobiernos de Estados Unidos y Perú.

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