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Política

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Legionarios piden perdón, pero eluden hablar de justicia

La orden religiosa fundada por Marcial Maciel lo desconoció ayer y lo responsabilizó de todos los delitos que fueron cometidos por él y que antes se negara a reconocer; el mensaje busca exculpar al Vaticano ante acusaciones de protección.

Un día después de que el Comité de las Naciones Unidas para los Derechos de los Niños acusara el vaticano de violar la Convención de los Derechos del Niño y de que recomendara que se enjuicie a los sacerdotes pederastas, la orden religiosa de los Legionarios de Cristo reconoció públicamente que ignoró a las víctimas de abuso sexual del padre Marcial Maciel, fundador de dicha congregación.

El Capítulo General, la más alta autoridad interna de la Legión de Cristo, reconoció a través de un mensaje que esta congregación religiosa habría desaparecido de no ser por la intervención de la Santa Sede, la cual en palabras de esta institución, fue imprescindible para descubrir cómo la personalidad y el modo de actuar del P. Maciel estaban afectando a nuestra congregación religiosa.

Queremos expresar nuestro hondo pesar por el abuso (que cometió Marcial Maciel) de seminaristas menores de edad, los actos inmorales con hombres y mujeres adultos, el uso arbitrario de su autoridad y de bienes, el consumo desmesurado de medicamentos adictivos y el haber presentado como propios escritos publicados por terceros.

Nos resulta incomprensible la incoherencia de seguirse presentando durante décadas como sacerdote y testigo de la fe, mientras ocultaba estas conductas inmorales. Todo esto lo reprobamos firmemente. Nos apena que muchas víctimas y personas afectadas hayan esperado en vano una petición de perdón y de reconciliación por parte del P. Maciel y hoy queremos hacerla nosotros, expresando nuestra solidaridad con todas ellas .

A la par, los legionarios nombraron a su nuevo director general, Eduardo Robles Gil Orvañanos, sacerdote mexicano y ex compañero de escuela del ex Director Álvaro Corcuera.

El padre Eduardo Robles expresó que el Capítulo General ha marcado un final y un nuevo inicio mediante su declaración, sin embargo, manifestó que para que este comienzo sea verdadero es necesario poner los retos del pasado en su lugar. No podemos borrar el pasado, pero tenemos que aprender las lecciones, lamentar estos hechos y confiar en la misericordia de Dios .

RESPUESTA OMITE LA JUSTICIA

Al respecto, Francisco González Praga, ex legionario y autor de varios libros en los que documentó abuso de Maciel, indicó en entrevista telefónica que el caso de los Legionarios no puede ser entendido si no es a través de una serie de complicidades entre la Santa Sede, las altas autoridades de la Iglesia Católica en México y la Legión de Cristo.

Complicidades que, a decir de González Praga, llevaron a los Legionarios a responsabilizar ayer completamente a Maciel de los abusos sexuales a menores para que la Santa Sede, aún teniendo informes sobre estos abusos desde hace más de cuatro décadas, quede limpia.

Las palabras justicia y delito no aparecen en ninguno de los puntos del comunicado de los Legionarios, observa González Praga. El manifiesto entra en el discurso de la Iglesia Católica, que pone por delante el perdón antes que la justicia . Con ello continúa la dicotomía del derecho canónico al derecho que rige a todos los civiles.

En este sentido, el también ex miembro de la congregación, José Barba, advirtió que la Iglesia no quiere reconocer su responsabilidad ante estos delitos, pues cuando pudo, les llamó pecados. Corresponsables son tanto los Legionarios como la misma Iglesia, dijo.

José Barba asegura que el nuevo director general de los Legionarios, Eduardo Robles Gil Orvañanos, es un religioso ex compañero de universidad del hoy ex Director de esta orden religiosa Álvaro Cocuera.

Ambos, relata José Barba, fueron de los primeros universitarios de la Anáhuac que pasaron del Movimiento Regnum Christi a la Legión de Cristo, en la época en que el escrutinio lo llevaba a cabo Marcial Maciel, por tanto el reciente nombramiento no representa un avance, puesto que trae consigo la vieja guardia.

Asegura Masferrer

El poder económico, fuente de protección para la Legión de Cristo

La Legión de Cristo es una orden religiosa fundada por el padre Marcial Maciel, quien consiguió protección para cubrir los abusos cometidos a seminaristas menores de edad, a través del poder que otorga el dinero y las simpatías políticas que generaban los obispos y clérigos de esta congregación colocados en diversos puntos del país, declaró el especialista en religiones, Elio Masferrer.

El académico de la UAM, y autor de libros como Religión, poder y cultura, expuso que Maciel fue capaz de construir vínculos sólidos con empresarios, de tal forma que en algún momento gran parte de los hombres más ricos del país apoyó a esta congregación religiosa. Los legionarios poseen una gran fortuna económica, agrega Masferrer.

Durante los gobiernos de los ex mandatarios Carlos Salinas y Vicente Fox, esta congregación fue ampliamente protegida. Sus favores a políticos fue una de sus características para después obtener protección. Por ejemplo, fue considerado el consejero de Marta Sahagún por quien intervino en el Vaticano para que su boda religiosa fuera anulada y pudiera casarse después con Vicente Fox cuando este era Presidente.

Corrompiendo a la curia romana, Maciel ponía obispos, arzobispos y cardenales en muchos casos favorables al PRI, relató Elio Masferrer.

En México, Marcial Maciel comenzó a seducir a las cúpulas económicas en la década de 1940, cuenta el ex legionario Francisco González Praga.

Asegura que su primer contacto fue el magnate veracruzano Jorge Pasquel Casanueva y posteriormente, hacia 1950, recibió el apoyo de Flora Barragán de Garza, viuda de un millonario de Monterrey, que aportó suficiente dinero para crear el Instituto Cumbres, el primer colegio de los legionarios en el mundo.

ana.langner@eleconomista.mx

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